miércoles, 30 de julio de 2014

(escribo sobre árboles que beben de los muertos y los locos, que aprenden cómo el vuelo de millones de millones de langostas y la voz antigua y quieta sobre el barro, que temen cada uno de los días como otra serpiente ácida, afilada, que miman los cachorros del rey jorge, cómo corren, con cometas en las manos)

domingo, 27 de julio de 2014

(el calor es un martillo en la frente del cerdo: un segundo antes de elevarse a las estrellas, corre por el descampado junto a la autopista, hunde las manos en el barro, siente a satán recorriendo sus costillas con la lengua)
(diez años después, la carnicera hunde su hermoso cuchillo negro en mi pecho, me arranca el corazón, lo muerde con fuerza hasta que arde)
(sally conway alza su copa y brinda por todos y cada uno de nosotros, nos mira a los ojos, recorre nuestras venas y la mierda del alma antes de despedirse y echar a volar con mi puño en la boca, desapareciendo como todos esos aviones en el cielo sin ángeles)

sábado, 26 de julio de 2014

(tren, andén, balasto, vías, andén, balasto, vías, tren, andén, balasto, vías, vías, trenes, balasto, vías, vías y trenes hasta que se acaba la fuerza en la piernas y un muro de metal, pared de guillotina, una ciudad que no conozco y que es igual a todas las ciudades espejismo, noche y calles de serpiente, luz de óxido, otro lugar para dormir en las casas que trepan la montaña o se hunden en el mar, otra mujer con cuerpo de nido o vaina, despierto, la boca es el mismo jasenovac de cada vez, la misma piedra en el vientre, la misma urgencia al masturbarme)

viernes, 25 de julio de 2014

(tendrías que irte, no soy un buen lugar para crecer)

martes, 22 de julio de 2014

(màrius es mujer y tiene polla, su culo es un túnel hacia el matadero, un abismo de color rosa por el que se despeñan trenes ardiendo, cuido de las llagas de su boca escupiendo en ellas, su piel suave es enfermedad cada vez que empujo o despierto, sesenta y cinco años de ficción llorosa)

lunes, 21 de julio de 2014

(los hermanos de olza, antes de desaparecer en el cuarto oscuro, en las escaleras, en la pared azul de prusia junto al lago, han tirado toda su ropa a un pozo, isaac y yo la sacamos, nos vestimos con ella —pantalones desteñidos, sucios de óxido; camisas viejas y quemadas por relámpagos; gastadas botas gokey orvis, hechas a mano en manchester, vermont—, nos convertimos en personas diferentes, hombres altos como sequoias, hombres viejos que aman a los pequeños etíopes, larguísimos y costosos procesos de adopción)

(los hermanos de olza, dueños de tantos cuadros de bruckner, desnudos en el arcén de la autopista, el menor cuida del mayor, un abrazo desafiante ante el miedo: en los coches que aminoran la marcha hay rabiosos niños perro con nombre de acantilado)

sábado, 19 de julio de 2014

(la madre joven juega con su cachorro mientras el padre hace lo propio con su teléfono móvil. alrededor de la mesa, cuatro generaciones de grasa triste y caliente se consuelan chapoteando en recuerdos de las últimas vacaciones, lugares comunes y arenosos, platos y vasos vacíos, lenta digestión de las piezas del puzzle)

(viven apiñados en algún piso de esos edificios —gigantes de hormigón en mitad de la nada que avanzan balanceándose hacia ningún lugar, en un movimiento infinitesimal, apenas perceptible—, felices de no saber quién les pudre la carne)

jueves, 17 de julio de 2014

(infinitos ladridos de perro en el piso contiguo mientras me masturbo delante de la mujer, ella grita como si tuviera el recto lleno de abejas, la casa se desmorona, ahora soy un archipiélago que lamer en el suelo de parquet flotante)
(en el pequeño piso franco de la calle antic de bofarull, una chica africana duerme en el sofá mientras la vieja —un esqueleto azulado y lleno de bultos cuyo culo huele a almendras dulces— y yo hablamos, follamos, fingimos el orgasmo para acabar cuanto antes)

(llegaron tres esta tarde y ya se fueron dos, mañana vendrán a por ella los cazadores de pieles)

miércoles, 16 de julio de 2014

(hoy, ahora, camino por la calle coll i vehí durante diez años sin detenerme ni dormir, comiendo basura hasta tener arcadas, esperando otra vez la puerta abierta, las olas de hierro en la columna)

martes, 15 de julio de 2014

(ahora el descampado junto a la autopista es un campo de trigo verde y llueve mientras cinco niños vestidos de blanco caminan de la mano detrás de un hombre con paraguas, se alejan en dirección al bosque, al campo de los gitanos, pasan junto al coche abandonado en el que mi padre escondió el cuerpo)

lunes, 14 de julio de 2014

(empar dulcet se sienta a mi lado en la biblioteca, hablamos del viaje de regreso, de sus compañeros en el campo, de esther y de los muros de los húngaros y de los arcos que se elevan como puños hacia el cielo, del ático en el que vivo escondido con sus padres, despierto, corro entre las llamas y el estruendo de tambores, niños de cera que se derriten en mis brazos, fina piel de tinta que no puedo salvar, palomas que aletean contra el suelo, lloran asfixiándose, despierto al mismo tiempo que las luces sobre el cuadrilátero, el olor a sudor empapándolo todo, despierto sin empar dulcet)

domingo, 13 de julio de 2014

(en esas imágenes —fantasmagóricas escenas en las que un hombre sin rostro sodomiza a una mujer de mediana edad, un ángel de cabellos rojos y temblorosa grasa corporal que chilla hasta morir, pollas brillantes y afiladas como cuchillos de carnicero, semen con mierda en la boca de pétalo— desaparezco)
(no existe un sólo recuerdo bonito que sobreviva a diez horas mirando pornografía, ficción de gritos húmedos en esfínteres como cuevas, pellejos en descomposición, vértigo con cada tren de mercancías atravesándome la espalda)

sábado, 12 de julio de 2014

(el hombre come despacio, vomita, vuelve a comer y llora apenas, todas las canciones en el hilo musical invitan a la combustión espontánea —una caja azul en la que tu alma se seca, besos de sal de quien nunca amaste cuando el desierto te encante, cuando el desierto te encante—, veneno de otras pieles y otros cuerpos, de abrazos que huyen en el andén, del llanto de los niños bajo la lluvia de vidrieras que estallan, la enfermedad eléctrica en los sexos de orquídea. el hombre abre la boca, traga saliva, los errores se calcan, océano susurra en el yunque)

jueves, 10 de julio de 2014

(follamos de pie contra las paredes oscuras de mi cráneo, su coño es una nubecita áspera, alambre de cobre sobre el que resbalo antes de estrellarme en otro bosque encantado)
(me duermo otra vez antes de que se haga de día y entonces mi madre tiene cáncer de garganta y la abrazo mientras se consume, está envuelta en una toalla de hotel, llora y se tapa los ojitos mientras le cuento las pastillas, mientras la siento en mi pecho como un pequeño árbol seco o una casa en ruinas)
(tengo los ganglios inflamados, tensos como mordiscos, duelen a cada paso, hay pájaros negros que se agolpan contra el edificio de enfrente, un muro que burbujea y chilla como si estuviera vivo, despierto, tengo frío, la carne contra la piedra)

lunes, 7 de julio de 2014

(josep prat apoya el mauser sueco contra su garganta y aprieta el gatillo con un movimiento brusco del pie, la música de john williams se empapa de sangre mientras todo desaparece una y otra vez, cloro y golondrinas)

sábado, 5 de julio de 2014

(josep prat, cabellos de ceniza y fuego, dientes rotos, bellísimo desierto de nevada entre las manos, sueños y cadáveres. beberemos cerveza una vez más, el cansancio será un demonio dentro de nosotros mientras caen las hojas de los tilos)
(en el suelo, el cuerpo sin vida de josep prat, hinchado, desnudo, apenas cubierto por una toalla azul, preparado para recibir la visita de todos los que le queremos, sus padres, sus hermanos, sus amigos, nuestros respetos al héroe de la carretera que une pira y sarral)
(son todas unas guarras, unas putas, grita la diosa del amor desde su púlpito eléctrico, qué clase de hombre no se las follaría, maricón, tendría que ser, su voz me encharca las tripas, convierte la tarde en un pantano, una trampa de la que escapar cuanto antes)

(pienso en sus hijos, cómo juegan con peonzas de plástico que estallan contra el suelo de la plaza, serán cuchillos con diez años más)

viernes, 4 de julio de 2014

(una isla en la espalda, volver al país de los ángeles que despiertan, buscan, guían a través del camposanto)
(palabras como granizo sobre la mesas de metal y bruñido de espejo, las espaldas culpables, la tinta de las gárgolas, las niñas que sudan una vida peor)