sábado, 31 de marzo de 2012

(tu padre ha muerto, dice mi madre, y he comprado una palmera para poner sus cenizas. bien, claro, respondo. acabo de llegar a casa y es un sueño. justo después, como si el tiempo estuviese doblado sobre sí mismo, vuelvo a entrar por la puerta y el comedor está lleno de gente que no me resulta desconocida, la palmera ha crecido y las raíces han reventado el patio y el agua se filtra al parking y tenemos que pagar los destrozos, hasta muerto sigue jodiendo, despierto, le cuento el sueño a mi madre, ambos reímos, viernes de primavera)

(no dejo de pensar en una mujer en la manifestación del otro día: histérica, golpeando las mamparas externas del mercadona de la plaza pere quart, es alta, delgada, con gafas, sobre los cuarenta, lleva una chaqueta tejana con una bandera republicana cosida en la manga y el pelo recogido en una coleta, grita y insulta, nunca antes la había visto pero conozco a su pareja, se llama sebastián, tiene los dedos grandes llenos de pintura y la cara quemada por el sol)

(pienso en las lecciones morales que todo el mundo está dispuesto a dar, en aquellos que lo tienen todo tan claro y caminan a treinta centímetros del suelo. pienso en las imágenes del starbucks ardiendo y en lo que significa violencia y en qué líneas estaríamos dispuestos a cruzar. pienso en lo que me separa de la gente que está a mi alrededor, en la gente que quiero aunque no sepa cómo, en todos mis buenos propósitos que sólo son rayitas en un papel)

(la familia de sebastián hizo la vendimia en francia durante los últimos sesenta y los primeros setenta, en el barrio era respetados por ello, buena gente trabajadora, con el dinero que ganaron abrieron un bar —bar parada, en la carretera de barcelona—, eran un montón de hermanos y sebas era el penúltimo, todos grandes y idénticos, cabezones, con los ojos tristes y la nariz aplastada, jugábamos juntos cuando teníamos catorce años y nadie le podía quitar la pelota, no es que fuera bueno, es que era una puta bola de sebo que tardabas una semana en rodear, ahora no, ahora sólo es una montaña de farlopa y repentina conciencia social)
(sueño que hay mesas metálicas y sillas en una plaza pero sólo estoy yo y como un bocadillo y ahora también hay un perro pequeño que me mira, lo acaricio, me lame las manos, le doy trocitos de pan hasta que ya no queda nada y siento pena, podrías venir conmigo, despierto)

(otra vez esa plaza, un hombre negro camina tambaleándose, bebe leche de una botella blanca y come pan con hambre, la gente pasa por su lado como si fuera invisible)

(sueño con trabajo, pantallas de ordenador llenas de notitas amarillas con el mismo mensaje, un documento de dreamweaver que no vincula las imágenes, pasa el tiempo y el problema no se resolverá nunca, siento que fracaso)

(el aire empieza a estar lleno de polen, los ojos rojos, la vida en un montón de kleenex usados que caminan lentamente)

jueves, 29 de marzo de 2012

(desánimo porque todas las guerras están perdidas. recorremos el pueblo en el que vivo cerrando las tiendas que han querido abrir, buenas palabras, gritos y persianas que bajan un rato y después abren hasta la mitad y después abren del todo, gatos y ratones. democracia, la palabra mágica, la llave que abre todas las puertas, que valida los argumentos más tristes. tú tienes libertad para hacer huelga, yo para trabajar, dice una chica que debe cobrar setecientos euros vendiendo barras de pan en una franquicia de mierda. albert y yo pasamos el rato haciendo comentarios sarcásticos da igual sobre qué o quién, pero con predilección por un personaje con el kit de comisiones obreras, gorra, chaleco, chapas, adhesivos, panfletos y banderola. hace un día precioso, calor tranquilo y lemas que se corean sólo porque riman, pero ese tipo es capaz de joder unas vacaciones)

(una pareja de heavys que caminan de la mano, él lleva la sudadera negra llena de pelos de perro y ella es de color ampliamente azul)

(un hombre de mediana edad sopla una corneta de cien años y el ruido que sale es un estertor negro y antiguo, encharcado)

(familias enteras llenas de hijos, con pancartas improvisadas sobre trozos de cartón y palos de escoba)

(críos que se lían a patadas con las persianas de las tiendas, lo han visto en los mayores, aprenden rápido, pequeños cachorros de perfecto paleto)

(chicas que están pendientes del móvil y de lo que sucede en barcelona, el starbucks de ronda sant pere está ardiendo y se felicitan por ello)

(tres nazipunks de veintipocos a los que conozco de vista, el de la barba trabaja de cartero y lleva una camiseta de skrewdriver)

(una chica preciosa con un espeso flequillo negro, su pareja le acaricia la nuca, una niña juguetea a su alrededor, mosquita de color rosa)

(gente que aplaude desde los balcones, el sonido de un tambor, procesión de muertos vivientes, nuestra seguridad, nuestro futuro no están rotos)

miércoles, 28 de marzo de 2012

(guardar una foto doblada en el bolsillo, follar a escondidas, vomitar contra la nevera llena de imanes de colores, huelga general en veinte minutos, soy una suma de resultados que decepcionan, el hijo pródigo y el óxido en tus putas esperanzas)

martes, 27 de marzo de 2012

(hola, tengo la cabeza llena de explosivos, de mecanismos que no me dejan moverme deprisa, de grandes planes y resultados vagos. la cabeza llena de chicas que se tapan la cara y huyen en todas las direcciones a la vez. la cabeza llena de arena, vidas y desiertos, el miércoles es la cima de la montaña y el momento álgido de la piel vacía)
(también sueño con pedro arrabal jiménez, estamos en las gradas de una pista de cemento cubierta con planchas de metal, ahí jugábamos con dieciséis años, bajamos, hablamos, botamos, reímos, lanzamos a canasta y entran fácil porque todo es fácil —todo es tan fácil—, el sol que entra por los ventanales me deslumbra, despierto, martes sin excusas, estoy sentado en el borde de la cama, empapado de sudor, me seco con la camiseta, no veo nada, estoy medio dormido y son las dos de la mañana en el despertador negro que está en el suelo)

lunes, 26 de marzo de 2012

(la polla de ese hombre joven y atlético es un trozo de carne hinchada y tumefacta, tripa llena de silicona y hilos de nylon que le confieren un aspecto entre siluro y charcutería, lentas inyecciones con veinte centilitros de felicidad, el escroto lacio y vacío, tinta gastada en un tatuaje mal cuidado, siete minutos y veintidós segundos de profundo interrogatorio acerca de la belleza inútil, la belleza enferma, la belleza mentirosa y abisal, una gota de sangre, el sexo ennegrecido y enfermo, cuarenta y cuatro kilos de carne podrida en su matadero)
(sueño con daniel, con botellas de vino empaquetadas en una caja de cartón blando, con un barco gigantesco y oxidado y aguas de aceite negro, con la calle calvari como una rambla fría y tranquila donde los tilos dan una sombra que tiembla en el suelo, con una casa abandonada donde vive la madre de pedro arrabal jiménez, tiene las piernas llenas de varices oscuras y apretadas, me siento en una silla, miro hacia el cielo, quiero volver atrás pero no sé cuál es el principio, buenos días)

domingo, 25 de marzo de 2012

(sueño que cuido un niño, tiene diecinueve años y el cuerpo de un bebé enfermo, flaco y arrugado y pálido, con el corazón latiendo demasiado deprisa, como un cachorro asustado, no habla, lo envuelvo en trapos blancos, le beso la frente, siento que le quiero mucho, despierto)

(sueño que hay un hombre ante mí, estamos sentados en una cocina, paredes embaldosadas hasta media altura, intento tocar su cara y ésta cambia, ahora es un viejo con barba, ahora es una mujer pintarrajeada, ahora es un chico con un acné atroz, ahora es una mujer con síndrome de down, ahora es hasta cien o mil personas, despierto un poco)

(sueño que un perro pequeño me mira, me lame las manos, me guiña un ojo y sonríe, me ofrece su culo, hay más gente pero nadie parece advertir lo que está sucediendo, estoy sentado en el suelo y llevo unos zapatos negros demasiado grandes, están sucios, despierto riendo)

sábado, 24 de marzo de 2012

(el tiempo ralentizado. el chico de las zapatillas rojas simula la defensa de un contrario, bota, finta, pivota, se eleva, lanza a canasta con una suspensión tan lenta que recuerda el último salto de nijinsky, una vida entera en el aire mientras la pelota describe un arco infinito y entra limpiamente en el aro, swosh, así una y otra vez, swosh, swosh, pura irrealidad: nadie tiene diez segundos para tirar, salvo en las putas películas americanas)

(cansancio no equivale a sueño. alcohol no equivale a sueño. madrugada no equivale a sueño. los minutos como losas, la cabeza, los monstruos, los fantasmas, una paja, dos pajas, la ficción. me miro al espejo mientras el mundo duerme, los ojos rojos y los párpados viejos, me paso la mano izquierda por el vientre, un perro ladra en algún lugar, escojo desayuno, ducha, cepillo de dientes, escojo boxer y camiseta blanca con agujero en el costado, calcetines negros, jersey perruno de color beige, parka alemana que se cae a trozos, zapatillas negras y tejanos tristes, escojo manifestación de parados, gente que no me importa y a la que quemaría viva sólo por ver qué coño, gente a la que aprecio y respeto profundamente, verdaderos santos de la revolución proletaria, a santa compaña versión vanguardia y lucha obrera, escojo caminar lentamente, el tiempo ralentizado, escojo que no hay nada que escoger salvo nuestra buena parte de mugre y consigna, pedazo de epifanía)

viernes, 23 de marzo de 2012

(la mujer desnuda que se pinta un niño en el vientre, quiere estar embarazada, pienso en babi yar, siento pena mientras corretea por la casa, tiembla su carne blanca a cada paso)
(ahí dentro sólo hay pus, me digo, heridas, infección y peces muertos)

miércoles, 21 de marzo de 2012

(me miras por un agujerito del muro, te escondes como se esconden los niños que hacen travesuras, descubres quién soy, que huelo como un montón de mierda, que sólo tengo fantasmas y ceniza, movimientos mecánicos, mentiras y las manos sucias después de tanto escribir y arañar, buenas noches)

martes, 20 de marzo de 2012

(estar triste y arrastrar la cara por el muro, agonizar hasta que la luz se cae y se hace añicos a mis pies, hasta que se apagan las voces, carne caminando contenta hasta el barranco o la extinción. ayer descargué un recopilatorio de the go-betweens, bellavista terrace. la esperanza de darle al play y volver a tener veintinueve años. salgo del estudio a las seis y diez, cierro la puerta con triple vuelta a la izquierda y hace viento y huele a mar, sería una tarde preciosa para huir pero voy directo a casa y vuelvo a sentarme ante el ordenador durante un par de horas más, trabajos para isa, correcciones, dibujos, ella sonríe y yo me siento digno, sin muchas palabras pero digno, hoy ha sido un buen día de trabajo)

(huir sería comprar tabaco, sentarme en un bar, beber café con leche, mirar los trozos de carne sin sentirme sucio, desear una erección, perderme en el recuerdo de los besos limpios llenos de peces transparentes, cantando aguamarina y sanatorio y hierros oxidados)

domingo, 18 de marzo de 2012

(sueño con francisco javier y manuel cayetano, era gemelos y estudiaban con mi hermano menor en el colegio, buenos chicos trabajadores, francisco enlataba carne de caballo, él mismo mataba los animales con un golpe de mallo en la frente; manuel cayetano atravesaba el atlántico y el pacífico y todos los mares y estrechos en un petrolero, era el capitán, nos encontrábamos en una fiesta o una feria, todo luces y caras familiares, ruido y calor, abrazos, sonrisas, caras de sorpresa, íbamos del petrolero al matadero, de la carnicería a la noria, había un muro hasta el rompeolas y allí tirábamos las pieles al mar)
(sueño con una mujer desnuda que se pinta un niño en el vientre, quiero estar embarazada, me dice, pienso en babi yar, siento pena mientras corretea por la casa, tiembla su carne blanca a cada paso)

(sueño con hans, un alemán viejo que nunca tiene frío, la piel quemada por el sol, arrugas profundas cuando sonríe, hago dieta para perder veinte kilos, sigue sonriendo, hans está delgado y con veinte kilos menos será un esqueleto moviéndose despacio)

(es una casa grande en medio del campo, hay chiquillos en columpios viejos y coches a medio desmontar)

(sueño que tengo un reloj que se para con facilidad, me acompañarías al médico, pregunta mi madre, tiene miedo de mi respuesta, sí, claro, a qué hora, a las cuatro y cuarenta de la mañana, un análisis de sangre de madrugada, está enferma, se pone un gorro de lana, nos vestimos en silencio, chaquetas abrochadas, tengo otro reloj en el bolsillo y no funciona, está oxidado y nadie puede arreglarlo, despierto y la boca llena de arena y humo)

sábado, 17 de marzo de 2012

(jueves por la tarde, mònica y yo bebemos cerveza, no hablamos, bostezamos, ella fuma, las conversaciones en las mesas que nos rodean contaminan el aire, nos vemos de vez en cuando, nos ponemos al día, qué día, no hay día, dentro de un rato volveré al trabajo, estos últimos días han sido atroces, la vida es una zanahoria ahí, sólo tienes que cogerla y buscar la siguiente, llámala futuro)
(madres y padres con pequeños en brazos, la tarde en comunión con la bondad del consumo, las calles, la puerta del colegio, cualquier centro comercial, todo está abarrotado de pieles de tamaños parecidos, enjambres de sacos sucios que actúan sin pensar, lo quieren todo y lo quieren ahora, comer, saciarse, seguir comiendo, ninguna diferencia con los muertos vivientes que esperan un ruido —una señal en el bosque, un movimiento que signifique vida, un cristal roto, cualquier cambio en la nada que les rodea— para entrar en la granja del viejo herschel y acabar con todo, si es que quedaba algo, capítulo doce, segunda temporada, the walking dead)
(sueño que estoy pintando y superpongo capas de pintura con las manos y la situación se me escapa de las manos y los colores se mezclan porque están demasiado líquidos y podría haber escrito encima y después tacharlo, es algo que hago mucho, escribir y tachar, borrar, morderme la lengua, romperme los dedos, apretar el corazón y los dientes, respirar sin respirar)

(el caso es que los cuadros están allí, en el suelo, son seis, las seis telas en blanco que aún tengo en casa y ahora están llenas de capas de pintura azul y blanca, también otros colores, amarillo cadmio y rojo y mezclas sucias de todos ellos, estoy en un sitio que no reconozco pero sé que es manresa, quizás es una fiesta o la sobremesa de una cena, es tarde, miro constantemente el reloj, hay una chica que me habla, le gusta lo que hago y me halaga aunque me parezca una mierda, creo que es tarde y tengo que irme, mañana trabajo, es la una y media y aún me queda una hora larga hasta casa, la chica me acompaña, salimos a la calle y está llena de gente, unos chicos chutan pelotas de cuero y se esconden en los portales, me enfado y me enfrento a uno de ellos, pierdo los papeles, despierto)

(antes de eso, el hombre de la cazadora roja llega con una botella de vino dulce y especiado, todos le conocen, le echaban de menos, estaba trabajando, le abrazan, es la pareja de alguien que quiero aunque no sé bien qué significa eso, me siento incómodo, celoso, bebemos directamente de la botella, aparta los cuadros y la pintura se mueve, me pide disculpas aunque pienso que no es importante, pero respondo seriamente, como si hubiera ocurrido algo muy grave, siento que estoy fingiendo un interés que realmente no siento, eran sólo manchas y no las sentía como propias con tanto color brillante)

(el vino tiene color azafrán, ha llovido, tengo las manos suaves, mezclo los colores encima de una mesa con mantel de tela blanco, el hombre al que me enfrento es un tipo enorme y pelirrojo que podría matarme con sólo pensarlo, seguro que hay muchos más detalles que podría escarbar pero, pero nada)

viernes, 16 de marzo de 2012

(un estercolero tan grande como el mundo en la televisión, la apagaría a patadas, el sueño me vence mientras escribo, cansancio, pena y lucidez, cruzo las piernas, me acaricio el pecho, los muslos, la polla, como fresas, pienso en lourdes, qué estará haciendo, llueve en sevilla, ella también se levantaba temprano, ha sido un buen día de trabajo, no he aprendido nada pero ha sido un buen día de trabajo, me miro las manos y el último cigarro en el paquete, soplo y desaparezco)

martes, 13 de marzo de 2012

(la vida de los demás ha dejado de interesarme, corazón de humo, apenas un mordisco de pan caliente y mantequilla, la noche sin celofán, sin medicación)

(días de trabajo que no prometen nada más que eso, trabajo, una noria de horas ocupadas y el vacío después, la libertad es un pez que boquea en el suelo, ahogándose, por mucho que me aleje siempre está a mi lado. hoy he soñado con jeringuillas llenas de algo blanco, un pinchazo en el corazón, despierto y sigo arrodillado)

lunes, 12 de marzo de 2012

(uno. miro la pantalla, dibujo unas líneas gaseosas en varios tonos de azul, remolinos y ciclones que no servirán de nada, todos acabaremos ahogados, río y bolsillos llenos de piedras)

(dos. no sucede nada, todas las rutinas del día son una amplísima coreografía que no sería difícil registrar, trabajar, comer, dormir, cagar. en medio, una hermosa nube de algodón rojo. en medio, una llamada de teléfono. en medio, un espejo y la frente llena de arrugas, los ojos del pescado)

(tres. la lupa se detiene en los dientes, ligeramente rotos en los bordes, blancos, heridas metálicas en el fondo del mar, la barba rala y las canas, la piel como una jaula llena de animales asustados, perros que nadie quiere)

(cuatro. la lupa en el corazón, la lupa en el amor quieto y el amor ausente, ceniza después de la gran guerra)

(cinco. recordar, ir más allá, entornar los ojos. mi madre sigue allí, incapaz de moverse de la cama, quieta en un charco de sangre, mi hermano y yo limpiamos como podemos la hemorragia, somos demasiado pequeños para saber leer, la luz brilla en el borde del vaso, me puedo pasar horas sin beber, hipnotizado por ese círculo que se acerca y se acerca hasta que desaparece)

(seis. mariposas atrapadas en una red, no hay nada más, un chiquillo que mira el torbellino sin entender, miro al chiquillo que fui y me sorprendo, la eterna maraña de mariposas, la vida en el anzuelo sin saber qué hacer, sin sentir deseo nunca más)

(siete. un desierto, una lámpara, las noticias, las mentiras. vienen los lobos y lloro, estoy en las antípodas de entender mi papel aquí, cien años sin lluvia, de aire demasiado caliente para ser invierno)

(ocho. escribo y reescribo el mismo muro de palabras, una y otra vez, mi nombre en el muro como la explosión de una estrella, una alambrada incapaz de olvidar, una partitura hecha de arañazos)

domingo, 11 de marzo de 2012

(uno. pienso en ròmul, en sus camisas blancas y la violencia que respira cuando bebe, me gusta su piel oscura, me gustan sus pies torcidos cuando camina y sus zapatos de tarado en primera comunión, tengo diecinueve años, me corto el pelo con una cuchilla de afeitar, la puta cabeza llena de trasquilones, son buenos años, grandes años de plomo y esperanza)

(dos. un escenario y una pareja folla en penumbra, se escupen y se insultan, ella se corre entre gritos, él se derrama dentro de ella, no en su cara, dentro de ella, la música es de algo tan horrible como wilco o elton john, cuando se encienden las luces, saludan entre aplausos y vuelven a su triste vida de animales vencidos)

(tres. tocar un piano desafinado mientras el polvo se come los dedos y las ganas, así se componen los acordes y el aburrimiento)

(cuatro. cazadores de nazis —serie producida por la bbc, la puta basura más grande que uno puede esperar sábado tras sábado—, las rejas en el alma, una acera llena de latas de cerveza vacías y la pantalla llena de czesława kwoka)

(cinco. una batería de preguntas sin respuesta porque me gustaría sentarme en una escalera y mirar a la cámara con cara de persona interesante, contento de tener algo que explicar)

sábado, 10 de marzo de 2012

(pienso en iñaki rekarte, pienso en yoyes, pienso en nada más porque tengo las tripas ardiendo y la noche en el wc y en un sueño con piscinas de agua caliente en islandia y un hombre que se llama nieveciente y me fascina, peces de colores entrando y saliendo de un volcán de coral)

viernes, 9 de marzo de 2012

(hola, tengo diecinueve años y la universidad me importa un puta mierda, me paso las tardes fumando en el veintisiete de pepe el satélite, nos metemos bauhaus y joy division hasta querer ahorcarnos, the passion of lovers is for death, said she, bajamos al local de ensayo y bebemos cerveza de litro que compramos en la bodega de la esquina, pilar y sus diez hijos mongólicos, seguimos quemándonos los dedos hasta las tantas, así hoy, así mañana, eran realmente buenos esos años negros)

jueves, 8 de marzo de 2012

(but through it all i kept my eyes on you. a mil metros de profundidad, la presión es enorme, la vida es sólo química, reacciones que se producen entre átomos y moléculas, un desierto y una pared desnuda, salpicar gilipolleces cuando no se tiene imaginación ni brillo en la punta de los dedos, la televisión encendida esperando nada)

(una mujer gruesa con las bragas negras manchadas de flujo, hay botes de detergente derramados en el armario de la habitación, follaremos en el patio de luces, llueve, hay columpios rojos desmontados que tendría que llevar a casa de isa, marcel ha vuelto de kenia, àngels está contenta, nos mojamos todos bajo la puta lluvia, enseño a leer a un niño con síndrome de down y cuido de él, que no tenga frío, una playstation encendida con la última versión del príncipe de persia saltando sobre espadas, despierto, me dejo atrapar, después viene la bombilla y revienta, buenos días, bendita obsolescencia programada)
(hoy he comido patatas hervidas y he soñado que llovía y me empapaba y ha estallado la bombilla de la habitación al encender la luz, eran las cinco y algo. hace un rato ha llamado daniel y hemos estado con helicópteros y restaurantes, messi es la mejor anestesia para seguir durmiendo)

(saltan los plomos, las velas están en la alacena de la cocina; las cerillas, en la encimera, el contador en el pequeño armario de la entrada, la vida a tientas, en el huracán que viene y está lleno de ceniza)

miércoles, 7 de marzo de 2012

(llaman a la puerta y es les, por si vemos juntos el partido en su casa, me hundo en la silla, prefiero quedarme aquí, con mi jersey negro lleno de electricidad estática y la película de la segunda cadena, con el cuenco de sopa y los calcetines sucios en el suelo de la habitación, prefiero quedarme aquí y elevarme y desaparecer)

(llaman a la puerta y es blas, el vecino del tercero cuarta, llaman por teléfono y alguien tiene grandes planes para mí, un correo electrónico en la bandeja de entrada del thunderbird me recrimina mi poca atención y mis pocos detalles y mis muchos silencios y mi casi nulo interés, pronto será abril, pronto el verano y el asfalto caliente, pronto otro invierno enfrentándose a éste que no quiere acabar, el zoológico hacinado de animales vencidos —hembras preñadas, machos ociosos, los sacrificios de hoy, la prosperidad de mañana—, el pequeño oskar aporreando su tambor de hojalata hasta que las palabras se derramen como antes)
(tarde de fútbol equivale a no decir nada, silencios cosidos con hilo de pescar, piezas que faltan en los ojos, imposible ver dónde acaba el cable tendido entre dos cielos y cuál es el siguiente paso, el beso y la devoción al monstruo)

martes, 6 de marzo de 2012

(reducir el sexo a bofetadas, pollas, culos y coños, bocas hambrientas, mordiscos y orín. reducir el sexo a insultos y saliva, lágrimas y rímmel ensuciando los ojos, arcadas y malos movimientos copiados a otros cuerpos, semen en la cara, grito de animal que muere una y otra vez. reducir el sexo a pena y culpa y vergüenza, bonita carnicería de elefantes)
(el cuerpo se transforma en algo desconocido. pere, otro viejo que se muere lentamente, mieloma múltiple, hablo con su mujer en la esquina, vivimos cerca, hablamos, me cae bien, es una buena hijadeputa del pp pero me cae bien, ha sido peluquera toda la vida; su marido, impresor, estudié con su hija, a todo el mundo se le caía la baba con su hija a los dieciséis años, volver a meter la vida en el agujero)

(en qué se transforma el cuerpo cuando. porque vuelve a hacer frío y no hay nada que parezca suficiente para guardar el calor dentro de la piel. begoña me escribe, me manda fotos de aitana, está graciosa disfrazada de mejicana, su marido sigue sin trabajo pero no se desanima, tiene proyectos, es importante tener la cabeza clara y no dejar de pensar en el futuro, todo saldrá bien, guardo las fotos y no las volveré a mirar, por mucho que me hayan emocionado)

(mi madre me envía fotos del sábado, víctor sonríe, mi hermano sonríe, noemí sonríe, mi madre sonríe, todo el mundo sonríe y la película se llama liberad a willy)

lunes, 5 de marzo de 2012

(historia de supervivencia en la charca de la empresa, la cabeza en un agujero de trabajo y bien, qué bien, mejor así, mejor no pensar hasta que llaman por teléfono y salto, no estoy acostumbrado a que me suene el ring histérico en la nuca y además tengo frío y me duele el costado y me duele el tobillo y me quejo y gruño y rebuzno y rechino pero estoy contento porque no tengo un sólo segundo para pensar, todo perfecto, jilguerito en la jaula metálica hasta que suena el timbre y bajo a abrir y una chica sonriente, dulcísima y mugrienta me pide una moneda, el chándal lleno de mierda, el pelo rojo en un nudo, zapatillas blancas y doradas, es idéntica a begoña y de pronto pienso en ella, en qué estará haciendo, en su marido y en su hija y en todas esas cosas que antes estaban y que ahora ya no están y es entonces que ya no hay trabajo que me salve, todo es un incendio y el mecanismo de succión y fricción me arranca el calor en los ojos mientras cierro)

domingo, 4 de marzo de 2012

(la esperanza como un cachorro tibio que cierra los ojos y se relame la nariz. un pájaro en el corazón que sueña con el gancho del que cuelga el animal mientras se desangra, con el hombre que clava el cuchillo que abre su vientre, con las tripas que caen y el charco en el suelo, con las paredes blancas embaldosadas y la manguera de agua fría, con las botas de plástico, con una sala llena de espejos y nuestra imagen al final del túnel)

sábado, 3 de marzo de 2012

(hola, me he quitado el pelo de la cabeza y de la cara, mi nombre es kurtz y tengo sentido del humor aunque me pase el día pensando en cosas feas, esta selva es un paraíso sudado que huele a asfalto, silencioso, sin santos en los que creer)

(el cumpleaños de víctor, el hijo de mi hermano, trae bajo el brazo impagables escenas familiares, tantos regalos, tanto papel, tantas caritas de asombro mirando el reloj)
(cambiar el sistema o reventarlo, soplar las putas cenizas, las terrazas llenas de gente que viste igual y piensa igual, cuerpos en ganchos de carnicero, las manos frías, niños que esquivan besos, un millón de muertos en las putas tripas)
(un trabajo alienante, consumo y pornografía para seguir vivo. el único talento que el sistema necesita de ti es tu capacidad para devorar pollas. quién quiere cambiar el sistema, si sólo necesitas una posición de privilegio. black mirror, de charlie brooker)
(me miro al espejo, me enseño los dientes, no sé qué clase de animal soy, ya no tengo las manos ásperas, respiro con dificultad, el alma en bombardeo, los pasos vacíos y culpables)
(hundir la mano en el agua y sentir la piel fría, el torbellino, cerrar los ojos, el día empieza y sólo es un paso más, equlibrista)
(sueño que estoy en un barco diminuto y muy alto, como un rascacielos clavado en algo que sé que es un mar pero que se mueve hacia arriba, una corriente vaga, podría ser un río de caudal amplísimo, no sé, el caso es que es la punta del iceberg y todo son escaleras y terrazas y gente que no conozco y es de noche y si miro hacia abajo sólo distingo un hervidero de peces negros, demasiados peces ahogándose, brillantes, temblorosos, enormes, despierto, primer sábado de marzo)

viernes, 2 de marzo de 2012

(me dibujo una sonrisa pero sólo es un borrón, nudos y enredaderas convirtiéndome en un monstruo, es viernes y tengo una tonelada de trabajo para la semana que viene, debería ser positivo si no fuera un placebo, otra pastillita azul, lo que soñé se ha ido desvaneciendo a lo largo del día y ahora sólo es un puñado de palabras inconexas, cada vez soy más pequeño, pronto sólo seré una mota de polvo con el corazón incendiado y la rabia mordiendo en la boca, feliz viernes que suma y sigue)

(doce barritas de plastidecor nuevas a estrenar, unos labios rosados que respiran letanías, dolor de espalda y fósforo en los ojos, los días a trocitos, la piel, el nudo, el miedo, liarme a patadas con la puta madre de cualquiera)

jueves, 1 de marzo de 2012

(pienso en el italiano del rincón, sucio y aceitoso, incomprensible con su frío y sus pies desnudos. pienso en vicente sacando trombones bajo la luz amarilla, camino de la furgoneta aparcada en la plaza. pienso en los dibujos de tiza en la pared, llamaradas azules y naranjas a trazos finos, pequeñas explosiones sobre pizarra gris, chicos modernos de barcelona con chaquetas de lana y gorros de lana y gafas de sol y barbas y pantalones de tres tallas ridículas. pienso en gem —ella lo pronuncia shame—, es brasileña y deliciosamente culona y en cómo insiste en mi amor de treinta euros en un portal, la mesa y el café)

(pienso en las cabras enfermas y en cómo esas chicas se defienden, animales despellejados a medias y cómo el agua brilla en su piel llena de cortes. pienso en la polla del pequeño retriever marrón, nueve meses y polla de viejo sin ganas)

(la ciudad quiere arder, jóvenes terroristas encapuchados en el recinto de la universidad, criminales organizados pagados por bilbao, todo debería estallar de una puta vez)
(sueño que estoy en una pensión en la calle portaferrisa, a la izquierda según bajas por portal de l'àngel, una habitación grande con luz cálida, no son camas, sólo colchones ordenados en el suelo, están mis amigos pero sólo reconozco a míriam en un extremo de la sala, ella duerme, todos tenemos edredones amarillos, sueño que despierto y son las tres, que despierto y son las cuatro, me levanto en silencio y salgo a caminar, la ciudad casi vacía, sólo prostitutas, una chica alta y joven y guapa me aborda y camina conmigo, se llama gem —ella lo pronuncia shame—, sólo lleva ocho semanas en españa, al principio me incomoda pero después me inspira ternura, no llevo dinero ni tengo ganas de sexo, nos sentamos en una terraza que abre temprano pero nadie nos atiende, son las siete de la mañana y debería volver a la pensión, ducharme y ir a trabajar, nos despedimos, le pido su correo electrónico, gemgranda con un montón de números que seré incapaz de recordar, le doy el mío y ella ríe)

(bajo por portal de l'àngel patinando sin patines por un suelo de mármol blanco y brillante, choco contra paredes cuidadosamente pintadas con tiza, dejo borrones, ya no queda nadie en la pensión, sólo míriam y sigue durmiendo)

(en la pensión también vive un italiano sucísimo y enfermo, envuelto en un lona de vinilo de color azul, inmóvil en un rincón, me acerco a él, me ofrece la mano y se la beso, me habla en su lengua y no entiendo nada)

(en un sueño anterior, recorremos un río con las orillas llenas de cabras moribundas, viajo con gente que no conozco en una barca plana y larga, sólo tenemos que empujar los animales a la corriente para que se ahoguen pero se transforman en chicas llenas de heridas, vestidas con harapos, que intentan defenderse)

(hay que lanzar al agua a los perros grandes, alguien tira un cachorro de retriever marrón, el agua es poco profunda y salto para salvarlo, el perro tiene polla de persona adulta y tiene miedo, lo dejo en la orilla, tiembla, despierto)