martes, 30 de septiembre de 2008

el día tranquilo, negro por dentro. como yo, carbón quemando. un jersey tan azul como el cielo para compensar. una llama sin apenas oxígeno

mis días raros chocan con los días raros de begoña. la explosión es silenciosa y los muertos somos nosotros. cada día un poco más, separados por una carretera en línea recta que se pierde en el horizonte. enciendo la radio. me gusta escuchar música clásica. el mundo se derrumba a nuestro alrededor mientras solbes promete seguridad, un futuro

estoy seco por dentro. me cuesta decirlo. me quedo en blanco con facilidad, encallado en mi desierto personal. un desierto de palabras rotas y distantes. pelo un plátano mientras ceno. imagino una mamada dulce y espesa que me llena la boca. me tomo la pastilla con el último bocado

lunes, 29 de septiembre de 2008

sueños. el mismo o parecido desde hace días. como un malecón gigante que se adentra en el mar. siento vértigo. he llegado allí yo solo pero ahora soy incapaz de moverme, aterrorizado. despierto hecho un nudo, a punto de caer

a veces no son piedras, son escaleras que se retuercen o andamios. me dan miedo los andamios. insectos de hierro que trepan las fachadas, telarañas de louise bourgeois. quiero pensar que pasar por debajo de uno de ellos trae mala suerte, como si fuera una escalera eterna. por eso lo evito. los andamios huelen a derrumbe. yo huelo a

tengo sueño. la mañana sin demasiado trabajo aunque algo me dice que no será por mucho tiempo. comienza a hacer frío. crece por la espalda como un dragón. un artículo en el país de ayer sobre la extinción de la vida en la tierra. imágenes mentales de naves espaciales vagando por el vacío absoluto durante mil millones de años. una aburrida película de kubrick. otra luz que se apaga lentamente

domingo, 28 de septiembre de 2008

el aire huele a pólvora por la mañana temprano. los trabucaires —otra absurda tradición catalana— tienen la culpa. nadie en la calle. y hace un frío delicioso. me siento contento. el domingo es un día de estar solo. la soledad se personifica en forma de los compromisos que no atenderé. quizás los cambie por llamadas de teléfono o correos electrónicos. una presencia virtual y feliz en la vida de los demás

sábado, 27 de septiembre de 2008

viernes, 26 de septiembre de 2008

el hombre de la fotografía es adrian tomine y sí, se ha comido mi corazón

jueves, 25 de septiembre de 2008

día igualmente lento en el trabajo. aprovecho para comprar un libro que hacía tiempo que buscaba. treinta y un euros cargados en la cuenta de la visa. jueves de mocos y bisolgrip y ojos calientes. de tensión baja, porque el mundo desaparece si me pongo de pie y camino dos pasos hacia la ventana, sólo para respirar el azul desvaído de la tarde. su puta madre

miércoles, 24 de septiembre de 2008

restos de mí mismo este miércoles con cero trabajo y nueve horas para hartarme de mí mismo y hartar a los demás

no hay sol en el cielo. ha salido un ratito a mediodía pero se ha escondido el resto del tiempo. gotas a las tres y cuarto, paraguas negro plegable y ganas de volver a casa

cambié las sábanas y puse las de color azul marino. soy una mancha triste encima del mar. una manta vieja de color granate. las noches enteras para mí. desaparecer sin dejar rastro

no hay sol en el cielo pero a veces hay algo que me estalla en el corazón. quizás es el sol, sí, quizás es una estrella, quizás son más de cien kilos de amonal. lo mejor es dejar de pensar y, sobre todo, dejar de esperar que suceda algo. una nube de gases incandescentes que revolotea en el pecho a borbotones

las distancias insalvables con la gente que quiero. la dificultad de tener una comunicación fluida. lo fácil que me resulta encerrarme en mí mismo. la piel es la cárcel y el mundo está muy lejos. cero ganas de recorrer kilómetros a través de desiertos para mendigar un poco de amor triste

tarde de fútbol y galletas. tarde de hervir mijo para mañana. tarde de distraerme pensando en coches bomba y los goles de seis en seis. tarde de volar en pirotecnias y mandanguitas que me distraigan

como por ejemplo, recuerdos: el campari con sol en la nariz y cerca del mar. se cree uno que está en la piscina de un cuadro de hockney aunque esté en un bar del raval o en un estudio povoriento. de blanco y con una educación exquisita, con las piernas cruzadas perfectamente y ajeno al mundo, vaciando botellas hasta caer de espaldas

el campari necesita sol. necesita una rodaja de naranja. necesita una conversación o estar solo con uno mismo. necesita un momento de intimidad. necesita haber follado la noche antes y sentirse un poco sucio y despeinado

y entonces, perder el tiempo. con el aire que esta mañana olía a mermelada de melocotón caliente, doradísima y dulce, ideal para no adelgazar y perpetuar ese exceso de grasa que nos hace humanos y para nada divos o divas. qué cansancio de perfección ante el espejo y con los labios fruncidos

cierro los ojos. escribo desordenadamente lo primero que se me pasa por la cabeza, saltando de un recuerdo a una barrera de coral. la costra de sal que sabe a mar después de nadar. sal que sabe a verano. cuando empieza el otoño todo se aleja un poquito, creo
he soñado con que cambiaba de trabajo. la actitud hostil de mis compañeros me llenaba de inseguridad y miedo. el ambiente en el nuevo estudio era aséptico y las palabras, duras, desasosegantes. me sentía humillado y con la sensación de haberme equivocado. volvía a ser el mismo niño cobarde que fui. he despertado con frío en la espalda y en los ojos

y aquí sólo se habla de crisis. es difícil sentir seguridad. desánimo, sí

martes, 23 de septiembre de 2008

la lluvia rompe las hojas de los árboles y el suelo resbala si no caminas con cuidado. esta mañana he visto urracas en el tejado de la casa de enfrente, la de los albiñana. las mañanas cada vez son más frías. acabo de descubrir a adrian tomine y me ha cautivado. hay una línea invisible y silenciosa que lo une con ballard. frío, distante, aséptico y, a la vez, íntimo y cercano. por la tarde, pablo, mi acupuntor coreano, me ha clavado treinta y cuatro agujas. ha apagado la luz y ha cerrado la puerta. descanse, dice. no me ha costado dormir. el dolor se desvanece mientras respiro cada vez más lentamente

el ardor de estómago se come las ganas de follar. cuando vuelve a abrir la puerta dice algo sobre el brillo del metal en mi piel. no entiendo bien, pero sonrío cortéstemente mientras él empieza a quitar las agujas. hoy todas me han hecho daño y creo saber qué significa eso. buenas noches

lunes, 22 de septiembre de 2008

soñé con tu abuelo, me dice mi madre. al final de una calle oscura, con farolas amarillas, un hotel frío y enorme, oscuro, quizás una pensión. él estaba dentro encogido, como triste, apagado. por qué no me traes una manta, hijita? y sí, fui al coche y cogí la manta que siempre está en el maletero, la que compramos en colombia con tu padre. por qué no enciendes una estufa, vida? aquí no podemos tener estufa, y entonces sonó tu despertador

la escucho atentamente. a veces sueño con tu abuela, continúa. siempre está comiendo judías y nunca me ofrece. ella odiaba las judías. parecen sueños tristes, le digo

las ocho de la mañana. me ducho mientras intento retener los escasos recuerdos que tengo de sus padres. esos sueños me parecen trampas que vienen a cazarte, que no quieren dejarte descansar. pienso en decírselo pero al final no. nos despedimos. es lunes y es otoño y lloverá

domingo, 21 de septiembre de 2008

alba bebe manzanilla y yo cocacola. últimamente siempre que salgo bebo cocacola. la tarde oscurece lentamente mientras hablamos. quizás nos veamos otro día, no sé. los tilos estaban hermosos esta tarde. buenas noches
dentro de un ratito vendrá alba a recoger los negativos que se dejó en casa el otro día, cuando las fotos de los peces. me gusta esa chica: la sensación de que podría ser su padre me salva de muchas cosas, y tiene un bonito abrazo

un hotel estalla en islamabad, dejando un cráter de diecisiete metros de ancho y un número no determinado de muertos. en ondarroa y en gasteiz también estallan bombas, pero aquí no muere nadie. el futuro que nos espera tiene el color de la sangre seca y imágenes de baja calidad

leo el diario, duermo a ratos y el mundo y yo caemos en un agradable olvido mutuo. ah, sí: me emociona pensar que el miércoles empieza la segunda temporada de dexter y que ya casi es otoño, creo, con sus tardes azules y frescas al volver a casa después de

es más o menos como estar en el centro justo de una campana de gauss

sábado, 20 de septiembre de 2008

hoy se han casado isaac y meritxell y he excusado mi asistencia alegando problemas de salud

he jugado con aitana un montón de rato, haciendo ruidos y cosas así. begoña sonreía y me acariciaba la nuca. su piel olía a fresa y chicle, a champú infantil

begoña lleva una falda bonita, negra, con una cara gigantesca serigrafiada en blanco y una cremallera abierta en el lado izquierdo. me gusta cómo sonríe y poder estar a su lado sin hacer nada en especial

porque ella y yo no hemos hablado de nada. compartir un silencio es compartir la piel. definitivamente, son las ausencias las que pudren la relación. estar juntos —el uno al lado del otro— nos salva de casi todo

en el tren, una chica de pantalones blancos ha llamado mi atención. era tan bella como un cuadro de rothko. era una pregunta sin respuesta que hubiera querido meditar siempre. deslizar mi pulgar entre sus nalgas y verla cerrar los ojos

por el contrario, el eyeliner burdamente pintado en esa otra chica, la del nokia-con-flamenquito-a-todo-trapo, es vulgar y triste. ella huele a extrarradio y a asiento de atrás del coche. ella huele a ponte así

la calle de les moles está llena de filipinos que fuman apoyados en la pared. una chica con un angioma en la cara pasea un perro mientras habla por teléfono. llego tarde, como siempre. la chica tiene los pies bonitos en unas chancletas negras con la bandera brasileña de la marca como único detalle de color

pienso en la boda a la que no he ido. mis tripas sirven de excusa una vez más, una excusa real y tangible. no estoy para ostias: cualquier cosa que coma me dura dentro una hora, no más. así las cosas, no quiero ni imaginar lo que tiene que ser un banquete de boda en un restaurante de lujo en un pueblo perdido de girona

he descubierto por azar unas páginas pornográficas que están bien, en la línea de lo que me va (baja calidad, modelos poco convencionales y mucha cerdada suelta). otra manera más de perder el tiempo

porque en el sexo-a-dos está visto que cada vez funciono menos. buenas noches

viernes, 19 de septiembre de 2008

las necesidades, mis necesidades, cambian constantemente, llenándome de tensión. cualquier día es una montaña rusa que no se atreve a terminar. la felicidad dura un segundo o diez —el tiempo que dure la caída—. por el contrario, la tristeza es infinita, como un campo blanco hecho de suave material plástico

la apatía es una cuna amable y tibia. cada día a dormir más temprano, intentando detener la inercia de los cuerpos que caen, la fuerza centrífuga en las curvas. el día se reduce a un millón de deseos insatisfechos. extrañamente, todo lo que necesitas está allí, al alcance de tu mano, pero no te atreves a dar el paso necesario

porque todas las palabras son iguales y todas son igual de insuficientes. más allá de mi piel no existe nada y mi discurso, mis preguntas, se estrellan contra una pared sucia de mierda. sí, como un cuadro de tàpies, con la única diferencia del anonimato. debería dejar de hablar, esta vez sí

qué nos está sucediendo? a veces pienso que morimos hace tiempo, que ahora sólo somos capaces de recordar aquella brizna de vida que teníamos antes entre las manos, cuando aún éramos capaces de sentir algo único, verdadero
son necesarias las imágenes de un avión estrellándose? un nudo de náusea y pena a las siete de la mañana, a las cinco, a las once de la noche y a las nueve y diez. las personas que amas se están convirtiendo en ese momento, y para siempre, en humo. sólo tienes que darle al play otra vez. cambiar de canal vertiginosamente. creo que no podría soportarlo. ya sabes que me angustia que todo dure eternamente

jueves, 18 de septiembre de 2008

día para sacar los plastidecores y pintarlo todo un poco más bonito. qué me animaría? un coche bomba en una casa cuartel, por ejemplo. socializan la ruina, socializamos el dolor. buenos días

miércoles, 17 de septiembre de 2008

estoy cansado. begoña volcando en mí todas sus dudas y, la verdad, tampoco es mi mejor momento. me conozco y sé que con mi ruido interior es más que suficiente. un día tras otro todas las dudas. correos electrónicos y sms con todas las dudas. a cualquier hora las dudas hechas píxel. todas las dudas hasta que me estallan los cojones. nos veremos el fin de semana si no me he muerto antes. nuestra relación es hablar de nuestra relación. y eso es algo que no sé afrontar. ojalá pudiera ser diferente, como empezar de nuevo

todos los hombres son iguales, dijo ella. no, te equivocas: algunos somos peores, dije. begoña sonrió. ése y no otro es el principio de las cosas

pero de eso hace un montón de tiempo y ahora sucede que su marido no estará y querrá que me quede en casa y yo no sabré qué coño de cara poner. nuestra relación es cada vez un poco más oficial pero a mí me da miedo que me toque y tambien me da miedo estar allí porque sé que, en el fondo, no pertenezco a su vida, que soy una persona diferente a la que vive en su corazón. el tiempo pasa y las ilusiones se me rompen en las manos, sin caerse al suelo. estallan como vasos vacíos, cortándome los dedos. ella quiere que hablemos y yo no sé bien qué decir. sólo sé que me gustaría un poco de sol. sol en la nariz y cosquillas en los ojos cerrados

las cosas no se repiten, no: duran, estirándose pegajosas, cambiando de protagonistas y escenarios, pero siendo siempre las mismas. el único que cambia soy yo, que cada vez puedo menos con todo. me sigo disfrazando de persona, intento mantener vivo lo que me une a ella, sonrío en las fotos. ella no tiene para nada la culpa: es imposible estar con un tipo como yo, descentrado hasta decir basta. el desorden en presente continuo, aquí y allí y en ningún lado. ése siempre ha sido mi problema

suena el teléfono. me da lo igual hablar con una persona que con otra: el cansancio es el mismo o parecido. los silencios son los mismos o parecidos. una llamada de cisco con cosas de trabajo y de su fin de semana en tàrrega, que tenemos que quedar, que un día de éstos, sí, claro, un día de éstos. una llamada del sr. tinoco, que a las nueve me paso por tu casa, te pago y me llevo los carteles. apenas tengo un hilo de voz, sí

sí a todo, como las buenas putas, las caras. buenas noches
son como láminas preciosas de metal bruñido al sol. alba nada entre los peces y hace fotos. esas cámaras son amarillas y baratas, me dice. la luz es de un azul verdoso bajo el agua y todo parece más blando y más sordo. me gustan tus fotos, le digo. elige las que más te gusten y te saco copias, responde. el próximo día que nos veamos te las doy

son cuatro fotos casi idénticas, brillantes y bonitas, en un sobre de fotosistema con su nombre escrito. intento imaginar qué se debe sentir allí, cerca de ella, entre los peces. es como respirar colores y sí, eso me salva de mí otra vez

martes, 16 de septiembre de 2008

lunes, 15 de septiembre de 2008

la muerte de david foster wallace nunca me parecerá más triste que la mirada de wendy brown. buenas noches
hoy ha empezado, imperceptiblemente, el invierno. cagando desnudo sobre la nieve, en cuclillas, con un chorro de flores rojas saliendo del culo mientras amanece. comer, dormir y esperar, así un día tras otro, de lunes a domingo, sin apenas pausas. es invierno pero nadie se ha dado cuenta de ello porque la gente sigue sudando sin parar. y en manga corta, como si pudieran seguir engañándose indefinidamente. y sonriendo. es de lo más extraño y no me acostumbraré nunca a las sonrisas

nada diferencia este lunes de cualquier otro de enero. y es así hasta el final, hasta que no puedes sentir más asco ni más nada

domingo, 14 de septiembre de 2008

visito continuamente los lugares donde he sido feliz. un helado en una plaza, una cama a media tarde o la piel más suave dándome su amor. es así que sigo respirando, incapaz de proyectar con claridad una nueva felicidad viva, tangible, real
después de la cena y las cervezas en el concierto y las risas y los besos, es imposible dormir. una soledad espesa dibuja cada músculo de mi cuerpo. cambiar de canal, escribir un rato, chatear con conocidas y desconocidas intentando calmar la suma de ausencias. todos nosotros unidos por un alambre de insomnio. a medida que pasan las horas encuentro menos motivos para cerrar los ojos y sí más claridad azul entrando por la ventana abierta. hace frío y no me atrevo a levantarme a coger algo de abrigo. daría lo que fuera por un abrazo o un poco más de sexo sucio, pero no: ya no puedo más

a eso de las ocho, betty vomita como cien litros de bilis amarilla y espumosa sobre su manta azul. lavar con prelavado y agua caliente mientras bajo a comprar el país. fantaseo con un croissant caliente, pero hoy toca comer arroz, arroz hasta la náusea, hasta que uno no puede más

un avión se estrella en los urales. no hay supervivientes. la ciudad de perm está en medio de ninguna parte, según indica google maps. como tú, me digo. sí, exactamente como yo

sábado, 13 de septiembre de 2008

poco a poco la tarde se hará tranquila. me gusta ver cómo se mece la ropa aún húmeda en el equilibrio de cuerdas. en una hora la luz será totalmente amarilla, llena de polvo, marcando el fin de los días

esta noche cenaremos todos juntos, con los regalos para isaac escondidos debajo de la mesa. jugamos a querernos, sí, y fin de la pamema

viernes, 12 de septiembre de 2008

en el buzón, el catálogo de ikea. toda la vida en trescientas setenta páginas y mi felicidad hecha de muebles baratos y colores bonitos. la funcionalidad de la vida moderna, donde todo está al alcance de tu mano y nada tiene por qué durar toda la vida, al contrario: lo que hoy sirve, mañana no. una república independiente donde dejar entrar a cualquier puta

(me gusta llamarla así y a ella también, como un elemento más del atrezzo del que siempre vestimos nuestros encuentros. relaciones humanas hechas mierda y pegajosas como sólo pueden serlo los coños que no amo, calientes y negros como el alquitrán. es imposible que me corra, le digo, y empiezo a vestirme, dejándola sola en mi habitación. ella aún vibra mientras se pone las sandalias. he perdido totalmente el respeto por mi cama. antes era un rectángulo de paz y ahora puedo encontrar cualquier cosa, más o menos como si me miro al espejo con la boca abierta: el cielo lleno de gusanos y mi lengua muerta)

(también vino les y hablamos un rato en el sofá. hacía mucho tiempo que no estaba a cuarenta centímetros de él. les es una cuerda tensa que me une al mundo)

jueves, 11 de septiembre de 2008

una vez más, las imágenes de los aviones estrellándose en las torres. una vez más, yo fregando los platos con las noticias puestas en la televisión. una vez más, nombres que intentan convertirse en personas que alguna vez fueron tan reales como usted o yo. una vez más, el humo lleno de almas creciendo en el cielo como una flor enferma

una vez más también, celebrar la derrota y cantar en voz baja bon cop de falç

y una vez más, celebrar mi propia derrota casi como un capitán ahab cualquiera, incapaz de calcular el tamaño exacto de mi error de hoy
mi vida es una puerta abierta por la que entra un montón de gente. una puerta de centro comercial, con frío fuera y calor dentro. gente que sólo me calma cuando, al despedirse, sabe encender la luz de la escalera sin que yo se lo diga

(acaricio su pelo. me detengo en los pegotes de mierda con los que están enganchadas las extensiones. ella llueve desde nubes de color rojo. parece que va a estallar mientras se mueve con alegría. tiene el culo frío y húmedo como el invierno que está a punto de llegar. me seca el corazón)
he dormido dos horas y acabo de hacerme una paja. me ha llamado una tía que conozco y hemos follado por teléfono. una cadena de mentiras tristes y mojadas, resbaladizas. intento imaginármela y siento náuseas. colgamos porque apenas hay nada de qué hablar después de. es día de fiesta y he puesto una lavadora hace un rato. hay algo precioso en el aire que me hace estar tranquilo. una ofrenda floral en el busto de rafael casanova de la plaza. betty camina lento, oliendo todas las meadas. voy a sobrevivir a todo ésto

miércoles, 10 de septiembre de 2008

miércoles como viernes. cualquier cosa me desconcentra. no te puedes imaginar cómo estoy de cansado de todo, me digo ante el espejo. begoña me manda un mensaje desde la piscina mientras rocío la casa entera con insecticida. acción rápida y fulminante, frescor limón. hoy soy incapaz de dormir solo, pero aquí no hay ningún paraíso al que regresar cuando el miedo te quiere joder vivo

martes, 9 de septiembre de 2008

begoña estará unos días de vacaciones en palma. días en los que apenas mantendremos contacto porque serán unas vacaciones familiares, con josé y aitana. ella dice que hará mal tiempo, pero ya no sé si se refiere a algo en las nubes y el tamaño del sol o, por el contrario, es un estado interior derivado de sus tristezas. a veces me pregunto cómo su marido no se da cuenta de que el equilibrio es cada vez más precario

ojos que no ven, corazón que no siente. esta tarde tuve sesión de acupuntura. le resumo los últimos días y pablo clava las agujas en sitios diferentes a los de la última vez. me quejo vagamente por el dolor. una gota de sangre color rubí. él enciende una lámpara de luz naranja que quema como una explosión termonuclear. yo me quedo dormido en una nube dulce, casi de jaco, para despertar tres cuartos de hora más tarde empapado en sudor

esta noche tuve fiebre. soñé con caras conocidas pintadas de rojo, como una fiesta lenta en la que no sucedía nada. unas escaleras infinitas y oscuras llenas de gente muda y todo el frío del mundo, imposible huir de ese frío que te pincha la espalda, que te quema los labios, que te quema la puta sombra que ya ni dejas en las paredes. no hubiera ido a trabajar pero sí, siempre hay drogas que calman

la mañana en una nube. efferalgan de un gramo y dos gelocatiles de seiscientos cincuenta. el sudor me mancha las ganas de vivir, sin luces, sin música. por fin es viernes

lunes, 8 de septiembre de 2008

esta semana será más corta de lo habitual. jueves fiesta y viernes puente. más allá, un páramo por el que morirse de asco hasta el próximo fin de semana largo, hasta la siguiente posibilidad de seguir respirando esperanzas

cerveza sin alcohol y una mesa llena de gente unida por la boda de nuestro amigo, algo que promete convertirse en mi monotema de aquí al día veinte. hablar de regalos, de dinero, de quién sí y de quién no, de y de y de y de. el cansancio como una losa. no sé qué pinto allí. a muchos de ellos los aprecio y los quiero de alguna manera, aunque sea de esa manera simple y ridícula en que acabo queriendo a la gente que me rodea, sin compromisos, sin apenas confianza. los toco, nos reímos, nos miramos, pero es algo que noto que estoy haciendo sin creérmelo. la suma de todos nosotros debería conformar una especie de nido de confortabilidad en el que sentirme seguro. por el contrario, la sensación que tengo ahí, con la mesa llena de botellas y conversaciones dispersas, es de absoluto desamparo y urgencia, urgencia por salir de allí y volver al único útero que conozco, las sábanas sucias de mi cama con la televisión puesta en mute

domingo, 7 de septiembre de 2008

evitas que te toque, dice begoña. sí, se te nota demasiado. no sé qué decir porque no esperaba que se diera cuenta de ello. un silencio se queda inmóvil entre nosotros hasta que consigo articular un intentaré que eso cambie, prometido (aunque sepa con seguridad que será difícil que suceda porque cada vez es más grande el asco que siento por casi todo)

(todo el día con diarreas. la tarde en el cine se transforma en tarde-durmiendo-profundamente. despertar con sabor a sangre en la boca. saliva como barro líquido, a veces me pasa. en el correo electrónico, una cantidad ingente de mails que hablan del regalo de boda de isaac, de su despedida de soltero. para decir según qué cosas, la gente debería saber callarse. náuseas, consiguen darme náuseas. y isaac, una pena infinita por todo)

sábado, 6 de septiembre de 2008

la felicidad hecha de cosas diminutas, una calle con sombra, un roce en el bar, una sonrisa en el supermercado, verla caminar quince metros delante de mí

aitana duerme en su carrito rojo mientras el sol deshace las calles. las palomas vuelan a nuestro alrededor como pequeños fantasmas ruidosos. cuando se despierte, le haré muecas para que se ría todo el tiempo. si yo me despierto también puedo ser feliz

me gusta begoña. hoy hemos comido juntos y hemos visto la televisión mientras nos quedábamos dormidos en el sofá. a través de las ventanas abiertas llegaba el ruido de la calle, una espiral de voces y canciones desvaneciéndose entre las líneas de una pista de tenis

me siento sucio y no dejo que ella me toque. mi polla es un cuchillo oxidado, un trozo de metal muerto, áspero y rojizo. quizás con el tiempo cambie eso, pero ahora me apena que me toque. sus manos huelen a sexo deliciosamente salado

más tarde llamará virginia y bego me acompañará hasta la estación de tren. gotas de una lluvia tranquila llenan la calle de lunares pesados y lentos, dispersos, como de despedida

viernes, 5 de septiembre de 2008

tarde gris, metálica, caliente como una herida infectada, y la calle llena de gente que me revienta

juan el lobo, con sus idioteces que siempre derivan a lo mucho que le gustan las negras, su vasectomía y el conflicto catalán-castellano, algo que sólo ve la chusma aislada y resentida como él

juan jesús y el titi, mariconas perdidas que rajan, sin cortarse, de cualquiera que pase por su lado. saludo sin detenerme, sin mirar, sin esperar nada, con sus ojos clavados como metralla en mi espalda. hacen que me duela el pecho y los oídos

ferran, comprando medicinas para la muela del juicio que le sacaron el martes. las cosas de las que hablamos cada vez son más falsas, más grises. pienso en cómo podíamos ser amigos mientras se aleja calle abajo, con un saco de paracetamol bajo el sobaco

pepu, con su pelo blanco y su infinita superioridad en su nariz afilada. está dentro, sentado en la mesa del centro del bar de paco. me hago como que no lo he visto y no saludo. un cartel dice que el aforo es de treinta y ocho personas. no, no quiero vaso, gracias. tendré que entrar a pagar la cocacola tibia que bebo a sorbos en la terraza. ya se me ocurrirá algo, pero no quiero volver a entrar allí

una madre rubísima y una niña a la que aparta a manotazos. ella pide gimoteando que le dé la mano y la madre la ahuyenta como si fuera una alimaña. así aprenderás. qué tiene que aprender? cómo se puede ser tan hijadeputa? la madre tiene los pies feos, jodidos a martillazos

como si fuera un ángel que sobrevuela la ciudad, paco. paco como un pincel, con una maleta atada con una cuerda. una maleta preciosa y vieja, marrón, de plástico fino, con cremallera y atada con un cordel. una imagen de otro mundo y otra vida. se casa mi sobrina y me voy esta noche a zaragoza. en el bar se quedará vigilando josep. paco infinitamente paco martínez soria. las vacaciones de paco —con toda la suerte del mundo— en la ciudad no es para mí
con el corazón en la punta de la polla es difícil tener un solo minuto de concentración. buenos días

jueves, 4 de septiembre de 2008

fantasmas hechos de culos y pollas y coños y babas y semen se pasean por la pantalla durante todo el día

no sabría explicarlo bien, pero tengo ganas de estar solo. ojalá bastase con tirar del cable de la ethernet. un chasquido eléctrico y azulado y todo se acabaría. sería como volver a respirar, como aprender a respirar de nuevo

no comunico mis sentimientos. como si estuviera parapetado detrás de un muro de cansancio, silencio y sueño. begoña se agota con esta manera de actuar y me siento culpable por no sentir nada mientras se aleja. soy incapaz de poner freno a esa cadena de situaciones

tendríamos que vernos el sábado, pero no tengo ganas de nada. no sé cómo decírselo. acepto tácitamente cualquier cosa que me proponga. es como si estuviera a la deriva en alta mar y sólo me acompañase el ruido de peces gigantes debajo de mí

fantasmas hecho de muertos ahogados, de tragedias que quedan reducidas a una simple cifra, una estadística que jamás podrá afectarnos porque la muerte es sólo una parte más del espectáculo

suena el teléfono. el número me suena vagamente. no quiero cogerlo. me encuentro bien solo, callado, con el ruido del ventilador a mi lado. no sabría qué decir si descolgara. palabras como piedras y mañana es viernes

miércoles, 3 de septiembre de 2008

aznar negando ser el padre del hijo de rachida dati. la sola imagen me da náuseas: sudoroso y despeinado, con la polla húmeda y blanquecina, tirado boca arriba en la cama de un hotel caro

(soñé con un edificio que se desmoronaba, tambaleándose, gris y oxidado. intentaba salir de allí, pero sólo podía subir y subir. no tenía miedo, no. sólo sentía que llegaba tarde a una cita y que no iba a tener ninguna excusa preparada. cuando sonó el despertador, unas gotas mierdosas anunciaban lluvia en el patio de luces. el resto del día hizo calor, tanto que me deshizo el alma en un charco salado)

martes, 2 de septiembre de 2008

el primer día de trabajo después de las vacaciones suena a último día en mi puta vida. todo exactamente igual, cero novedades, el sudor en la espalda y la música en el repeat. pero mejor no me quejo más y miro las cosas positivas: trabajo de algo que me gusta, al lado de casa y tengo un sueldo que no está mal. tengo hasta tiempo para mí. podría estar moviendo cajas de tornillos del montón a al montón b y eso sería, definitivamente, mucho peor

lunes, 1 de septiembre de 2008

he acabado de leer stuck rubber baby, de howard cruse. con el corazón encogido y roto me preguntó por qué mierda no lo compré antes

un lunes festivo aquí. mañana empieza otra vez la rutina del trabajo, madrugar, horarios y silencios. el agua está helada, pero no tienes que pensarlo tanto, tan sólo lánzate y aguanta la respiración

no lo compré antes porque me asustó tanta letra y tanto dibujo. así soy, me aterran las cosas difíciles en todos los sentidos. tengo cero espíritu de lucha y propensión al abandono

tengo el día extraño. por la noche tuve fiebre y tengo la sensación de estar en una cuerda floja. putas diarreas de mierda que van y vienen

así que será mejor no salir esta noche y dejar que sean mis amigos los que acaben con la noche boca arriba. bendita fiesta mayor y todo el alcohol del mundo. benditas guarras de pelos de colores