sábado, 31 de enero de 2009

la felicidad tiene un montón de caritas diferentes. sábado, lluvia, un edredón blanco como el invierno en siberia. para el dolor, treinta miligramos de fosfato de codeína cada ocho horas. protector estomacal cada doce, antiinflamatorios cada ocho. amodorrado en la cama, un documental sobre ostras en el pacífico. poco a poco vuelvo a ser persona. y mi jersey de lana favorito, sí

viernes, 30 de enero de 2009

el doctor navalón me mira y sonríe. me sorprende su extraordinario parecido físico con xavier theros, de accidents polipoètics, aunque es mucho más alto. tiene la mano izquierda con un vendaje ortopédico y, tras escucharme y examinarme, su dictamen es inapelable: virosis intestinal. eso que tú crees que es un resfriado es realmente un virus. que la colitis haya recrudecido sólo es un daño colateral. que te ahogues en un charco de mucosidad sólo es otro daño colateral. y la fiebre y la tos y todos y cada uno de los dolores, daños colaterales. mientras habla, pienso en mis nulas defensas. hay que ser estricto con el tratamiento —de quince días de duración— y las diarreas irán remitiendo, todo irá volviendo a su cauce. treinta días de baja y apretón de manos. el doctor es, ciertamente, un tipo afable

(la consulta número ocho del segundo piso del ambulatorio está abarrotada de enfermos gris ceniza, inexpresivos y encogidos. hablo con luis tirado, con quien estudié en el instituto y de quien no guardo ningún mal recuerdo, a pesar de sus años dedicados al psoe en un cargo de importancia en el gobierno municipal. él viene por nosequé de unas vacunas. luis sí tiene buen color, es bajo y fuerte, deportista. hablamos de política, de trabajo. la calefacción a todo trapo matará a unos cuantos viejos y empezará por el de la silla de ruedas en el rincón de la puerta, el que se apellida torras y apenas se mueve)
el doctor navalón me mira y sonríe. una animada charla sobre la enfermedad en la que se muestra incrédulo ante la evolución del brote. hablamos como hablan dos viejos amigos. muevo mucho las manos. me encuentro animado. él está sentado frente a mí, sin mesa de por medio y con una pierna cruzada sobre la otra. mueve los dedos de los pies dentro de unos zapatos viejos de rejilla. tiene los calcetines morados y no puedo dejar de mirarlos. el doctor navalón aquí es un sueño del que despierto a las once de la mañana

jueves, 29 de enero de 2009

miércoles, 28 de enero de 2009

ebensee, en austria, y oswiecim, en polonia. la distancia que las separa es de seiscientos cincuenta y cuatro kilómetros, tres horas y treinta y siete minutos yendo por vías rápidas, según informa la versión digital de la guía michelin. en la fotografía son los mismos ojos, las mismas pieles que apenas sujetan la muerte
no he ido a trabajar esta mañana. hace días que mis tripas no funcionan bien y hoy he asumido que debería quedarme en casa. hace falta valor para ello. he dormido toda la mañana. ahora como arroz y lo como con asco, masticando despacio. no me entra nada sólido en el cuerpo. vuelvo a la cama, dormir y morir con los pies fríos

martes, 27 de enero de 2009

corre conejo, corre. la muerte de john updike, el cansancio ante el ordenador, el frío que no se iría ni aunque me prendiese fuego. sesenta y cuatro años desde auschwitz

lunes, 26 de enero de 2009

debo tener las defensas hechas papilla, pienso mientras me quito los zapatos. cumplo a trompicones con lo que el mundo espera de mí, pero no es suficiente. me autoimpongo metas que no podría cumplir ni en la mejor de mis vidas y eso me causa una constante frustración de la que no sé escapar. los calcetines negros al cubo de la ropa sucia. el jersey rojo hecho una bola en una silla del comedor. la comida en la nevera porque no tengo hambre. las cosas en su sitio. me imagino cruzando la calle sin mirar, un segundo antes de
entender las cosas no quiere decir poder elaborar un discurso interminable sobre ellas, sino saber ver las heridas que me deja en el corazón

(lunes, chatarrería y frío. la fiebre del fin de semana se queda guardada en cualquier cajón. ante el espejo, mis ojeras me dicen buenos días)

domingo, 25 de enero de 2009

sábado, 24 de enero de 2009

un viento que borra las caras de la gente y llena las conversaciones de palabras recurrentes. nubes de polvo y hojas secas en los rincones. betty ladrando hasta que se queda dormida. una lavadora y después otra. sábado, sábado, sábado

viernes, 23 de enero de 2009

las pupilas de seve están dilatadas como culos y la baba blanca y espesa en las comisuras de los labios parece que vaya a tener vida propia. a pesar de ello tiene buena cara. ha estado en chiapas durante seis meses, ahora ha vuelto a estudiar y trabaja de nosequé en nosedónde, esperando reunir más dinero para largarse otra vez, porque en cualquier sitio se está mejor que aquí

en los paquistaníes de la calle joaquim costa venden móviles libres tirados de precio. no hace frío en la calle llena de gente. bebo una cocacola en la granja de gavà mientras, en la mesa de al lado, dos veinteañeros conspiran. es viernes por la tarde y, de vuelta a casa, compro una baguette justo al lado de la estación. la chica que está delante de mí encarga un pan de molde grande para mañana por la mañana. se llama eva y tiene la nariz roja del reno rodolfo

he descargado los nuevos capítulos de perdidos. esta noche dan remake en la segunda cadena. podría salir un rato al bar de siempre. me encontraría con gente que me contaría su vida mientras me tomo una cerveza. me llenarían la cabeza de palabras y eso quizás me serviría para algo, no sé. caliento un poco de sopa y dejo pasar el tiempo. buenas noches

jueves, 22 de enero de 2009

dábale arroz a la zorra el abad. en un extremo del cuadrilátero, F, con los ojos inflados como pollas de mulo y sin nada que decir sobre nada, cansado después de un día intenso de estrujarse las neuronas para hacer dibujitos de esos que nadie se da cuenta de que existen y que acaban en cualquier papelera

supercrepus. en el otro extremo, joe crepúsculo, cansado de darme por el culo desde esta mañana, tales son las bandas sonoras que se me clavan en la espalda como rejones portugueses. a estas alturas de la tarde, no puedo ser ningún peligro, no puedo ser nada. no puedo ni caer de espaldas ante el flamante disco del año según rockdelux, otros idiotas

in girum imus nocte et consumimur igni. arbitrándolo todo, guy debord, el chico más listo de la clase y espectador —qué puto chiste— de mis pajas mentales y mis ilusiones leninistas

ir de listo antes de, pum, morir

miércoles, 21 de enero de 2009

los últimos soldados israelíes abandonan gaza más o menos al mismo tiempo en que el ciudadano obama entra en la casa blanca. me resulta inevitable trazar una línea contínua que une ambos hechos y que desemboca en un enorme charco de desesperanza. buenas noches
estoy encerrado en la última habitación de la casa. los pájaros se estrellan contra las ventanas, cayendo con fuerza desde el cielo negro. han ido rompiendo todos las persianas, los cristales, y ahora aletean por toda la casa, mirándome, chillando. no tengo miedo porque sé que ésto es una película y la he visto antes. seis y media de la mañana, suena el despertador. dormiría la vida entera, joder
todos los sueños, sin excepción, se acaban derrumbando como el más alto castillo de naipes

martes, 20 de enero de 2009

lunes, 19 de enero de 2009

cómo era eso que dije el otro día? las pocas ganas de levantar la vista y ver qué sucede en el mundo. animales en sus jaulas esperando las horas de sol. vivir es sobrevivir, es dejar de hacerse daño. es sentarse de espaldas a la ventana mientras empieza la llovizna. vivir es aprender todas las guerras cada mañana. vivir es estar de luto para siempre

(congelados la sirena. peso en una bolsa de plástico doscientos cincuenta y cinco gramos de gambas cocidas y peladas, de las que están de oferta. ante la nevera de los postres dudo, y de la duda salto al miedo como si no hubiera término medio. en otras circunstancias sí sabría qué hacer, pero hoy no. algo tan trivial como una tarrina de chocolate belga es capaz de borrarme del espejo)

domingo, 18 de enero de 2009

creo que he dormido durante todo el día. creo que he dormido hasta cuando estaba despierto, en una nube bajo el sol tibio de enero, en el patio, acariciando a betty con los ojos cerrados. hoy he descubierto que se asusta con el tintineo de los cascabeles. he comido ensalada por primera vez desde el verano, aunque mis intestinos no toleran bien las cosas crudas. otra manera de arriesgarme, de caminar por la cuerda floja. el viernes, mis amigos me regalaron unos pedales de guitarra con los que hacer mucho ruido. isa hizo cuatro o cinco fotos que salieron movidas. lo pasé realmente bien, sí. juank dice que me ve más feliz desde hace un tiempo. sólo sé que tengo miedo de defraudar a quien me quiere. es un miedo de animal deslumbrado por los focos, incapaz de moverse, prisionero de un segundo antes del atropello

sábado, 17 de enero de 2009

sobre un caballete, un retrato del bluesman robert johnson a medio terminar. detrás, una estantería llena de libros y vinilos y una mesa grande llena de pinceles y botes de pintura acrílica. en otra mesa, tres ordenadores, dos portátiles y una torre, y un caos de papeles escritos a mano. también un plano de catalunya y varios libros abiertos, uno encima de otro. y muchos cables por el suelo que intento no pisar

la habitación es soleada y la casa está en silencio. míriam se ha ido al curso de postgrado que está haciendo y yo me he quedado allí, en una especie de asilo. he salido a comprar el diario y he puesto la televisión en uno de esos canales en los que hay sólo videos musicales, algo que alternaré con canales de noticias durante todo el día. estoy allí de pie, en esa habitación llena de luz, y, de repente, una tristeza infinita me encharca el corazón. la felicidad también es una piedra negra

viernes, 16 de enero de 2009

pago los libros y el dvd. eva, la cajera del fnac que me cobra, tiene los dientecitos separados. intento imaginar cómo es su vida fuera de allí, de ese cubículo de gallina ponedora informatizada que es su trabajo. novio y estudios, fumar porros hasta que se hace de día. su familia. su manera de caminar. el olor de su sexo antes de que acabe el día. las cosas que no le gustan y las que le dan sueño. hablo con un hilo de voz. creo que doy la impresión de poder caer muerto de un momento a otro. la chica que está justo detrás de mí es muy bonita. intento imaginármela como la christine del cuadro de andrew wyeth (el viejo murió hoy, encogiéndome el corazón). ella no entendería que me la quedara mirando, así que me concentro en la placa de eva con su nombre escrito, en su boca y su acné juvenil. en sus pendientes de bolitas. todos estamos condenados de antemano a ser infelices, eva. pero ella no me oye, no puede oírme

esta noche cenamos todos juntos. pendularmente, la escena se repite. un año después, la misma crepería, prácticamente las mismas personas, la misma excusa. ayer fue mi cumpleaños y esta vez todo va a salir bien

me doy un montón de ánimos. feliz viernes

jueves, 15 de enero de 2009

buenos días. estoy en el trabajo, en uno de esos tiempos muertos en los que se decide el funcionamiento del mundo. yo, como tornillo que soy, sólo estoy autorizado a seguir rodando cuando se me diga que tengo que rodar. el resto del tiempo puedo estar confortablemente aislado en mis calores mentales. no se me exige nada porque no se espera nada de mí

escribo para salvarme. hay pocas cosas que me interesen lo suficiente como para levantar la vista y mirar el mundo. todas mis distracciones vienen canalizadas por un cable de ethernet y multitud de páginas web que consulto diariamente. en el escritorio se acumulan carpetas en las que almaceno la información que voy encontrando, en una suerte de síndrome de diógenes digital. muchas de ellas no serán ordenadas jamás, pasando a formar parte de otra carpeta mayor en la que un número indicará el día, mes y año en que decidí que estaba llena, que no cabía nada más

de fondo, la voz de maría callas. el cielo es de un azul aproximado al doscientos setenta y siente de la gama pantone con la que trabajo. algunas nubes blancas y borrosas. frío en la calle. pienso en tonterías mientras dibujo un mosaico que utilizaré en cuanto pueda

(es otra manera de matar el tiempo y de llenar el gigantesco disco duro del que dispongo. dibujos y trabajos que guardo, siempre a la espera de ser reciclados en cualquier momento. este mosaico, concretamente, es una superficie de ciento veintiún milímetros de ancho por cincuenta y ocho de alto, formada por mil cien piezas rectangulares todas diferentes. detalle de obsesivo-compulsivo: el gusto por los números redondos. el tiempo pasa tan lento que me permito el lujo de dibujarlas una a una. si no fuera así, con copiar y pegar sería suficiente, pero no es el caso)

el mundo necesita de mí ahora. por fin

miércoles, 14 de enero de 2009

mañana es mi cumpleaños, pasado mañana es el de isa y hoy es el de tino. treinta y nueve años viendo pasar los trenes, sin valor para cerrar nada, realmente en ningún lugar
tengo el corazón extrañamente acelerado, como cuando bebo demasiado jarabe para la tos. también tengo los pies fríos y blancos. y la sopa en la mesa, enfriándose. y un mantel azul lleno de migas. y la piel de la cara tan tirante que parece de plástico. y los huevos vacíos. y gritos de niños en el piso de arriba. y ganas de ver el partido de esta noche y emocionarme con la espalda de pep guardiola. tengo también un montón de fotos del ku klux klan que bajé esta mañana. y juguetes nuevos para betty. y las manos sucias y mustias después de

todo sucede por una razón. eso dice la camiseta que me regaló begoña por navidad y eso mismo pienso yo cada vez que suena el despertador

martes, 13 de enero de 2009

la fotografía es de mil ochocientos sesenta y cuatro. en ella, soldados de la unión en un hospital, un año antes del fin de la guerra civil americana. las bombas estallan lo suficientemente lejos como para que el aire apenas tiemble. las heridas sanan lentamente y pronto será primavera

(ciento cuarenta y cinco años separándonos. el mundo como una burbuja en la que curarme. es otro hospital de campaña, con una guerra invisible ahí fuera)

lunes, 12 de enero de 2009

domingo, 11 de enero de 2009

llovizna en la calle. la manifestación ya ha terminado. hablamos de treinta mil personas que se diluyen entre el río de gente que busca la oportunidad de sus vidas en forma de unos zapatos rebajados. en el fnac están todos los libros que necesitaría llevarme. están también las cero ganas de las colas infinitas. elijo volver a casa y leer un poco en el tren. minutos después, un chico muy joven cantará una canción de oasis con una guitarra de cuerdas de nylon. después de eso, ya nada será importante. el sábado termina así, con su voz dulce
veintitrés minutos y dos segundos de puños por el culo. amar a tu mujer es eso, es llenarte de crema y mierda el brazo de una manera rítmica, sin hablar. el amor es que ella grite de placer y de dolor mientras le metes una botella de vino por su ano dilatado hasta la rabia. amor es grabarlo con una cámara fija, sin que se vean sus caras, y colgarlo en una página web como un video de animación flash

amor es abrir la mano dentro de ella y notarla caliente. es no tener asco a su cuerpo. es que ella no te tenga miedo. es no odiarte por todas esas cosas sucias dentro de tu cabeza. es que no te odie por lo que en el fondo eres

(no es amor lo que siento, no puede serlo. a duras penas me soporto desnudo cuando míriam me mira, me abraza. el deseo es un pez muerto en el fondo del acuario. estás triste, dice ella. un poco, sí, pero se me pasará. entonces me toma fuerte de la mano y me regala su mejor sonrisa, obligándome a reír. tengo suerte de que ella esté, sí, pero no sé hasta cuando voy a poder seguir así. en la televisión, tobey maguire y charlize theron aprenden a quererse en las normas de la casa de la sidra. y muchas ganas de llorar con todo, creo)

sábado, 10 de enero de 2009

viernes, 9 de enero de 2009

catorce días y ochocientos muertos después, los asmáticos soplapollas de la onu aciertan a decirle a israel que deje de joder, que si no se quedará sin postre

mucho asco todo junto. asco cuando toso y sale de todo, cuando duermo y paso frío, cuando se me llena el culo de rubíes por vete tú a saber qué hice. feliz viernes, sí

jueves, 8 de enero de 2009

la tarde apenas se anima. bostezos y ojos rojos y peso en la espalda hasta no poder más. mañana es viernes. mañana podrás dibujar una puerta de rouge en la pared, una puerta a través de la cual desaparecer aquí y aparecer allá, con el sol golpeándote en la frente como si fuera la primera vez que

(caldito de verduras para cenar. dos minutos y medio en el microondas a máxima potencia. me acurruco sobre el plato. el vapor me empaña las gafas mientras muevo la cuchara en el mismo círculo. ahora soy feliz o, por lo menos, estoy tranquilo)
(el día ha sido tan emocionante como mear cuando tienes infección de orina. en la radio un imbécil hablaba de cumplir la ley. las correcciones han llenado las horas de la mañana. eso y las cuñas publicitarias que sólo engañan a los idiotas)
puedes hacerte un bocadillo pequeño de mantequilla con el pan caliente. la grasa se deshace en un bonito color dorado. también puedes pintarte las uñas de los pies, reírte de los demás en el tren camino a casa, pero sólo para ti, sin que nadie lo note. si no, tendrías problemas. puedes dibujar una puerta con el rouge de tu madre en la pared del comedor y irte lejos, a sentarte en cualquier salón de juegos, con ciclones y luces de esas que te hacen clic-clic-clic-clic en el cerebro, a esperar a tu padre que viene a salvarte de la navidad, bajando la escalera del mercante tan rápido como es capaz para que su princesa no llore nunca más

(me doy consejos, trago saliva, dejo que veintiséis pastillas de phonal se deshagan en mi boca porque me duele la garganta. joder, qué ganas tengo de largarme de aquí. estoy en el estudio, delante del ordenador, sin darme cuenta de lo afortunado que soy por poder trabajar en algo que más o menos me gusta)

miércoles, 7 de enero de 2009

un frío de esos que te arrancan la polla y convierten tu cuello en algo parecido a un trozo de metal oxidado. sí, mejor hablar del tiempo

martes, 6 de enero de 2009

ella era la yonqui más guapa del mundo, sin carne, sin dientes, con unos ojos negros tan grandes como dios. ahora está sentada en un banco con la cara hinchada por los corticoides, jugando distraídamente con un teléfono móvil, dentro de un anorak que se cae de viejo. hablo con jaume, su pareja, que fuma sin parar. él todavía tiene dientes, pero se le caerán todos de golpe dentro de dos días. tiene las manos rotas a martillazos y está exactamente igual que hace veinte años, el tiempo que hace que nos conocemos. que te traigan muchas cosas los reyes magos, sonríe

(aguanieve. he dormido toda la tarde. he soñado con muertos en una estación de tren. niños amortajados en las portadas de los periódicos. todos lloramos a los nuestros)

lunes, 5 de enero de 2009

otra guerra, todas las guerras. en el scobies, seamus nos sirve las primeras pintas un minuto antes de medianoche. antes de allí, hemos estado en el lizarrán de ronda universitat hasta que han cerrado. rafa y edurne y daniel, pablito y amanda, también àlex. creo que lo pasamos bien, aunque la verdad es que yo tenía la cabeza en otro sitio

(por la tarde salí con míriam un ratito. fuimos al joanet, en montcada. el carrer major estaba desierto y el bar lleno de gente. me gusta estar con ella. cuando me siento frágil me dejaría querer hasta por un lanzallamas, pero no es el caso. cuando me toma de la mano siento que es amor de verdad. de todas maneras, lo que más me gusta de ella es que no sabe ver el monstruo que llevo dentro, y eso me hace sentir cerca de ser una persona normal, una aburrida persona normal a la que le sonríe la vida)

otra guerra, todas las guerras. en el scobies sólo hay turistas, borrachos y dos bolleras adolescentes que se hacen fotos dándose besitos en las mejillas. fotos que acabarán colgadas en un perfil de facebook. fotos con las que hacerme una paja un día como hoy. otro sorbo más y iré a mear

domingo, 4 de enero de 2009

un día de puta madre. domingo de los de pasear, de los de no hacer nada y sonreír con un rayo de sol. las tiendas están abiertas y curioseo en algunos escaparates. en una zapatería me he encontrado con la madre de chencho (él era mi mejor amigo en algo tan lejano como primero de bup). me ha abrazado sonriente cuando me ha reconocido. me ha contado que su hijo, a quien no veo desde el entierro de pau en el noventa y cinco, vive en palma con su pareja, con un buen trabajo y un futuro. que el pequeño se ha independizado y tiene un montón de novias. que a su marido se lo comió el cáncer hace cinco años. que se siente sola pero que se alegra muchísimo de verme. que va a comprar vino, que si la acompaño

hemos ido hasta una bodega que queda un poco por encima del bar grau, en la calle sant ramon. ha apuntado mi número de teléfono para dárselo a su hijo, que te llamará seguro, dice. nos hemos vuelto a abrazar. la he dejado allí, con la dueña de la tienda. seguro que le ha contado de mí porque se la veía contenta. he aprovechado para tomar un té en el grau y comprar la vanguardia. israel invade gaza. otra guerra, todas las guerras
creo que no tengo piel. si la tuviera no se me caerían las tripas ni las lágrimas. si la tuviera sería más feliz. buenas noches

sábado, 3 de enero de 2009

quieres que te la chupe?, me pregunta ella. no, sólo si realmente es lo que quieres hacer, respondo. no, prefiero que no, contesta. ya sabes que sólo me gusta hacerlo cuando yo quiero, añade. qué sentido tiene que me preguntes, entonces? si te hubiera dicho sí, tu respuesta habría sido la misma, no?

(silencio. míriam está sentada encima de mí, a horcajadas. en la televisión encendida, las ruinas y los muertos en gaza. ya no iremos al cine. la crema de calabaza tintinea en el microondas. acaricio sus muslos. la tristeza me ha quemado por dentro pero ella es incapaz de darse cuenta)

viernes, 2 de enero de 2009

jueves, 1 de enero de 2009

una escena fantasmal. el lavabo de el corte inglés de plaça catalunya está lleno de maricas viejos que se miran las pollas los unos a los otros. no quieras saber lo que se esconde detrás de esas puertas cerradas. no quieras saber lo cerda que es la gente. no quieras saber lo que son capaces de

(los maricas viejos se lavan las manos, entreteniéndose en secárselas bajo el chorro de aire caliente a la espera de algo nuevo, algo que salve sus vidas de mierda. es el último día del año, son las cinco de la tarde)
me corté el pelo, me duché, me puse una camisa bastante nueva. supongo que tenía ganas de salir. al llegar a la plaza, mis tripas manchadas de rojo decidieron que el día se había terminado. la humillante vuelta a casa. llamé a juank y sí, creo que al final no saldré

(mientras me llegaba el sueño, el programa de cuatro ya estaba bien. trocitos de basura de veinte segundos para pasar el rato, todo bastante mínimo y triste, si lo piensas con un poco de distancia)

(porque es mejor así, en pequeñas secuencias aisladas que formen un mosaico, una realidad diferente, incapaz como soy de pintar un bonito fresco de mi vida. soy un programa de zapeo de mí mismo. buenos días y sí, feliz año nuevo)