domingo, 4 de enero de 2009

un día de puta madre. domingo de los de pasear, de los de no hacer nada y sonreír con un rayo de sol. las tiendas están abiertas y curioseo en algunos escaparates. en una zapatería me he encontrado con la madre de chencho (él era mi mejor amigo en algo tan lejano como primero de bup). me ha abrazado sonriente cuando me ha reconocido. me ha contado que su hijo, a quien no veo desde el entierro de pau en el noventa y cinco, vive en palma con su pareja, con un buen trabajo y un futuro. que el pequeño se ha independizado y tiene un montón de novias. que a su marido se lo comió el cáncer hace cinco años. que se siente sola pero que se alegra muchísimo de verme. que va a comprar vino, que si la acompaño

hemos ido hasta una bodega que queda un poco por encima del bar grau, en la calle sant ramon. ha apuntado mi número de teléfono para dárselo a su hijo, que te llamará seguro, dice. nos hemos vuelto a abrazar. la he dejado allí, con la dueña de la tienda. seguro que le ha contado de mí porque se la veía contenta. he aprovechado para tomar un té en el grau y comprar la vanguardia. israel invade gaza. otra guerra, todas las guerras