domingo, 30 de enero de 2011

neblina salada en un mar gris y frío, surfistas de neopreno que esperan una ola que difícilmente llegará, aviones que despegan y aterrizan, peces de colores en el corazón, el tiempo detenido en un ovillo de silencio

godspeed you! black emperor en la sala apolo, sábado de cerveza y confesiones, la electricidad preña un magma de imágenes y música hipnótica, el tiempo detenido en un ovillo de ruido

un bar y un café con leche, un zumo de piña, una infusión, un agua con gas, una copa de cerveza, una cocacola de lata, un vermut negro y un gintonic, más cervezas, en la mesa de al lado una pareja se besa tomándose las manos, un hombre lee con atención una guía de beijing, una pareja de mediana edad escucha nuestra conversación, un partido de fútbol en pantalla gigante, llovizna, cansancio y oro

viernes, 28 de enero de 2011

pasan unos minutos de las diez y media de la mañana. nada de lo que he hecho desde que ha sonado el despertador supone un punto de inflexión en mi vida. la tristeza de los últimos días, de las últimas semanas, se condensa en un dolor como de cristal en el recto y náuseas, algo nuevo y inesperado. intentar hablar con la boca llena de saliva sólo me crea más monstruos dentro

miércoles, 26 de enero de 2011

cuatro años antes de chelmno, karin landau

(chelmno es un sábado, cinco de septiembre de mil novecientos cuarenta y dos, es maquillaje en las mejillas para disimular la edad, es gas en camiones sellados y hornos a cielo abierto)
deseo mencionar aquí con la mayor claridad un capítulo particularmente difícil. entre nosotros debe ser mencionado una sola vez, con mucha claridad, pero en público nunca hablaremos de ello. me estoy refiriendo a la evacuación de los judíos, al exterminio del pueblo judío. el pueblo judío será exterminado, dice cada camarada del partido. está claro, está en nuestro programa: eliminación de los judíos, exterminio, y lo llevaremos a cabo. luego vienen ochenta millones de buenos alemanes y cada uno de ellos tiene un judío decente. por supuesto que los demás son unos puercos, pero éste es un judío de buena calidad. ninguno de los que hablan así han visto los cadáveres, ninguno estaba presente

la mayoría de vosotros sabéis lo que significa cuando hay tendidos cien cadáveres o quinientos o mil. haber pasado por eso y —salvo las excepciones producidas por la debilidad humana— haber mantenido la decencia es lo que nos ha hecho fuertes. ésa es una página de gloria en nuestra historia que nunca se ha escrito y que nunca se escribirá

(himmler en poznan, cuatro de octubre de mil novecientos cuarenta y tres, un lunes. heinrich, el niño detrás del minotauro)

lunes, 24 de enero de 2011

lunes, ocho de la mañana, un chorro de agua caliente cayéndome en la nuca, muy quieto, cierro los ojos, pienso en baruch y sus venas abiertas y sus ojos abiertos y la bañera roja de sangre. todo está iluminado, de liev schreiber. todo está iluminado, de jonathan safran foer. everything is illuminated, todo está iluminado, un campo de girasoles, un camino en línea recta y una casita donde vivir para siempre y recordar la vida, sábado por la tarde, el frío golpea el cristal y todo tiembla

lunes, ocho de la tarde, un trocito de chocolate deshaciéndose en la boca, cierro los ojos, pienso en lawrence y james y marlee y john, pienso en juneau y en la sombra de darrius ahogándolo todo, ballast, de lance hammer

carreteras infinitas que no llevan a ninguna parte, tan lejos está el delta. suenan händel y gaultier y bach —hermosísima, hermosísima rosalyn tureck— en el itunes, me hago una paja y empiezo a escribir
sueño que montse ahora se llama vanessa y se prostituye por treinta euros en granada, en el párking de un centro comercial, nunca me han metido el puño por el culo, sonríe mientras yo lo intento sin conseguirlo

sueño que estoy en un balcón y tengo miedo y vértigo y no puedo moverme, es un día precioso pero no puedo moverme, conozco el sitio, el mar está cerca y puedo verlo, no hay playa, una corriente arrastra la arena hacia el noreste como si fuera un gran río de oro

sueño que una niña cuida de mí. no reconoce las cosas, es por eso que he puesto letreros por toda la casa, le dice a su madre. carina habla como si yo no estuviera allí, como si fuera un mueble más en esa terraza, pero cuando su madre no está, se acerca y me abraza, no te pasará nada, me susurra, sólo es afasia y no es mala, no para ti

domingo, 23 de enero de 2011

(sueño que estamos encerrados en un hotel mientras nieva. hay televisiones encendidas en las que un canal de noticias habla del temporal. estoy en el salón, hay gente que conozco y gente que no y a través de las grandes vidrieras se puede ver cómo la noche se vuelve blanca)

(te he estado buscando, me dice S. nada de lo que puedas hacer es importante, añade. es como una gran bola que ha echado a rodar ladera abajo, es cuestión de tiempo, sencillas leyes físicas acerca del movimiento, termina. ven, quiero contarte algo, y me toma de la mano, llevándome por un pasillo abovedado de suelo metálico y paredes de color granate oscuro, con luces halógenas en el techo como un rastro de miguitas amarillas. es la historia de húry)

(húry, el viejo cazador de lobos, tiene un judío enseñado para esa tarea y es el mejor judío, nadie puede dudar de ello. juntos recorren los caminos que unen los diez bosques que forman su mundo —hoy sería hungría, pero para húry es sólo una parte más del imperio; es mucho antes de la guerra, la gran guerra— y el judío sigue el rastro de los lobos, sólo tienes que cerrar los ojos y sentir el frío, puedes, F?)

(despierto. son las cuatro de la mañana, tengo diarreas, me miro en el espejo del cuarto de baño mientras me derramo. siento que mi vida pesa cero gramos y que necesito llenarme de amor hasta ahogarme, como si el agua me encharcase los pulmones, la piel azul de asfixia)

(intento dormir, quisiera masturbarme pero no siento deseo, hace tiempo que no siento deseo, que mi polla es un animal vacío, una piel seca. míriam duerme a mi lado, busco su contacto, el dibujo del edredón es de hojas y arabescos anaranjados sobre un fondo blanco roto, la cabeza me da vueltas mientras nu nu sueña)

jueves, 20 de enero de 2011

(bola de hierro: la sensación de tener una bola metálica en el recto, esperando, moviéndose lentamente dentro de mí. bola de hierro, el primer síntoma, uno más de ellos. bola de hierro: la manera perfecta de perder todas las partidas y seguir caminando en círculos o en línea recta, tanto da)
(sueño con personas que no identifico con claridad, míriam, isa, no lo sé. alquilamos un barco pequeño, una lancha cubierta diminuta, y la arrastramos mar adentro, caminando porque apenas cubre. hay gente que juega con balones de plástico de colores brillantes que flotan ingrávidos como planetas y a medida que entramos en el agua las olas desaparecen hasta que sólo queda un vaivén tranquilo. comienzo a tener miedo, estamos lejos de la orilla, subimos a la barca y el piloto —un hombre viejo con la piel roja por el sol y la boca de color negro— nos lleva hasta una ría y es entonces que cruzamos bajo un puente que no tiene fin y al desnudarme veo que tengo los pantalones llenos de manchas, son manchas de helado, me digo a mí mismo, de helado de fresa o de frutas del bosque de supermercado)

(es un sueño oscuro y frío, desenfocado, donde las imágenes se velan en un color gris plomo, como de día de lluvia. es un sueño que me vomita a las seis de la mañana, jueves y bola de hierro)

martes, 18 de enero de 2011

(el cuerpo del soldado sobre una estela de plata, la vida en los surcos, el corazón rompiéndose en el pecho y el cielo líquido si respiro)
(entre una guerra y otra, la distancia, las trincheras, la tierra de nadie, el fuego que arde en los cuerpos atrapados en el barro. hablo con rafael, nuestra conversación son intensos correos electrónicos cada dos semanas. cráteres de obús, el silencio sordo y blanco de después de la explosión, nieve y frío en tallinn en enero. apenas sé cuidar de mí mismo, le digo, es imposible que pueda cuidar a toda la gente que me quiere)
alienación. sueño que estamos en guerra, que les quiere ir al cine a ver una película polaca de tres horas y a mí no me apetece. sueño que piso ropa húmeda en un patio de luces oscuro, que las calles están llenas de perros muertos que acaricio y cadáveres como pieles sucias que han estado vacías desde siempre. sueño que busco tabaco y algo de comer, que me sorprende la pasividad de la gente, como si todo el mundo hubiera elegido llevar una venda detrás de los ojos

sueño que hablo por teléfono con montserrat porque le tengo que devolver un libro de åsa larsson y su silencio es llanto al otro lado de la línea. sueño que no puedo hacer nada por calmarla, sin saber si quiero o me importa, sólo escuchando sus lágrimas y deseando que cuelgue y poder seguir


puedo tirar de todos los hilos hasta deshacer la manta. puedo seguir todos y cada uno de los pasos y rastrear ese sueño hasta el nido donde fermenta mi cabeza. puedo y quiero y es entonces que encuentro todos los tesoros, el rey de los secretos

domingo, 16 de enero de 2011

(leo el periódico mientras espero la cena en el sushishop de la rambla del celler, leo sobre la muerte de sigfrido martín begué y la muerte de trish keenan, leo sobre lo que darán en la televisión para cuando estemos en el sofá)

(ayer cumplí cuarenta y un años, sumarle treinta y ocho y redondear setenta y nueve es sólo una sencilla operación matemática y una experiencia vital que me cierra los ojos de fiebre y el corazón y las entrañas y)

(el mar desde la golondrina del puerto es jade y tranquilo, las construcciones del puerto son animales gigantescos de hierro y cemento y óxido, el frío me hiela y el amor me consume, nos consume)

(mi torpeza con los palillos, una serie de zombies, mensajes en el teléfono hasta pasada medianoche, personas cercanas y distantes que insisten en quererme)

(descubrir rincones de la ciudad cercana, el sabor del café con leche y del té verde, la estrella en el dedo corazón)

miércoles, 12 de enero de 2011

(metáforas, parábolas. una víscera peligrosamente atrofiada, una radiografía, una sombra que late a trompicones, incapacidad crónica de encontrar un punto de referencia desde el cual)

martes, 11 de enero de 2011

(corazón a punto de estallar, culpable, culpable)

lunes, 10 de enero de 2011

míriam llora mientras conduce hasta un bosque y allí aparca, entre los primeros árboles. hay arbustos con ropa azul tendida en ellos, ropa de trabajo con cinta aislante de color negro en los riñones. hay una mesa de madera gastada y gris y dos sillas, nos sentamos, hay papel y lápiz, dibujo círculos, dibujo aspas, juego al tres en raya conmigo mismo mientras ella habla. míriam llora y me toma de la mano, respondo a sus preguntas, nos abrazamos, nos confesamos y prometemos. despierto, es lunes, nudo en la garganta

jueves, 6 de enero de 2011

es extraño cómo suceden las cosas. jueves, míriam llega de new york, nos abrazamos en el aeropuerto, he acompañado a su hermano a recogerla, al volver a casa enciendo la televisión mientras ella se ducha, ficción, de cesc gay en el trenta-tres, eduard fernández y montse germán se miran en el coche, no se atreven, se me ahogan los ojos, he pasado por ese momento diez, cien, cuatro mil millones de veces
(sueño con una calle ancha, es un sitio que recuerdo bien, las casas son bajas, tienen portones pintados en colores gastados por el sol y las paredes están desconchadas, no hay nadie, nunca hay nadie)

(hay una puerta verde, no está cerrada, puedo entrar y está oscuro, sigue caminando calle abajo, me dice una voz que no reconozco pese a que sé que allí encontraré a daniel)

(cuatro calles adoquinadas que se cruzan y una pequeña rotonda, una fuente en el centro, no hay coches, no hay árboles, no hay nada, bebo agua de la fuente porque sé que tengo la boca sucia de sangre, no hago más que pensar en ello)

(retrocedo sobre mis pasos, daniel se acerca con tres perros negros y grandes, pastores belgas, algo así, dejo que me laman las manos, lenguas ásperas y calientes, sé que así eres feliz, me dice él, pero me das miedo, suena el despertador, día de reyes, niños y regalos)

miércoles, 5 de enero de 2011

(un cáncer te crece en los cojones durante veinte años, te acaba llevando a la tumba, inútil reflexionar sobre el sentido de la lucha cuando sólo queda barro al final del camino, la muerte de pete postlethwaite después de una noche sin dormir)

(el gris de los árboles desde el tren, el agua verde del cardoner, del llobregat, nidos vacíos entre las ramas desnudas, campos ralos y escarchados, casas, fábricas abandonadas cerca de manresa, dormir entre estaciones, cerrar los ojos, abrirlos, descubrir fantasmas a punto de morderme en los sueños extraños)

(un hombre de mediana edad de rasgos orientales con una bolsa pesada a su espalda, su cuerpo se tambalea, camina lentamente al salir de la estación, cuatro grados bajo cero, las tiendas todavía están cerradas, una chica espera ante la joyería tous de la calle del born mientras acaba un cigarrillo, pantalón carhartt, zapatillas munich, chaqueta corta de motorista, una mujer barre por costumbre)

(isa y xavi viven un piso grande en el centro de la ciudad, desayunamos leche de avena caliente, pan de espelta tostado, queso parmesano, roscos caseros de anís, hasta un pedacito de turrón de yema desayunamos, hablamos de cualquier cosa, me peleo con su ordenador recién comprado, instalo y configuro programas, el mundo a mi imagen y semejanza, martes de regalos de navidad, calcetines y paul auster, el corazón de los animales y el día con arañazos en los ojos)

(la rutina sigue comiéndose a sí misma. aprovecho estos días de vacaciones para vagar, no importa dónde. sigo una línea de tren, un autobús, un metro, sigo una calle, otra, sigo una persona, una conversación, una corazonada, una llamada de teléfono, me dejo llevar, me abandono, me doy cuenta de que apenas necesito nada real, sólo seguir imaginando)

(lourdes y yo jugamos en la orilla de la playa, no hay apenas gente, hace años de eso, poco a poco nos alejamos, una ola grande nos arrastra, no nado bien, apenas nado, tengo miedo, renuncio y me hundo, trago un mar entero, el día es azul y pienso que voy a morir ahí, en ese momento, cádiz, mediodía sin nubes, un bañador granate y beige, lourdes intenta sacarme pero no puede conmigo, dejo de luchar, siempre dejo de luchar, una ola, otra ola nos devuelve un poco, ha sido sólo unos segundos pero suficientes, eternos. todos los ahogados son de color azul y tienen las venas rojas y espuma en la boca, sólo en las películas la gente se ahoga y parece que siga durmiendo, que vaya a despertar de un momento a otro, riéndose, qué susto te llevaste)

martes, 4 de enero de 2011

lunes, 3 de enero de 2011

caminar sin dirección es una rutina de caminar en círculos con el mar de fondo, con el ruido blanco de las olas, con la sensación de estar perdiendo el tiempo en cada una de las cosas que hago, en cada una de las pocas decisiones que tomo

(tres chiquillos caminan por el paseo, uno de ellos tuerce deliberadamente los pies al caminar, los tobillos hacia adentro, quizás disfruta explorando los límites de su cuerpo, lleva unas vans negras y no debe tener más de doce años)

(pido cerveza, la pago, la bebo, fumo, las terrazas de los bares son el refugio de los adictos al tabaco, memorizo detalles que no conducen a nada de muchas de las personas con las que me cruzo, las medias de rejilla de esa mujer, el pijo de la trenka marrón, los padres en bicicleta decathlon, el traje de cuero de una cincuentona bronceada, las zapatillas llenas de barro de una chica en mi mismo tren, los jóvenes atléticos y tatuados que corren por el paseo, siempre los mismos ejercicios de estiramiento, como si fuera una coreografía de la que sólo ellos conocen los detalles, una mujer de caderas amplias y acogedoras con nube de niños revoltosos alrededor)

(café con leche a mediodía, la única comida, me lavo las manos, la cara, meo, me vuelvo a lavar las manos, sigo leyendo el mismo libro y nada parece indicar que lo vaya a acabar antes de la semana que viene, me distraigo con facilidad, no hay más que verme, la dependienta tiene los dientes tristes, oscuros, también tiene un bonito pelo muy rubio, es realmente hermosa)

(porque caminar en círculos supone reescribir siempre los mismos errores, es poco o nada importante el tiempo transcurrido, la distancia física, la cantidad de personas implicadas en el proceso)

(hablamos en el sofá largo rato, seguimos fumando, a veces hasta nos besamos, le pido que se masturbe, lo hace y la siento cerca de mi cuerpo, ni qué decir tiene que yo no estoy allí, no sé dónde mierda estoy pero no estoy allí ni quiero tocarla ni siento nada más que vacío, es como si me hubiera muerto al correrse ella, es curiosa la sensación de tener el corazón lleno de polvo)

después sucede que el centro de la ciudad está lleno de gente y que mañana habrá un eclipse parcial de sol, algo bello, importante de verdad

domingo, 2 de enero de 2011

shoah, de claude lanzmann, para contrarrestar la asquerosa película se ayer, la llave de sarah, de gilles paquet-brenner y según el libro de tatiana de rosnay, otra edulcorada mierda sobre el holocausto, otra puta basura llena de esperanza

(después del cine lloviznaba, llamé a mi madre y la noté contenta)
la felicidad es un porcentaje de alcohol en la sangre, el sol cegando los ojos, una terraza vacía, un domingo de tiendas abiertas, es agua a cuarenta grados al despertar, es un punto en el espacio desde el cual verlo todo y sentir cómo de lejos, cómo de cerca

sábado, 1 de enero de 2011

cuanto más se le escuchaba, más evidente era que su incapacidad para hablar iba estrechamente unida a su incapacidad para pensar, particularmente, para pensar desde el punto de vista de otra persona. no era posible establecer comunicación con él, no porque mintiera, sino porque estaba rodeado por la más segura de las protecciones contra las palabras y la presencia de los otros y, por ende, contra la realidad como tal

hannah arendt sobre adolf eichmann en eichmann en jerusalén