viernes, 18 de noviembre de 2011

(sueño que estoy en sevilla, en algún punto inconcreto que me llevará a esa galería comercial diminuta que está cerca de la estación de santa justa. sueño que hay un guardia de seguridad que me conduce a través de un laberinto de pasillos mojados, indicándome a su paso las habitaciones disponibles, todas con cama doble, con baño, con ropa limpia, son gratis, aquí sólo vienen yonquis y estudiantes y putas baratas, tenemos que cuidarlos bien. sueño que hay un bar en el que esperaré a una chica morena, una cita, sólo es follar, follar con una desconocida, mecanismos sin apenas fantasía. sueño que entro por la puerta de atrás y todo el mundo mira una gran pantalla de televisión, una película, da lo mismo, imágenes en movimiento, hay parejas y mujeres solas, pido un café y mucha azúcar y un poco de leche, me siento en la barra y voy mirando de reojo, las caras cambian, ella no vendrá)

(sueño que una mujer se sienta a mi lado y me pregunta dónde has estado, qué has hecho antes, y le empiezo a contar y pienso que es una historia que he oído tantas veces que ya parece la vida de otro, no la mía, remuevo el café, se derrama en el plato, quiero mear, hay otra chica, bajita, aniñada, lleva una blusa demasiado abierta y su pecho sonrosado es el de un crío, lleva un bebé sonriente que camina a trompicones, se llama irene y sus orejitas me parecen graciosas, grandes, anchas, de lóbulos carnosos, son orejas de hombre mayor y es así que me imagino a su padre, quizás su abuelo, no se parecen, da lo mismo porque suena el despertador y todo, pum, vuelve a empezar)