jueves, 31 de enero de 2013


sábado, 26 de enero de 2013

(la ciudad enferma de gente enferma; las venas, de añoranza)

viernes, 25 de enero de 2013

(destruirlo todo, las sonrisas de los niños de ojos negros, el amor incondicional y el mentiroso, las caritas de perplejidad, los labios pintados, el cacheo de última hora, las lágrimas y el triunfo, todas las estrellas y el bosque cuando ya no queda nada más porque hasta los huesos arden)

jueves, 24 de enero de 2013


(seis millones de parados)

(sueño que apenas tengo dinero en el bolsillo y soy mucho más joven que ahora y quiero comprar algo y no sé el qué, cualquier cosa que me haga feliz, y paso todo el tiempo sentado en una zapatería, incapaz de moverme, viendo como todo cambia a mi alrededor y ahora venden ropa, pantalones vaqueros, camisas, zapatillas, pequeñas ruedas de skate y la dependienta que se maquilla demasiado tiene una risa escandalosa y no me atrevo a salir ni a volver)

(ahora camino por la calle hospital y no encuentro la puerta en la que entra la llave que llevo en el bolsillo, esa debería ser mi casa)

(ahora estoy en el coche y tengo que conducir —algo recurrente: un vehículo pequeño, sólo dejarme llevar y todo sale bien, siempre sale bien— pero esta vez algo se descontrola en el semáforo de la avenida primavera y provoco un accidente y un hombre es arrollado en su pequeña moto por un camión viejo, de esos redondos y oxidados. el hombre tiene hijos, dos gemelos suecos de doce años que ahora vivirán conmigo y mi extraña familia de viejos maricas que abusarán de ellos vistiéndolos de niñas en las fiestas y obligándolos a lamer los culos del peor de todos, el abuelo en silla de ruedas, a pesar de sus llantos y sus caritas de asco y pena, espectáculo al que asisto con horror y fascinación)

sábado, 19 de enero de 2013

(sueño que engordo y soy incapaz de dejar de comer y siento vergüenza y miedo ante el cristal de la carnicería porque visto de una manera ridícula para mi edad. sueño que marta y yo compramos farlopa con el último dinero que nos queda y su madre la tira por el wc y nuestro trabajo para recuperarla en bolsitas de plástico amarillo, deshaciendo grumos parduzcos con los dedos)

martes, 15 de enero de 2013

(caer para siempre, caer con los ojos hinchados y una maleta enorme llena de ropa sucia)

sábado, 12 de enero de 2013

(cero: un error de principiante en el trabajo. cuando algo tan simple como doblar correctamente un papel se convierte en una losa es que la presión está yendo demasiado lejos. el miedo me atrapa y me anuda y el bucle de caída podría durar toda la vida. a cuatro, tocado; a tres, tocado; a dos, tocado; a uno, tocado y hundido)

(cero: el barco se hunde. este barco y todos los barcos, porque ya no es un juego de estrategia infantil. pienso obsesivamente en la gente que me quiere de una manera incondicional y sólo siento pena por tanto amor desperdiciado en el fondo del mar. ojalá pudiera volver atrás. ojalá fuera más valiente, un buen nadador. ojalá pudiera dormir y peces abisales)

(cero: asfixia. me pregunto constantemente para qué. para nada, para nadie, para nunca y todo así, la única respuesta)

domingo, 6 de enero de 2013

(un mochilero australiano alto y flaco que apenas habla nada que se pueda entender. una chica con síndrome de down que se pintarrajea la cara y me roba las novelitas mohosas que guardo en el cajón y que es lo único que leo. una chica que folla con el australiano sólo para poder tener un sitio donde dormir. mi madre llorando porque mi hermano me revienta. mi hermano con la piel fría y húmeda, esperándome para hablar de cosas serias. una casa enorme con ventanales amplios de cristal ahumado. una piscina de agua oscura. ahí está el día de reyes)

(la chica con síndrome de down me enseña a pronunciar bien el polaco. el mochilero australiano tiene una gorra verde dos tallas más pequeña sobre la cabeza llena de rizos. la chica que folla duerme en mi cama. mi madre y mi hermano son mi única familia y sólo nos vemos para gritarnos, por eso tengo tanta rabia. ahí está el día de reyes)

viernes, 4 de enero de 2013

(por mucho que los abraces, nunca vuelven a la vida los niños ahogados)
(tú conoces a mi nieto, sí, vivía en el cuatro de virgen de montserrat, manolín que ahora está en dubai y se pasa la vida en aeropuertos y en edificios acristalados como éste, con piscinas de aguas oscuras en la azotea y niños ahogados envueltos en toallas sucias y escaleras que no llevan a ninguna parte y paredes levemente inclinadas en la suite nupcial)

(no sé quién es la mujer pero sí recuerdo a manolín: era un par de años mayor que yo, suave carne de cañón en las duchas de la cárcel)

(los niños ahogados, los niños azules, turquesas y noches, las toallas húmedas en en un cubo de plástico. los sueños que se quedan aquí, muertos de frío)

miércoles, 2 de enero de 2013



martes, 1 de enero de 2013

(the lovely bones, de peter jackson, algo así es el sueño, pisando charcos a la salida del cine de largos pasillos enmoquetados, con juank y carles y S y edith y los cerdos gayán y diéguez y pijuan en el momento del café y la señora noelia con los ojos llorosos porque nadie cenó con ella en fin de año)

(the lovely bones y la sima donde tiramos el saco y las cajas de cartón que se desmontan y el viaje en ascensor después del crucero y el niño pelirrojo que me admira por la colección de soldados de plástico)

(the lovely bones y otra vida después de muerto)