lunes, 24 de enero de 2011

lunes, ocho de la mañana, un chorro de agua caliente cayéndome en la nuca, muy quieto, cierro los ojos, pienso en baruch y sus venas abiertas y sus ojos abiertos y la bañera roja de sangre. todo está iluminado, de liev schreiber. todo está iluminado, de jonathan safran foer. everything is illuminated, todo está iluminado, un campo de girasoles, un camino en línea recta y una casita donde vivir para siempre y recordar la vida, sábado por la tarde, el frío golpea el cristal y todo tiembla

lunes, ocho de la tarde, un trocito de chocolate deshaciéndose en la boca, cierro los ojos, pienso en lawrence y james y marlee y john, pienso en juneau y en la sombra de darrius ahogándolo todo, ballast, de lance hammer

carreteras infinitas que no llevan a ninguna parte, tan lejos está el delta. suenan händel y gaultier y bach —hermosísima, hermosísima rosalyn tureck— en el itunes, me hago una paja y empiezo a escribir