viernes, 31 de octubre de 2008

viernes con lluvia. viernes esperando el autobús hasta que pierdo la hora de ir al cine. el autobús es cómodo cuando quieres ir al herón city. no hace frío. camino hasta la estación. quería bajar mañana por la mañana a barcelona, pero acabo improvisando algo así esta tarde. me apetece perderme entre la gente. le mando un mensaje a begoña por si le apetece que nos veamos, pero tarda tanto en responder que lo hace cuando ya estoy de vuelta. tanto da. cómputo global de desencuentros. hojeo libros. tengo la ropa empapada y los cristales empañados por el calor. estos son los límites del mundo

(otakus que se besan aprovechando cualquier rincón. dependientes que me explican las ventajas de comprar dos sudaderas en lugar de una. la tristeza que me produce ver unas piernas bonitas. la tristeza que me produce ver unas piernas con linfedemas. heridas en el pecho producidas por una ulceración cancerígena, amputaciones varias. una chica con las uñas pintadas de rojo. lamer sus rodillas. acabar vomitando)

(me duermo en el vaivén del tren. hay sexo en el sueño, un sexo que ahora soy incapaz de recordar. sexo entre dos personas, eso sí. ruido de fondo que se enreda en mi polla, simulando una erección húmeda, como de lomo de pez. el tren entra en el túnel y estalla. no pasa nada: la muerte será instantánea. el árabe de detrás de mí se ha ido a buscar su colección de huríes. pienso en todas las personas que no sabrán nunca nada más de mí. de repente, la soledad, la noche de los muertos sin avisar a nadie)

(panellets. pastitas dulces y pegajosas en una bandeja en la cocina. la tarde de mi madre preparando esas bolitas, almendras, azúcar, piñones y café. betty delante de la estufa. la tele sin volumen. el sonido de las teclas, de la respiración tranquila de un bulldog hembra de seis años, las páginas de un diario, el último de octubre)

jueves, 30 de octubre de 2008

la fotografía es de august sander. köln, secretaria, año mil novecientos treinta y uno. me gusta su mirada, el brillo de su vestido y sus bordados. ella me está diciendo que no tiene nada que esconder. sé que tú no puedes decir lo mismo. sí, setenta y siete años más tarde, ella lo sabe y yo no tengo miedo
a veces tengo la sensación de ser un mueble en tu vida, algo con lo que te tropiezas cada día pero que, por costumbre, no cambias de sitio, dice ella. a veces tengo la sensación de ser un mueble en tu vida, le respondo, algo con lo que te tropiezas cada día pero que, por miedo a no ver la mierda que se esconde debajo, no cambias de sitio. qué tonto eres, dice ella. no, cariño, tan sólo estoy cansado de
he visto al viejo esta mañana. damián limpia con la manga el retrovisor de su furgoneta, transportes ángel garcía. por damián no pasan los años. está igual que cuando esther y yo follábamos en el sofá de su casa los sábados por la tarde. mi padre está loco, decía ella. a mí sólo me parecía un señor muy flaco con bigote. millones de locos y de flacos, millones de locos flacos, gordos locos, locos que compran mandarinas y suben de dos en dos las escaleras de su casa. la verdad es que nunca me he podido concentrar mientras follo

su madre, en cambio, está hecha un buen cerdo. hace años que no me saluda y, francamente, me suda el nabo. trabajaba en la esselte y una vez la hicieron empleada del mes

la primera novia, qué puta risa. hace un millón de años que no veo a sus hermanos. a ella tampoco, pero siempre que voy a correos recuerdo que me ponía los cuernos en la mesa de billar del bar pastora. teo tenía la cara llena de granos y la misma polla que un rinoceronte. luego había otro tipo, uno con una moto roja y que era yonqui. y otro más, pepe, al que a veces veo con dos niños pequeños. esto es un pueblo, así que es imposible romper del todo con todo. somos amigos, dijo ella, dame un último beso. obedecí, pero menuda mierda. uno es imbécil a los dieciocho años

miércoles, 29 de octubre de 2008

la fotografía es de august sander. köln, un domador de osos, año mil novecientos veintitrés. me gusta la chiquilla de la derecha. cuántos de ellos se convertirán en humo? todos, todos nos convertiremos
pronto empezarán a llenar las calles de luces de navidad. nos sentiremos contentos y agradecidos al prójimo, sonrientes a pesar de toda la colección de imágenes desenfocadas que distorsionan nuestra percepción. pienso mucho en eso últimamente, en la diferencia entre esas imágenes, mis proyecciones mentales y lo que finalmente percibo con los otros sentidos. follo con los ojos cerrados. camino con los ojos cerrados. es la única manera que tengo de sentirme un poco protegido de mí mismo. me corro y me asusto porque no era así como tenía que ser. la realidad es como caerse de un quinto piso

después se desplomarán al unísono todas esas estructuras de bombillas de colores. será como una liberación tras la cual no habrá nada, tan sólo un enero de mierda

(gilipolleces. sólo sucede que me parece ridículo hablar de las cosas que realmente me hacen feliz)

martes, 28 de octubre de 2008

di adiós, catulo, a las costas de asia menor

la muerte de gerard damiano se une a la sonrisa de heather brooke. la necesidad de que todo me recuerde a todo. pequeños fragmentos de realidad —un viejo, una chica comiendo pollas— que se unen entre sí de una manera que no alcanzo a comprender. heridas hechas de borrones de color. espacios blancos dispersos que gritan con rabia algo que no sé explicar. epitafios o algo así

la finísima línea de puntos que une ese cuadro con lo que tengo en la cabeza. una supermamada, concretamente. buenas noches
cy twombly persigue arañazos perfectos y polícromos, silencios impolutos que son un mapa preciso de sus obsesiones. yo persigo a cy twombly hasta hacerle caer en el suelo mojado por la lluvia. respiro fuerte en su boca, bebiendo su aliento. nuestro choque de trenes será en enero, prometido

(a quién persigo? no lo sé. en noches como ésta, incapaz de comportarme como una persona normal, sólo tengo fuerzas para acercarme al mundo así, con otro ininteligible nudo de palabras. su puta madre)

lunes, 27 de octubre de 2008

las imágenes de christy marks —o jerry monet o como mierda se llame— se solapan una y otra vez, como intentando encontrar el verdadero significado del mundo, sus tripas humeantes, su última voluntad, con la de dos niños que mendigan en el ghetto de varsovia
es imposible que me concentre en el documento de word que creé hace días. reescribo y borro continuamente las mismas frases, los mismos hechos, los mismos recuerdos. universos paralelos que se rozan, que se sobreponen pero sin coincidir exactamente. la realidad se vuelve borrosa, como una fotografía mal impresa. esta mierda consigue que me acabe doliendo la cabeza. pinchazos nítidos, precisos, en las sienes. me late fuerte el corazón, guardo el queso en la nevera, imágenes de riadas en melilla, la muerte de cuevas. intento recordar la última vez que fui abiertamente feliz y me caigo en un agujero
intento hacer las cosas lo mejor que puedo, dije. sé que muchas veces no es suficiente, pero lo intento. cada uno entiende intento y suficiente de una manera distinta, pero no importa, respondiste. no supe qué decir. me sentí como un animal sucio y atrapado en un día que se apagaba demasiado pronto
me cuesta mover los brazos. es como si tuviera las venas de plástico duro. venas de yonqui, encallecidas y moribundas. me siento en el borde de la bañera para lavarme los dientes. la mierda que corre por mis venas acaba haciendo fuegos artificiales en algún lugar detrás de la nuca. mientras escupo la espuma y las babas, me da por pensar en la nula inocencia de todo
(un kilo de macarrones hierve pesadamente en la olla más grande la casa. el vapor empaña el silestone de color crema. el fuego de la boloñesa está apagado desde hace diez minutos. hojas de un periódico de hace dos años en el suelo. todo está preparado para que nada suceda. somos una línea recta sobre la que escribir, con buena letra, el día de hoy)

domingo, 26 de octubre de 2008

las sábanas azul marino, las sábanas azul cielo, ventanas abiertas, persianas bajadas y los platos por lavar. dentro de un ratito, billy elliott en antena tres. domingo de pinchazos en los ojos, de gelocatil líquido para el dolor de cabeza, amargo y espeso

sábado, 25 de octubre de 2008

la estructura de hierro oxidado que aguanta el depósito de agua y moreras de hojas amarillas por el sol. más allá, viñas hasta donde alcanza la vista y torres de alta tensión que parten de la subestación eléctrica hasta el infinito. la luz de la tarde hace brillar el granate del óxido. me gusta mirarla con los ojos entornados porque puedo imaginar que el silencio lo envuelve todo y que lluevo por dentro, limpiándome

(camino despacio por la casa vacía. todos duermen aún. me he duchado con un hilo de agua hirviendo. después he ordenado la cocina y lavado los platos. en el jardín están todas las sillas vacías. las palabras se empeñan en seguir latiendo allí, en mitad de ninguna parte)

viernes, 24 de octubre de 2008

todas las historias de amor son extrañas, dije. sí, pero ésta es la mierda más grande del mundo, respondiste. después de eso ya no supe qué decir: las manos se me estaban incendiando

jueves, 23 de octubre de 2008

así que camino con sigilo por la tierra de nadie, intentando no pisar, no tocar, no herir, no hacer ruido, no todo lo que quieras. por mucho que intente no pensar, no hay vuelta atrás ni —me temo— muchos más pasos adelante
sólo me siento cómodo hablando de cosas triviales, preguntándote cómo estás vestida, si aitana ha dormido bien esta noche, qué harás esta tarde, qué tienes para comer, qué tal te fue el trabajo. nada que se atreva a despertar la jauría de preguntas sin respuesta tras la que se esconde el futuro que podríamos tener. sé que me harto y me cierro como un puño y tú ya me has dicho mil veces que no puedes querer una mano así, abrupta y feroz, jodidamente muda. soy un obstáculo, acierto a decir. no, no es eso, sólo sucede que a veces no sé quién eres

miércoles, 22 de octubre de 2008

hoy no dan nada en la tele / tan sólo otro partido de fútbol / en el que no sucederá nada

sigue lloviendo. una mosca muerta en el marco de la ventana me enseña sus alas irisadas. abro un poco la ventana. el aire de la tarde es de color gris perla. tengo la cabeza como una bomba de doscientos cincuenta kilos. además, tarda demasiado en ser de noche. espasmos de vida y electricidad cuando salga de aquí

martes, 21 de octubre de 2008

tarde de finas agujas de metal y lámpara naranja. tarde de dormir en mi hora de acupuntura cada dos semanas. cero ganas de, de todas maneras. hay días que sí y días en los que bueno, pero hoy no. hoy no tengo nada de ganas. pese a ello, me desnudo y me tumbo blandamente en la camilla. la ropa doblada en una silla. en un ratito, la luz se hará tenue y la música —arpegios de piano, cascadas y violonchelos, gregoriano de dudoso clasicismo— acabará desapareciendo en mi sopor. fantaseo con un trocito de chocolate. quizás compre una tableta al volver a casa, antes de que cierre el condis de la rambla. guardarlo en la nevera, para que sea poco a poco

(sueño que llueve. sueño que estoy en una ciudad que no conozco en el fin del mundo. el asfalto brilla con la lluvia. edificios como avisperos de color rojo oscuro. cables de alta tensión temblando contra el cielo)

(sangre que se seca en los dedos. el sabor negro en mi boca. necesito atreverme. lamo un sexo menstruante como prueba de amor. puro egoísmo: sólo lo estoy haciendo por mí, para demostrarme que yo también puedo hacerlo. soy basura)

el sueño se desliza por las calles de esa ciudad, desvaneciéndose al cabo de poco. la imagen de mi amante dura más, una vida entera

lunes, 20 de octubre de 2008

camino deprisa intentando orientarme. una zona de pisos altos con anchas avenidas vacías de coches. es temprano. poco a poco, una zona de naves industriales, sucia. un hombre durmiendo en un coche con las ventanillas abiertas. al fondo, las chimeneas de la central térmica de sant adrià. me duelen las rodillas hasta decir basta. apenas me cruzo con nadie, tan sólo alguna chica con un perro que tiene que cagar antes de volver a casa

estoy sudando. la chica de enfrente saca galletas de un paquete de plástico. las come despacio, con la mirada perdida en algún sitio al fondo del vagón. intento leer, pero no me concentro. el mar es un segundo azul antes de los túneles que entran a la ciudad y yo me pregunto cómo he podido llegar hasta aquí

domingo, 19 de octubre de 2008

la muerte de levi stubbs ocupando un mínimo espacio en las páginas culturales de el país. en la fotografía, levi stubbs es el de la derecha. clase, clase, clase
instant noodles curry flavour para comer. pegajosa comida basura thailandesa fabricada por vitasia y comprada en el lidl. el cuenquito de plástico que no me salvará la vida me mira amenazante mientras eructo color mostaza
una fotografía de virginia woolf, la mujer más bonita del mundo, que está donde no debe estar, ahí, apoyada en la mesita del comedor. exactamente la misma fotografía, como en un juego extraño de coincidencias y señales. asumo que quizás soy yo que está donde no debe. cierro los ojos: desintegrarme y desaparecer. circuito cerrado de equivocaciones, capítulo n
el último ejemplar de un libro con el que desvelarme. una película francesa en el alexandra. terrazas señoriales vacías por la lluvia, algunas recogidas. la ciudad se convierte en un desierto a medida que me alejo del centro

una cerveza sin alcohol para hacer tiempo. nadie más en el salón. en la mesa de color granate, un platito con servilletas. hojas cuadradas y dobladas de una celulosa especialmente fina. disfruto de la sensación de ser la última persona viva en el mundo

callejear. rambla de catalunya, pelai, ronda de sant antoni, ronda de sant pau, parlament de catalunya, avinguda del paral·lel y nou de la rambla. un bar, dos bares, tres bares, cuatro bares. un millón de cervezas, todas con alcohol. beber hasta que todo hace pum dentro de mi cabeza, desintegrarme y desaparecer

(antes, un concierto eléctrico, bellísimo y doloroso. la mejor banda del mundo en el escenario. antes, hablar con ionyu y karlos y eneko, gente increíblemente normal. el mejor momento de tu vida es una mano que recordarás siempre)

(antes, hablar con juank y esconderle un cubo de mis mierdas en el corazón. pedir disculpas sin que me oiga)

(después, sí, ver el mar)

sábado, 18 de octubre de 2008

una fotografía de virginia woolf, la mujer más bonita del mundo, la de las palabras llenas de vida que no me dicen nada y, en el fondo, me lo están diciendo todo. colgar una foto suya mientras pienso en mis cosas, esas que nadie sabe y que se unen a la mujer de mirada perdida en una misma línea de ternura
llueve y no parece que vaya a haber otra cosa. cierro los ojos y aguanto la respiración

salir a la calle, coger un tren, coger dos, bajar en cualquier pueblo de la costa, caminar hasta la playa, sentarme en la arena, imaginar que caigo hasta las nubes y quitarme los zapatos

llamar a ana porque ella me llamo ayer, comer juntos, no comer, beber cerveza, mirarnos a los ojos, no hablar de nada, no tocarnos, cruzar las calles sin mirar

salir a la calle, coger un tren, bajar en el centro, comprar cut and roll en la fnac, sentarme a leerlo en el bar de la música caribeña, sentarme a leerlo en el sol, sentarme a leerlo en ese bar que está cerca del floridablanca y que las horas pasen amarillentas

elegir una película y emocionarme y reírme y llorar y angustiarme. y al salir, caminar lento hasta el paralelo porque esta noche tocan lisabö y willis drummond y juank compró las entradas

pero llueve y no parece que vaya a haber otra cosa. cierro los ojos y aguanto la respiración, sí, pero esta vez bajo el agua de la ducha, para quitarme los miedos y atreverme a ser feliz mientras me lavo los dientes

viernes, 17 de octubre de 2008

tres butacas a mi izquierda, dos señoras mayores que se ríen a destiempo. cuatro filas por detrás, una pareja muy joven que come y bebe durante toda la película. nadie más en la sala. es la primera vez que voy solo al cine en mucho tiempo. una primera sesión. un nudo en el corazón y en la garganta. camino es una pesadilla demasiado real

vuelvo a casa dando un paseo largo. miro el cielo. soy la única persona que mira el cielo. begoña me envía un par de mensajes que son como pedradas en la cabeza. al móvil se le acabará la batería enseguida, más o menos para cuando hable con daniel

jueves, 16 de octubre de 2008

leo artículos atrasados sobre murakami mientras espero que sean las doce para poner a grabar los capítulos de dexter. intento concentrarme pero me cuesta. hay mucha información que no necesito porque, básicamente, murakami me aburre. me aburre como me aburre todo, de una manera discontinua, a saltos, a veces sí, a veces no, como con pequeños chispazos que hacen que la vida se aletargue dentro de mi cabeza

aburrir una tonelada de libros y un millón de películas. aburrir un océano de canciones y mil citas. aburrir recuerdos y proyecciones. aburrir todos los planes de futuro, las pajas mentales, aburrir amigos y mentiras, amores, polvos y todo lo que tenga que ver con estar vivo. aburrirlo todo como un proceso inexorable, una especie de cuesta abajo sin momento cero contra el que recuperarte o destrozarte

sentir vida exactamente de la misma manera eléctrica, compensándose mientras me desnudo y dejo de fingir. un segundo antes de ducharme soy yo de verdad, desnudo ante el espejo y descalzo sobre el suelo helado. en ese momento sólo yo sé qué mierda tengo en la cabeza, creciendo hermosa y triste y silenciosa
llámale como quieras, porque ni tiene nombre ni tendrá tumba. veintinco años y un día del secuestro y asesinato de joxean lasa y joxi zabala
el piso de arriba está lleno de viejos con alzheimer. cuerpos gastados y quietos ante el ventanal sucio. la luz atrapa leves constelaciones de polvo que brilla. detrás, la montaña y el bosque. en medio, como un gigantesco fantasma de cemento, un edificio de ventanas negras y azules. sé que, cuando anochece, ese azul es fosforecente

en el piso de abajo están los niños violados. caminan a cuatro patas con las manos llenas de pintura roja. sé que no es sangre, que sólo es pintura seca. no me gusta ir al piso de abajo. es por eso que hace mucho tiempo que no salgo de aquí. estoy de pie en la escalera y suena el despertador. buenos días

miércoles, 15 de octubre de 2008

martes, 14 de octubre de 2008

me dejo fascinar con algo de pornografía. tres, cuatro fotos, no más. un vídeo que se resiste a empezar y avanza lento, a saltos. todo el proceso es muy selectivo. a partir de esas imágenes construyo más, mezclándolas con otras que ya tengo en la cabeza. alquimia detrás de los ojos. transformo ambas realidades, el píxel y el recuerdo, en un orgasmo, un trozo de papel higiénico húmedo de nieve. la tarde ahora sí tiene paz en el pecho
guardo una fotografía de color sepia en el bolsillo de dentro de la cazadora negra. en ella se ven tres niños de pie, con máscaras, en un talud de tierra. hay una casa detrás, quizás un cobertizo. al pie, un lugar y una fecha, kulmhof, mil novecientos treinta y cuatro. la fotografía es lo suficientemente borrosa como para no distinguir apenas nada más que eso. quizás una de las máscaras tiene las mejillas pintadas, no sé, no puedo estar seguro

tengo una entrevista de trabajo y estoy cansado. miro la fotografía mientras espero en la salita. no sé por qué la tengo, pero sé que es valiosa, algo importante para mí. olor a insecticida. plantas de plástico. una mesa de cristal con revistas. sonrisas en las portadas. vidas en papel satinado. silencio absoluto. repaso mentalmente lo que debo decir para no olvidar ninguna de las mentiras. preguntas y respuestas, suena el despertador

(en el documental de ayer noche, eva braun se exhibía sonriente ante las cámaras en escenas de absoluta cotidianeidad. un cuerpo bonito y acogedor totalmente ajeno a otros cuerpos que se convierten en humo, que se pudren en fosas comunes llenas de gritos mientras ella baila y juega, como una niña grande y ruidosa)

lunes, 13 de octubre de 2008

al salir del trabajo me he encontrado con paco y hemos hablado de naderías. tenía manchas oscuras en su camisa de cuadros, a la altura del pecho. he imaginado manchas de aceite, pero realmente podían ser de cualquier cosa. el aceite de las latas de atún. la cera de las velas. luego pasaré a pagarte la cerveza del otro día, le he dicho. claro, allí estaremos. ahora voy al estanco a comprar tabaco. bien, entonces. déjame ver cómo se desvanece la conversación, pensé

es un día horrible, resbaladizo y metálico, caliente como una plancha de hierro al fuego, sin sol. amarillean las hojas de los tilos y aún ves a chicas con sandalias por la calle

encontré un sobre en el buzón para mi hermano. el remite era alguien en alemania con la letra difícil de entender

también sobres de banco diciéndome que cada vez debo más con la puta visa, pero no es algo que me preocupe demasiado, porque el chucrut que abrí antes de verano todavía estaba bueno, allí, al fondo de la nevera. lo consideré una señal de dios y supe que ya no moriría nunca

domingo, 12 de octubre de 2008

esta mañana he estado en la roca village con alba morales. puta mierda de centro comercial. ella se ha comprado unas vans negras con maripositas lilas, una sudadera negra con el interior rojo en el woman's secret y otra sudadera puma, ésta de color tabaco. yo no he comprado nada. ha empezado a llover al regresar y he fantaseado con la idea de no volver nunca más a casa mientras ella me hablaba de sus vacaciones de navidad, trece días en la india. el balanceo enérgico del limpiaparabrisas, las gotas rompiéndose en la luna, los otros coches perdiéndose en la distancia
typh tenía un accidente y se quedaba en coma. begoña me lo iba contando todo a través de un montón de correos electrónicos que no le contestaba. yo trabajaba vigilando una cámara de seguridad. lo único que veía eran imágenes nocturnas de gente en una plaza y el icono saltarín del thunderbird indicándome que tenía un mensaje nuevo en la bandeja de entrada
el olor salado del sexo entre mis dedos. una cena en el bar de siempre con un montón de personas que me dan lo mismo. el cumpleaños de albert, de sandra, de montse. estoy totalmente fuera de lugar. regalos ridículos y pizza de la que hace tino. apenas hablo. bebo cocacola y cerveza sin alcohol. todo es inaguantable sin alcohol dentro de uno. la sangría chorrea en la mesa cuando la sirve núria. isaac lleva corbata. explica su viaje de novios a egipto haciéndonos reír con sus gilipolleces de tío con boina. maría y vanessa se enseñan las barrigas a punto de estallar. se hacen fotos que después colgarán en su puto facebook. jose me abraza y deja en mi pecho un olor precioso, radiante. alba me besa la mano al despedirme. en la esquina de las calles monturiol y estrella hay una paloma muerta junto a la acera. su cuerpo está frío y duro. las plumas se desprenden con facilidad. al llegar a casa pongo el móvil a cargar. no tengo nada de sueño, nada de

(jörg haider, el fascista, se deja los sesos en una carretera en las cercanías de klagenfurt. me alegra su muerte, la verdad. de una manera automática, trazo una línea que une su muerte con la de urruti y el balanceo de fraga al caminar. buenas noches)

sábado, 11 de octubre de 2008

el agua caliente hasta no poder soportarlo más. el olor espeso a almendras dulces. la toalla granate y el vaho en el espejo. poder escribir todos los nombres allí, con el dedo, pero no hacerlo, mejor no

la ropa se amontona encima de la cama, la gente en la calle, el sol en las mejillas. los zapatos atados con cuidado. poco a poco desaparezco en la riada, cruzando un semáforo. nadie sabe nada de mí y todos ellos pueden ser transparentes si me acerco un poco más

mi vida como un fantasma. toco su vientre con un dedo. ella sonríe, dice una palabra, yo niego. me gustan sus caderas anchas, sus ojos cansados. tengo la sensación de que todo empieza a desmoronarse a mi alrededor y, por primera vez en mi vida, no me importa

viernes, 10 de octubre de 2008

he aprendido a hablar su idioma, aunque a veces me pierdo en traducciones inexactas. me pongo a prueba continuamente con exámenes cada vez más difíciles. necesito la aprobación de media humanidad para ser un poco feliz esta noche y mañana y el otro y el de la

he aprendido a hablar su idioma, aunque no es necesario porque la gran mayoría de las veces me quedo en silencio, pensando en algo negro que está haciéndose cada vez más grande debajo de mi piel, electrocutándose. apenas me quedan ganas de sonreír, creo. esfuérzate, coño, no ves que

que apenas me quedan ganas de esconder desiertos, interrumpo
dar vueltas de un lado a otro, completamente desorientado. viernes para que arda

jueves, 9 de octubre de 2008

hay veces que los muertos se vienen conmigo, intentando hablar a trompicones, caminar con mis pasos, ver con mis ojos, tocar con mis manos cualquier cuerpo. de todos los muertos, mi preferido es pau. primero es un recuerdo casual —esa esquina con su novia, por ejemplo— y después son todos los demás, deshilachándose detrás de él. creo que todo ésto viene a cuento de que ayer estaba leyendo a gipi. su álbum exterior noche es una maravilla azulada. habla como nadie de los muertos que murieron y de los muertos que somos sin apenas darnos cuenta. me late fuerte el corazón, se hace astillas, sí
el sonido del taladro porque están colgando cosas en el piso de abajo. el martillo golpeando deprisa, toc toc toc. la tarde gris que se deshace en gotas de lluvia. aitana está enferma y me preocupa. la primera papilla de frutas coincide con un virus, fiebre y diarreas. intento pensar cosas bonitas para que le llegue algo de esa energía, una especie de rayo de sol que me nazca de las manos y dibuje cosquillas en su tripita

me gusta estar con ella. me hace sentir humano. un humano de algo mejor que plástico barato. aitana no llora casi nunca y eso también está bien. no me desespera como víctor, mi sobrino. haga lo que haga, él tiene el llanto como saludo

despierto temprano, minutos antes del despertador. tengo un sueño extraño. he vuelto al barrio donde crecí. pisos vacíos y sucios. en un sótano está pilar, la hija de benita. hace un millón de años que no veo a esa niña. ahora debe tener unos treinta y pocos. está desnuda en una sillón de dentista. se masturba y no puedo evitar besarla. su lengua es suave, como lamer gelatina hasta que se deshace. sí, me gusta besarte, le digo, y despierto

(en una revista descubro una fotografía de natalia verbeke sonriendo. no me gusta esa chica, pero se parece a pilar en los hoyuelos, en la forma de la cara. no en los ojos, no, porque ella los tiene rasgados. el camino de la realidad al sueño y el trayecto inverso)

en muchos sueños tengo una necesidad grande de marcharme, algo así como una cita ineludible lejos de. el acto imprescindible de abandonar lo que esté haciendo y volver, sin tener claro lo que ello significa. me imagino a mí mismo como el conejo de alicia en el país de las maravillas. muchas veces despierto con la sensación de estar todavía en otro lugar, de no haber regresado, de estar todavía en el trayecto. éste es un mundo extraño, sí. siempre huyendo, F

miércoles, 8 de octubre de 2008

llueve y ha muerto el hombre más gordo del mundo. hace un rato ha venido cisco y hemos hablado de trabajos que tenemos pendientes. escucho nirvana mientras me hago una paja. me he acordado de una chica a la que conocí hace tiempo. otra historia rara más, de esas perdidas hace más de quince años. los bolsillos llenos de kleenex viejos

siguen cerrando fábricas y nosotros trabajando a trompicones en el estudio, en proyectos cada vez más raros. no temo por mi puesto de trabajo, no. dependemos totalmente de la administración pública, así que nuestro colapso significaría la caída del estado. de momento tenemos las cuentas relativamente saneadas. no puedo quejarme por tener el dinero con puntualidad en el banco, pero mentiría si dijera que soy feliz. todo es tan previsible como una mala película y me enfrento a ello con una desgana que no presagia nada bueno

martes, 7 de octubre de 2008

día de esos en los que no doy para más. no entiendo el sentido de los trabajos que hago, todo es una puta pérdida de tiempo y de dinero y asisto en primera fila a mi quema como trabajador y como persona. día de mandarlo todo a la mierda y cero cojones para hacerlo. co-bar-de!

lunes, 6 de octubre de 2008

la humedad moja el puente cuando vuelvo a casa. me cruzo con una pareja. él lleva un llavero enorme lleno de metales colgando. ella mira las luces de la autopista. es un río de neón si entorno los ojos. las ventanas de persianas levantadas detrás de mí. un viejo en chándal paseando un perro desganado. alguien fuma dentro de un coche aparcado al lado de la biblioteca. las campanadas de la iglesia. dos chicos en la esquina de la baixada sant enric hablando en voz baja. una adolescente en manga corta que corre hacia una portería. unos metros más adelante, un volkswagen polo negro que arranca deprisa. a ella le tiemblan los pechos. los amores fugaces vencen a medianoche

domingo, 5 de octubre de 2008

las mínimas necesidades cubiertas. los dibujos de ruth gwily. un trozo de pan demasiado tostado. nuestro domingo sin planes
un montón de goles, cervezas encima de la mesa, posavasos, pizza que no se han terminado, el tabaco en el balcón, las plantas en las macetas y pol las acaricia. javi se duerme en el sofá, es que la segunda parte

más cervezas en el local, el bar de siempre, la gente de siempre, todo lo de siempre. con un poco de suerte puedo pensar en un futuro lejos de aquí. menuda mierda de música, me encantan tus puma clyde

un concierto en el génesis, más cervezas, el rock'n'roll ha muerto pero vaga por un desierto propiedad de david lynch. un patético zombie de tres notas que se llama lola ferrari. hay un millón de personas a las que no veo desde hace años, pero elijo a jeremy y a knopfler. también está pástel, pero apenas sé qué decirle. y juanito. y jaime. uf. nuestras conversaciones extraterrestres sobre si esa cuerda está desafinada, sobre si falta el muro de ruido de miki por detrás, sobre mixolidias y sobre telecasters. sobre si pitecus tocaba mejor antes de saber tocar, sobre si los cramps o link wray o tav falco o yo qué sé. sobre si los bettors o megamortis. bourbon para ellos y más moritz para mí. hasta no poder más

pero me encuentro bien. mañana me levantaré temprano y me sentiré bien, lo sé, lo sé seguro. sólo necesito saber que puedo hacerlo

(jeremy, tantos años sin vernos. un abrazo que me descubre su nuca y un montón de tics que sé que haría propios si él estuviera más cerca. knopfler, sus ojos azules y tranquilos. vuelvo a sentirme chico, a sonreír de esa manera, a)

sábado, 4 de octubre de 2008

comemos helado cerca de la ciutadella. nos hacemos fotos. begoña ríe. a veces nos cogemos de la mano. parecemos una pareja normal que camina entre otras parejas normales. nos camuflamos. la tarde es fría en barcelona

(el tipo se tambalea delante de mí, entre borracho y dormido. en montcada bifurcació suben unas niñas que fuman. pintadas como putas, miran desafiantes a todo el mundo. ganas de un patadón en la cabeza. unos chulos adolescentes van tras ellas y empiezan a hacer ruido al final del vagón. más patadones. algo se pudre dentro de mí)

(el tipo despierta y empieza a hablarme. entiendo muy poco de lo que dice, pero creo que ha adivinado lo que hay dentro de mí. no sentiría nada haciendo desaparecer esa chusma. habla de empujones a las vías y de un porro más o un porro menos. no sé qué cara poner y me imita, riéndose a continuación. pone cara de polla porque debe ser la cara que pongo yo. la china que está a su lado, la de la enorme ortodoncia y los dientes de plata, mira la escena. es muy bajita y parece subnormal. me la imagino follando con el chino que va a su lado. se cogen de la mano. me siento incómodo, cada vez más. no me quito de la cabeza que ella huele mal)

(el tipo se baja conmigo y yo me despido, caminando rápido. intento no pensar más en él. al salir de la estación, una chica con una minifalda realmente diminuta provoca reacciones animales entre los machos con los que se cruza. ella, visiblemente incómoda, intenta bajarse la falda un poquito más mientras camina. debe tener frío porque hace frío. cruza la carretera con el semáforo en rojo, en un intervalo lento entre coches. se pierde por nostra senyora dels àngels. pronto será de noche. era realmente preciosa)

me pregunto si tanto se me nota el asco que me da el mundo. si es así, por qué hay gente en la que todavía despierto sentimientos de amor y ternura? qué es lo que hace que para ellos sea alguien especial? soy tan enemigo del mundo como me he sentido esta tarde? haciendo lo que hacen las personas normales, marco el teléfono del sr. linares y sí, partido de fútbol a las diez en casa de pol. tercero cuarta, yo vendré cenado, gracias, hasta ahora

viernes, 3 de octubre de 2008

no siempre, pero sí algunas veces, algunas personas. me fascina eso. alguien delante de mí. hay muchos más, pero todos se desvanecen y sólo tengo ojos para esa persona concreta. es como si fuera transparente. podría decir exactamente cómo es su corazón, hacer un mapa preciso de su manera de sentir, de sus reacciones. no sucede ni con los dos árabes que me dan por el culo con su conversación, ni con la chica que come pipas y guarda las cáscaras en otra bolsa, ni con la mujer que dormita justo a mi lado. ni tampoco con el chico que lee una revista de baloncesto. ni con la rubia de la maleta. ni con el negro de la bicicleta plegable. ni con la chica de los pantalones blancos y tobillos bonitos. ni con la gitana rumana que que que

la chica de las uñas rojas está llena de constelaciones

jueves, 2 de octubre de 2008

una línea que une esta fotografía con las fotografías de henryk ross. la vida que nace de la miseria. el aprendizaje erróneo de las leyes que rigen la comunidad. el juego, todo y nada

una línea que une esta fotografía con las hogueras de mi infancia. falta todo lo que está en mi recuerdo —el fuego, la noche, el humo, los maricas y los gritos—, aunque sé positivamente que es el mismo paisaje devastado, el mismo extrarradio sin luz en el que
una reunión de vecinos en la que todos gritan. no tengo nada que decir. los mandaría a la mierda pero no lo hago. bostezo. me harto. pienso en mis cosas. hoy he buscado fotos de mujeres mastectomizadas. en consecuencia, de pechos con cáncer. heridas como flores muertas después de la quimioterapia. en eso ocupo mi tiempo

el paro no deja de crecer. las fábricas siguen cerrando. el miedo se sienta en la mesa como uno más de la familia. todo se reduce a unos gráficos de colores y a cifras. a acusaciones mutuas. más bostezos. las noticias son un resumen de lo peor del ser humano. esta noche grabaré dexter. eso me hace feliz

hablé con begoña esta tarde. me da miedo cuando te quedas callado, me dice. lo siento, respondo. cuenta tu algo, propongo. es que no tengo nada que decir, contesta ella. la imagen de mí mismo subido a una silla con una pelota en la nariz. soy la estrella de esta función improvisada de circo y acabo de ser sorprendido por un montón de niños aplaudiendo

mañana nos veremos. y pasado también. aprovechar todos y cada uno de los ratitos que ella tiene libres. bien, de momento no me niego a nada. no tengo ganas, pero me miento a mí mismo y me digo que sí, que estará bien, que será sólo un rato. me gustaría que la relación estuviera más equilibrada y poder decidir también yo cuándo vernos, pero eso no es posible ahora. me sigo sintiendo un animal obediente, un animal de paciencia infinita. tengo miedo de abrir la boca y que se vea el cerdo que llevo dentro

no hablo mucho, no. arrugo la nariz y pienso en todos los muertos que están apareciendo en tijuana. paisajes desolados como un vertedero humeante en el que juegan chiquillos mugrientos. colmenas de cemento en las que convertirse en adulto. recuerdo que mi infancia siempre huele a quemado. hacíamos hogueras al lado de la autopista. pavesas atrapadas en el humo, elevándose hacia el cielo. a veces creo que no he conseguido irme nunca de allí, de esas noches

(los maricas se quedaban en el coche de lorenzo, tocándose las pollas hasta hartarse. el cristal empañado escondía todos los secretos de la calle)

miércoles, 1 de octubre de 2008

todo el día dentro de un escáner. digitalizar un montón de páginas de un libro. una edición facsímil. no son escaneos normales, no. voy con cuidado, retoco mucho, soy meticuloso, obsesivo. así se me pasa el día. bostezo, pero no mucho. no puedo hacer más. lo peor es que ya no quiero hacer más. he aprendido a bajar la cabeza y a obedecer. el animal y su yugo. soy un buen buey

(en las noticias de las seis, una voz anónima da la noticia: valentín roma será el próximo comisario catalán en la bienal de venecia. el año que viene. algo se me retuerce por dentro. abro una ventana de firefox y tecleo su nombre. amplío la información en varios portales de noticias. busco fotos suyas. hasta husmeo en su web personal, llena de chistes muy suyos, negro tinta. ahora se afeita la cabeza. lo sé: la última vez que le vi, estaba en el h&m de portaferrissa y disimulé para no saludar. iba con su novia de siempre. por pepa sé que se ha separado hace poco. pepa insiste en contarme gilipolleces sobre su vida. se ven a menudo porque ella le lleva la contabilidad. pepa tiene en la boca millones de cosas que no me interesan pero no se lo digo, sólo sonrío como un retrasado mental más mientras espero el momento de despedirnos con un beso y un abrazo pequeñito. hace días pensaba en él. incluso hablé de él con virginia, supongo que a santo de el lado oscuro del corazón, una película que no me gustó nada y que a él le encantó. ven, repite conmigo: doce años viajando a la velocidad de la luz en direcciones opuestas)

hojeo el libro que compré el otro día. ha llegado esta tarde. una bolsa de plástico de mrw. cadáveres en bolsas de plástico difíciles de romper. betty se estira. jugamos. ladra. río. sí