miércoles, 7 de marzo de 2012

(llaman a la puerta y es les, por si vemos juntos el partido en su casa, me hundo en la silla, prefiero quedarme aquí, con mi jersey negro lleno de electricidad estática y la película de la segunda cadena, con el cuenco de sopa y los calcetines sucios en el suelo de la habitación, prefiero quedarme aquí y elevarme y desaparecer)

(llaman a la puerta y es blas, el vecino del tercero cuarta, llaman por teléfono y alguien tiene grandes planes para mí, un correo electrónico en la bandeja de entrada del thunderbird me recrimina mi poca atención y mis pocos detalles y mis muchos silencios y mi casi nulo interés, pronto será abril, pronto el verano y el asfalto caliente, pronto otro invierno enfrentándose a éste que no quiere acabar, el zoológico hacinado de animales vencidos —hembras preñadas, machos ociosos, los sacrificios de hoy, la prosperidad de mañana—, el pequeño oskar aporreando su tambor de hojalata hasta que las palabras se derramen como antes)