jueves, 28 de febrero de 2013

(ojalá te ayude a respirar y arder / sin dejar rastro)

lunes, 25 de febrero de 2013


(sueño que los restos humanos que encontramos en la cueva de xochimilco son mucho más modernos de lo que creíamos, apenas quinientos años, nada que haga tambalear las teorías sobre la evolución de las especies —darwin y grant-murray— que nos enseñaron en el colegio. sueño que mi madre tiene vértigo y se empeña en querer lavarse sola y aguanto su cuerpo mientras llega la ambulancia y los dientes se le caen sobre mi pecho mientras un tumor le crece dentro de la boca, apretándole las encías. sueño que llamo al trabajo y todos lloran. despierto y son las ocho)

(son huesos enterrados en el barro; como mucho, huesos de español hambriento de oro)

sábado, 23 de febrero de 2013

(sueño que he vuelto a casa de mireia y el suelo de la habitación está lleno de moscas demasiado pesadas para volar, moviéndose lentamente, pegajosas entre ellas, intento no pisarlas mientras busco el insecticida pero tengo los pies llenos de sangre)

jueves, 21 de febrero de 2013


martes, 19 de febrero de 2013

(duele)

jueves, 14 de febrero de 2013

(one thousand miles an hour / i'm just like anyone / i want to feel / the road of tar beneath the wheel named extinction / and evolving from the sea / would no be too much time for me / to walk beside you in the sun)

martes, 12 de febrero de 2013

(nos desangran, la historia interminable)

domingo, 10 de febrero de 2013

(la pena es un perro pequeño que lame mis manos y me excita y me hace llorar sin que nadie se de cuenta, claro, están todos hablando a la vez y son fantasmas atados a mí)

sábado, 2 de febrero de 2013

(pienso en miguel ángel blanco y en todo lo que somos capaces de aguantar. aprendemos a respirar la mierda que nos rodea y asumimos el statu quo con la alegría de los terneros en el pasillo del matadero. siento asco y desesperanza: todos nuestros pasos nos llevan en una única dirección, la del callejón sin salida, y allí nos apretamos, nos quejamos, buscamos calor y afecto, engordando de puro miedo y asco hasta que el matarife sonríe y se acerca)