domingo, 28 de septiembre de 2008

el aire huele a pólvora por la mañana temprano. los trabucaires —otra absurda tradición catalana— tienen la culpa. nadie en la calle. y hace un frío delicioso. me siento contento. el domingo es un día de estar solo. la soledad se personifica en forma de los compromisos que no atenderé. quizás los cambie por llamadas de teléfono o correos electrónicos. una presencia virtual y feliz en la vida de los demás