miércoles, 30 de noviembre de 2011

(lisabö en la cima de las cosas bonitas, lisabö encerrado en mi cabeza, lisabö túneles y apisonadoras en una ciudad que se muere de sueño y cemento. escaneo fotografías, las retoco, maqueto un libro que no hace sino engordar a cada día que pasa, trabajos babosos y incomprensibles que me darán de comer y le darán de comer al banco. mis jefes tienen halitosis, es una sensación desagradable estar cerca de ellos y respirar su aliento, no tengo mucho olfato pero es que ellos son una puta ciénaga. puedes leer a zygmunt bauman y apretar fuerte los ojos con la modernidad líquida, pero si por dentro sólo eres una balsa de aguas fecales, a mí sólo me dan ganas de alejarme y esconderme y pensar en el montón de gente a la que le metería un tiro en la puta nuca si pudiera)

lunes, 28 de noviembre de 2011

(beber vasos de cerveza, copas de ratafia, hablar de cine, hablar de fútbol, hablar de lo que significa un hijo, una familia, hablar de la puta crisis, hablar de las personas comunes y de los motivos para no estar allí y de lo que hicimos ayer y el otro y de la última vez que, hablar de salir a fumar y del frío que hace y de comprar pollos para comer, domingo de combustión espontánea y abrazos y despedidas)
(hola, te tengo miedo, tengo miedo de la relación que tenéis marcel y tú, he tenido cuatro años para entender que no pensar —y, por tanto, no decidir y obedecer— era lo único que me garantizaba la supervivencia en esta empresa, exactamente el proceso de domesticación de los perros. éste es mi punto de partida, domingo, café con leche, mi jefa a cincuenta centímetros, fango del somme)

sábado, 26 de noviembre de 2011

(algo precioso esta tarde. un petirrojo en el patio, salta, picotea, vuela y baja otra vez, se encarama en la verja y en el ficus y en el níspero y en la higuera, me atrapa su pecho, su corazón que quiero de oro)

(cenar pizza, huir por huir, los pasos detrás de la puerta, en el piso de arriba hasta volverme loco)

(una canción de pink floyd, no me gustan pink floyd, me revientan pink floyd, sí me gusta esa canción, la toca walt berkman en the squid and the whale, de noah baumbach, pedir ayuda con un hilo de voz)

jueves, 24 de noviembre de 2011

(arcade fire como un colchón en el que dejarse caer mientras los vecinos gritan y se acusan, bocas llenas de espuma y verdades a medias. begoña me manda cuatro fotos de aitana, es preciosa esa niña, las guardo en el disco duro, sé que no las volveré a mirar. en el mismo correo electrónico me cuenta de su madre, la quimioterapia funciona/ha funcionado, está animada, es la única que realmente está animada. se acaba la música y la mente es una sábana sucia, son las nueve de la noche, mañana es viernes, piloto un avión de combate a nueve mil metros de altura y me dejo caer)

(escucho lo último que grabamos en manresa, más o menos a finales de julio, un mantra de electricidad que estalla en el suelo como estallan los corazones de porcelana. daniel dice que deberíamos grabar algo más, quizás para diciembre, cuando tengamos algo parecido a vacaciones. él puede con todo y yo camino de prestado)

miércoles, 23 de noviembre de 2011

(sueño que bajo escaleras tan rápido como puedo y todo está lleno de bolsas de plástico con perritos dentro, cachorros negros húmedos de sangre, algunos están aplastados, una mujer se ha suicidado, debo encontrar a su hijo adolescente en el campamento de la komsomol que está detrás del campo de tiro, no puedo llegar nunca)

(es un sueño pero no es un sueño, estoy en una reunión, a mi jefa se le escapan las lágrimas al hablar de la empresa, no siento nada, nunca siento nada cuando los demás lloran, es como si estuviera vacío por dentro, me miro las uñas, junto los pulgares, todos los dedos, me miro las botas, cruzo las piernas, miro sus palabras porque flotan en el aire, son peces muertos)

(llorar, llorar, mejillas bañadas en llanto, pienso en las lágrimas de nu nu y en las lágrimas de míriam y pienso en seis millones de judíos apiñados ante el muro de las lamentaciones, al borde de una fosa común en un pueblo perdido de ucrania. llorar, llorar, mejillas bañadas en llanto, pienso en las lágrimas de nu nu y en las lágrimas de míriam y en mis manos como un cuenco vacío por el que se escapa toda el agua que tengo para beber)

(no es un sueño pero es un sueño, tengo acidez de estómago, copio y pego que me lavo los dientes tres veces al día, que me lavo la cara casi constantemente, que me limpio las gafas cada vez que me lavo la cara, que me lavo las manos cada vez que me toco la polla, que antes de y después de, que también me lavo la cara cada vez que me toco la polla, que esta tarde me he hecho una paja, que mientras me corría sin ganas me he sentido viejo, cansado, totalmente vencido, incapaz de parar de caer, no sé qué de la puta cabeza)

domingo, 20 de noviembre de 2011

(y, en breve, españa como un abismo de azul technicolor. sueño que robo calcetines y zapatos, me da por recordar la primera vez que acaricié un sexo por encima de unas bragas, deditos de algodón húmedo, bebo café descafeinado y sigo soñando, una película con julianne moore y lo falso que me resulta julio medem, lucía y el sexo ayer de madrugada, pienso en lourdes —de pronto lo entendí todo, eso me dijo hace mil años, después de ver la puta película, por teléfono, era domingo como hoy; entendió que yo era la mentira más grande de su vida y que cada vez que me leía sólo podía apilar más y más motivos para odiarme— y qué estará haciendo, calles brillantes porque las luces de navidad y los chiquillos y un patín a toda velocidad, casi me mato)

sábado, 19 de noviembre de 2011

(y poder dormir y no dar vueltas y vueltas arrepintiéndome de todo, fantasmas y palabras, miedo al ridículo en los espejos)

viernes, 18 de noviembre de 2011

(sueño que estoy en sevilla, en algún punto inconcreto que me llevará a esa galería comercial diminuta que está cerca de la estación de santa justa. sueño que hay un guardia de seguridad que me conduce a través de un laberinto de pasillos mojados, indicándome a su paso las habitaciones disponibles, todas con cama doble, con baño, con ropa limpia, son gratis, aquí sólo vienen yonquis y estudiantes y putas baratas, tenemos que cuidarlos bien. sueño que hay un bar en el que esperaré a una chica morena, una cita, sólo es follar, follar con una desconocida, mecanismos sin apenas fantasía. sueño que entro por la puerta de atrás y todo el mundo mira una gran pantalla de televisión, una película, da lo mismo, imágenes en movimiento, hay parejas y mujeres solas, pido un café y mucha azúcar y un poco de leche, me siento en la barra y voy mirando de reojo, las caras cambian, ella no vendrá)

(sueño que una mujer se sienta a mi lado y me pregunta dónde has estado, qué has hecho antes, y le empiezo a contar y pienso que es una historia que he oído tantas veces que ya parece la vida de otro, no la mía, remuevo el café, se derrama en el plato, quiero mear, hay otra chica, bajita, aniñada, lleva una blusa demasiado abierta y su pecho sonrosado es el de un crío, lleva un bebé sonriente que camina a trompicones, se llama irene y sus orejitas me parecen graciosas, grandes, anchas, de lóbulos carnosos, son orejas de hombre mayor y es así que me imagino a su padre, quizás su abuelo, no se parecen, da lo mismo porque suena el despertador y todo, pum, vuelve a empezar)

miércoles, 16 de noviembre de 2011

(me pongo de pie, se me caen los pantalones, me cojo la entrepierna y estiro hacia arriba, siento calor en la mano derecha, se me ven los tobillos, los calcetines de hilo, los zapatos que me gustan a pesar de ser inservibles cuando llueve, hay bombillas que no alumbran lo suficiente, así que mejor dejarlas encendidas, también ardor de estómago después de tanta comida congelada y un jersey gris de la bolsa de los jerseys, la vida y los días en plomo)

(si hablásemos, lo haríamos en idiomas diferentes. sería como ir con una máscara todo el puto día, midiendo los muros, trazando planes, dibujando retratos aproximados de lo que debería ser y nunca es)

martes, 15 de noviembre de 2011

(una cabeza de oso de peluche rosa mientras escucho algo de bach que no conozco, el trabajo se espesa, apenas deja avanzar, todas las dudas hacen de mí un animal aterrorizado, llueve, nos reunimos por enésima vez, damos vueltas a los temas de siempre, la misma mierda económica, incapaces de afrontar la triste verdad, hablo, me tiemblan las manos, alguien debería poner la puta estufa, alguien debería gritar que no nos soportamos)

(una cabeza de oso de peluche rosa mientras limpio las botas, pantalones un poco mojados, la última manzana, el futuro está lleno de moscas y yo no sirvo, sólo eso, no sé, nunca sabes, ya lo sé)
(salgo de la ducha, son casi las ocho de la mañana, apago la luz, la vuelvo a encender, me miro, la puerta del armario está abierta, la cama ya está hecha, todavía estoy mojado, la polla me cuelga como una piel muerta, tengo el cuerpo feo y frío, pienso en eso del otro día mientras cojo un calzoncillo gris, unos calcetines negros, un polo negro, un jersey negro, cuando me dio por un oso gigante, metro y medio de peluche rosa, cortarle la puta cabeza con el cuchillo del pan, vaciarla por dentro, ponérmela, hacerme fotos, sentirme carne de presidio, respirar caliente, recordar, volver, pisar, correr, pelear, perder)

lunes, 14 de noviembre de 2011

(escribo hogar, escribo panal, escribo piel)

(la casa está en un claro del bosque. podríamos cruzar la piscina sin respirar. todos los recuerdos se acaban convirtiendo en ruinas. hundes las manos en la tierra húmeda y sientes frío)
maría ramos colgó ayer unas palabras mías en the bird shot, gracias, maría)

(lunes como un nudo en la garganta, lunes endoscopia, lunes cáncer de laringe, lunes cielo azul y miedo a hablar, lunes otoño y tilos desnudándose, lunes pecho gris lleno de cruces)

viernes, 11 de noviembre de 2011

(vacío. a ese tipo le llamaban calígula y le partía la cara a todo dios, botas y tirantes rojos en el ochenta y nueve. verlo ahora, veintitrés años después, viejo y inofensivo dentro de su mono de empresa lleno de mierda a las diez de la noche, sólo me produce compasión. me mira, me reconoce, me cago en su puta madre mentalmente, hago un viaje instantáneo hasta entonces y me vuelvo a encontrar con pedro pons y andrés el mudo y la ñoño jugando al billar, inflados de carajillos porque era como ir hasta arriba de farlopa y encima te abrigaba)
(cero. la luz de tu pecho es una segunda oportunidad cada vez que caminas descalza por el piso)

(uno. después viene cuando uno se confunde repetidas veces ante el espejo del cuarto de baño, mejillas pintarrajeadas de desánimo)

(dos. una chiquilla sentada en las rodillas de un chiquillo, polaroids desde los quince años, el amor como un souvenir un poco más allá del fin de semana)

(tres. me lavo los dientes, me sangran las encías, necesito hacer las cosas con más cuidado y dejar de desear un enjambre de coches bomba)
(sueño que betty cruza la calle entre los coches, ha llovido, se abalanza sobre mí y está contenta y me hace fiesta y feliz porque está caliente como sólo los pequeños perros marrones pueden ser, así que no importa que me manche los pantalones de barro, retroceder en el tiempo hasta desaparecer)

(sueño que voy en tren y la chica se llama sofía y viajamos de espaldas y estamos en torre baró porque vamos a barcelona y el tren está detenido con las puertas abiertas y el chico que está delante de nosotros se quita los zapatos y los mete en una bolsa de deportes negra que mete debajo de su asiento y se levanta para irse y a mí me entra pánico porque pienso que es una puta bomba y intento arrastrar a sofía sin que nadie se dé cuenta y ella duerme profundo y no quiere que la despierten, así que me siento de nuevo y acepto que vamos a morir allí, despertador)
(miedo a todo)

jueves, 10 de noviembre de 2011

(sueño que conduzco una moto de color blanco pero no la conduzco realmente porque me veo desde atrás y un coche se me lleva por delante y salgo volando como veinte metros y después estoy en un edificio en ruinas y hay una jaula con pájaros amarillos, quizás son canarios, me gustaría que cantasen pero no cantan, si miro por los agujeros de la pared siento que estoy lejos de casa y quiere llover)

(qué hacer con las palabras, cantar canciones tibias para que la luna y las orcas tristes, soñar, soñar)

lunes, 7 de noviembre de 2011

(y ahora duele sin querer y toda la tarde con la cabeza perdida y lovers who uncover y el teléfono que suena, podría ser medianoche y edvard munch)

domingo, 6 de noviembre de 2011

(sueño que estoy en casa y entro en la cocina y hay cuatro vasos sucios de zumo de tomate y me cabreo hasta lo indecible y los lavo con agua fría y me salpico los pies desnudos y voy a mi habitación y me lío a patadas con la guitarra acústica porque siento tanta rabia dentro que algo tengo que hacer y vuelvo a la cocina y cojo una freidora y la desmonto pieza a pieza hasta que sólo es un amasijo de chatarra que no soy capaz de volver a montar y tengo las manos llenas de heridas que sangran y voy a la farmacia y hay un recital de poesía y es una puta basura de poesía y pienso en luna miguel y todos sus amigos poetas y guays y en la puerta está yolanda morín con más gente, antiabortistas todos, y me señala un cubo de plástico azul con tapa que está lleno a rebosar de una papilla de fetos y me grita es culpa tuya y me asusta y camino por una calle que no conozco pero que es la gran vía de madrid aunque no se parece en nada a la gran vía de madrid que pinta antonio lópez y me cruzo con una mujer que tiene barba y le falta el brazo izquierdo, pienso en mister potato porque los ojos y la boca y la nariz y las orejas son como prótesis pegadas sin gracia y sigo andando y me cruzo con una mujer que es como sandra ann, la gangbang queen, y me da unos papeles que parece que están en blanco pero sólo están escritos con letra muy débil pero no sé lo que pone y no me interesa porque allí está el casino de l'aliança y antes de entrar me cruzo con una mujer que lleva dos niños de la mano y los arrastra como si estuvieran vacíos por dentro y hay una chica vestida de esqueleto y la sigo porque estoy enamorado de ella y despierto y está lloviendo y es como si me hubiera lavado los dientes con farlopa)

miércoles, 2 de noviembre de 2011

(llueve, pongo la ropa a secar en una silla del comedor, preparo té, exprimo un limón, caliento sopa, la última manzana en la bolsa transparente, una naranja llena de semillas, pido hora en el ambulatorio, nueve tres siete dos ocho cuarenta y cuatro cuarenta y cuatro, once de noviembre, seis y diez de la tarde, la cabeza se me va un poco mientras espero que una voz conteste)

(cartas a emma bowlcut, de bill callahan. compré el libro esta tarde, las calles estaban llenas de gente y hacía un poco de calor. un pequeño lujo, supongo. noviembre, algo que leer, las manos cerradas apretando los recuerdos contra el pecho)

(el mismo ciervo jadea pesadamente en el suelo, la sangre a borbotones lentos, un charco de miedo, imágenes que siempre están ahí, dentro de los ojos)