jueves, 17 de julio de 2014

(en el pequeño piso franco de la calle antic de bofarull, una chica africana duerme en el sofá mientras la vieja —un esqueleto azulado y lleno de bultos cuyo culo huele a almendras dulces— y yo hablamos, follamos, fingimos el orgasmo para acabar cuanto antes)

(llegaron tres esta tarde y ya se fueron dos, mañana vendrán a por ella los cazadores de pieles)