jueves, 31 de julio de 2008

camino pesadamente hasta la calle de la mercè. la tienda que busco, un colmado de ésos con productos exóticos, está cerrada. el calor es insoportable y no conozco nada en esas calles. es un barrio totalmente diferente al barrio donde vivo, un barrio ghetto, hormiguero y desordenado, lleno de gente de mil sitios. caras conocidas en los bancos, en las terrazas de los bares. intento no pensar y concentrarme en cada paso que doy. no sé qué he comido, pero tengo la sensación de que voy a desplomarme de un momento a otro. eso sucede al lado de casa, en el kebab de la plaça. el lavabo, por suerte, está limpio

(me duele todo el cuerpo. tengo la cabeza en blanco. siempre me pasa después de. no dejo de preguntarme qué coño sucede dentro de mí. buenas noches)
se toman las últimas decisiones sobre un libro que edita la empresa para la que trabajo. hace calor. en gara hablan de torturas. pienso en todos los soplapollas de amnistía internacional, con la ojos puestos en china o guantánamo. cuanto más lejos, mejor. cansancio, ganas de hacerme una paja y dormir la tarde entera con los pies colgando en una esquina de la cama

esta mañana, mientras me lavaba los dientes, pensaba en el reset que tendría que hacer para mirar mi vida con un mínimo de objetividad. algo tan necesario como un tiempo muerto. plantear dudas, tomar decisiones, aparcar la inercia que me ha gobernado desde que tengo uso de razón. un reset y los cojones para hacerlo, para parar en seco y sentir, por primera vez, cómo la vida me acaricia el pecho y me dice ven

escupí, me lavé la cara y me fui a trabajar. supongo que lo único que necesito son unas vacaciones

miércoles, 30 de julio de 2008

millones de adolescentes clónicos entre sí se arremolinan frente al corte inglés de plaça catalunya. los mismos pelos, la misma ropa, la misma caída de ojos y la misma indolencia llena de laca. una frase al azar se me queda martilleando en la cabeza: hasta que no pruebas la coca no sabes quién eres de verdad. ni qué decir tiene que, al escuchar esas palabras, me sentí más viejo que nunca y sólo esperé que mi tren no tardase mucho en llegar porque la tierra hervía. su puta madre

(compré desocupado, de lewis trondheim. la vida de ambos, él y yo, es un precipicio planteado en ridículas dudas pequeñoburguesas. también compré unas sandalias, unas birkenstock de esas de profesor-de-catequesis, como las llama begoña. he estado con ella toda la tarde. me hace feliz, necesito serlo, aunque sea comprando un biberón en la prenatal de ronda sant pere o mirándonos sin tocarnos antes de cruzar por el semáforo de fontanella)

(hoy he conocido a virginia, su mejor amiga. nos hemos cruzado con ella por casualidad en roger de llúria con gran via y hemos estado hablando un ratito allí, en esa esquina. al despedirnos tenía la sensación de haber dejado de ser un fantasma)

martes, 29 de julio de 2008

nueve mil trescientos veintiséis euros con diecisiete céntimos. eso es lo que valen los años de mi vida en la imprenta, la indemnización que paga el fondo de garantía salarial después de todo. y ahora es un talón con mi nombre escrito. ni siquiera hemos llegado a ver a la abogada. no era necesario: nuestros papeles estaban en el mostrador, esperando que viniésemos a recogerlos. la administrativa es diferente a la chica de la última vez que estuvimos allí. hace el mismo comentario sobre mi firma que hace casi todo el mundo. aprovechamos para tomar una cerveza en el bar de la esquina. hay un montón de chicas rubias y pálidas en la mesa del fondo, como si fuese un trozo diminuto de noruega allí, en un bar de mierda en la calle sant lluís con santa anna. la calle arde y yo apenas siento nada. hace días que camino por un desierto. las gotas de sudor me recorren la espalda pero estoy contento, contento y con los pies llenos de mierda

lunes, 28 de julio de 2008

el bar del hotel gravina es pequeño, de apenas cuatro mesas cuadradas y grises, impersonal y frío. es el bar de hotel más barato que conozco. bebemos cocacola mientras hablamos y reímos. a veces nos besamos. ella todavía tiene el pelo húmedo. en la calle el calor es asfixiante y los turistas forman un río compacto y sudoroso

me noto afónico. no he hablado con nadie durante el día de hoy y ayer tampoco fue gran cosa, así que estoy ronco, sin apenas voz. sus besos son preciosos y suavemente húmedos

begoña compra un vestido como regalo de cumpleaños para su cuñada maria. es negro y corto, un vestido bonito que le quedará bien cuando esté de vacaciones, sentada en cualquier bar, esperando el día de su boda (es el diez de octubre). la felicidad es una cadena hasta el fondo del mar más frío

ella me acompaña a mirar unas sandalias, pero no tienen de mi número en el modelo que quiero. nos abrazamos al despedirnos. lunes y volteretas en el aire a diez mil kilómetros de altura

(en el andén número dos de plaça catalunya, un chico con pantalones amarillos canta y toca una guitarra de aire con la música encerrada en su mptres. miro el suelo lleno de mierda mientras sonrío. al llegar a cerdanyola elijo dar una vuelta por la avenida antes de volver a casa. zapaterías, tiendas de ropa, terrazas que se llenan poco a poco de parejas. una chica con la que cruzar un saludo imperceptible. olga franco a las ocho en punto de la tarde)

domingo, 27 de julio de 2008

betty ha dormido durante todo el día y cuando no ha estado durmiendo, ha ladrado hasta hacerme desesperar. le he hecho cuatro fotos, pero sólo me gusta la última. me gusta besarla en la barbilla

y como ella, yo, que me desperté temprano, sobre las seis y media, y he estado todo el día dormitando, leyendo, pensando y hablando bajo. hablar sin que apenas se me oiga es el paso previo a estallar

el domingo casi terminado, la tarde fresca y pan tostado para cenar. creo en mí y en la canción que escucho aunque no suene en el itunes. creo en la llama que me quema los dedos. creo también en la muerte de los sentimientos y en la mierda que se acumula en a) las esquinas de esta casa, y b) nuestro infinito espacio interior

sábado, 26 de julio de 2008

elegí beber. estuve mucho rato con cisco, hablando de las cosas comunes en un trabajo común. me asombra su capacidad de ser feliz con cosas pequeñitas. o mirarlo mientras come y bebe hasta marearse. había ruido de niños. cachorros sueltos en el mismo laberinto, el bar de siempre. putos padres y putas familias odiosas. los nombres de todos ellos. me fumé el paquete de tabaco de tino. el humo entrando, saliendo, convirtiéndose en mi propia vida que se desvanecía y que otros respiraban

viernes, 25 de julio de 2008

el viernes es un escollo de calor. me he comprado una camisa de cuadros y un taco de queso. camino lento, a punto de desplomarme. tengo, por primera vez en mucho tiempo, dinero suficiente en el bolsillo. podría pagar una puta que me sacara el animal que llevo dentro. podría empezar a beber para calmarme el alma. podría quedarme quieto hasta que se hiciera de noche. podría dormirme hasta que me fuera de aquí

jueves, 24 de julio de 2008

el aire de la tarde es extraño, quieto y tibio. el cielo es un vientre de plata que se desliza apenas, un millón de kilómetros por encima de nuestras cabezas. los gorriones vuelan bajo y desde el patio escucho la música que tengo fuerte en el itunes. me acaricio el vientre, me fijo en la higuera, en cómo este año se ha atrevido a dar frutos. son ocho y maduran lentamente. las antenas de televisión como insectos que arañan las nubes que se quedan dormidas. es jueves, sí. sólo un empujoncito más y casi habremos alcanzado la libertad tramposa del fin de semana

quizás llueva, dijeron algo así en las previsiones meteorológicas. no importa demasiado. dentro del mac desde el que escribo no llueve nunca. siempre es una primavera perfecta en la que salir a pasear todas las tardes por las vidas de los demás. y saber cosas que nunca tendría que saber. y conocer gente que nunca reconoceré por la calle. y sentirme seguro porque así nadie me huele el animal que llevo dentro

está empezando a oscurecer. han sonado un par de truenos largos y lejanos y betty ha empezado a ladrar. turn on the bright lights está a punto de acabar. es el disco que más escucho últimamente. he eyaculado en un trozo de papel higiénico y me he lavado la cara. he buscado información sobre aude picault en el google y he hecho una lista mental de las cosas que tengo que comprar mañana al salir del trabajo. espero no olvidar nada

miércoles, 23 de julio de 2008

el día ha empezado lleno de sangre, pero hoy estoy contento porque no tengo planes para nada, para nadie. subo el volumen del itunes y me hago una paja. después tiro insecticida sobre el ventilador al máximo. la nube gris violentamente perfumada se desvanece buscando qué matar y yo me pongo a mirar fotos de chicas que quieren mucho a sus novios. internet es una fosa séptica de amor ante el espejo. dentro de un ratito empezaré el ritual de la cena y, con suerte, el día acabará como empezó, pero sin cagarme encima

martes, 22 de julio de 2008

hoy no huelo mal, al contrario, mi olor es dulce y tranquilo. el recuerdo del lobo de ayer ya es sólo eso, un recuerdo sucio que tardará días en volver a aparecer. rexona del corazón y balas de plata contra el monstruo que soy a veces
(en la mesa más cercana, chicas francesas con pulseras verdes y los pies llenos de polvo. el mundo se acaba un poco más allá, allí donde la mesa de los portugueses se queda vacía, donde fuman la pareja de suecos desaliñados, en la cola que hacen las chicas para entrar al wc, en los árboles gigantes y el césped suave y fresco. los libros que he comprado están en la bolsa mientras escucho la conversación de unas chicas a mi espalda. gatos, madres y palomas. aitana duerme en el carrito de color rojo)

estuve en barcelona esta tarde. un raro momento de felicidad en el que nos escondemos del mundo en un parque, una terraza, rodeados de gente que en el fondo no existe porque no queremos que exista. un segundo después de despedirnos, begoña ya sólo es una mamá más que espera cruzar el lento semáforo entre trafalgar y lluís companys, difuminándose

exactamente como yo. buenas noches

lunes, 21 de julio de 2008

mi piel es un mar dulzón y sucio. hoy es lunes y huelo mal, a sexo y sudor, a animal despanzurrado y humo. el calor y la conciencia me han jugado una mala pasada. también he recibido una carta del bufete de abogados diciendo que el martes puedo pasar a cobrar la indemnización. todo eso es algo que me queda muy lejos en la memoria. ahora sólo quiero pensar en las vacaciones, algo así como mi proyecto vital más a largo plazo. después no sé qué vendrá. tampoco antes. supongo que me acabaré haciendo una paja para matar el tiempo mientras todo llega

he hablado un rato grande con begoña por teléfono. betty dormía a mi lado. hemos reído mucho y me ha confiado más secretos de su corazón. no hay nada de ella que me pueda asustar, pero creo que a la inversa no sería así. sí, creo que es eso: hoy huelo a lobo

domingo, 20 de julio de 2008

la tarde en el bar de paco tiene las burbujas oscuras y frescas de la cocacola. he quedado un rato con daniel. el domingo es perezoso y tranquilo, frío cuando sopla la brisa que viene de la sombra. sobre todo, paco vive de las tragaperras. eso es algo que todo el mundo sabe. un chico que conozco de vista sale cada media hora y vuelve a los cinco minutos. lleva una camiseta de renault, de cuando fernando alonso ganaba premios, y unas adidas amarillas y negras. veinte euros más en el cajero de la esquina y a seguir esperando que cambie tu vida. siento una pena fría al verlo

(mi domingo no es mucho mejor. es el cumpleaños de mi madre y mi exigua familia se junta alrededor de la mesa. como yo no tengo muchas cosas que decir, he estado casi todo el día en la habitación, leyendo y durmiendo. también he visto el planeta de los simios en cuatro. cuando he salido de casa tenía los ojos hinchados y las pupilas dilatadas por la oscuridad. casi me costaba moverme. no estaba para muchas ostias, la verdad. la paciencia de daniel conmigo es infinita, y su sonrisa, también)

tu vida es musiquita, una moneda y luces de colores. no sé qué habrá mañana, pero hoy, aunque no hayas ganado nada, eres el rey de la puta noria cirsa

sábado, 19 de julio de 2008

judith es creída como ella sola. judith está buenísima desnuda. judith chilla como una loca en la cama. detalles de judith que no me interesan para nada, pero que tino me confía entre risas mientras seca unos vasos de tubo. no sé cuál es el chiste. judith dice adiós con la mano y la sonrisa, ajena a lo que acabo de saber —y que ella ignora que sé— y que intentaré olvidar en la medida de lo posible

la gente se pasa el día hablando de cosas que no me interesan lo más mínimo. el único momento verdadero de la noche ha sido cuando estaba solo, leyendo unos artículos de maria mercè marçal en una publicación fotocopiada. independentismo y feminismo de mano de la poeta. un nestea para ir sorbiendo poco a poco. después han empezado a venir personas y las conversaciones estériles

al volver de barcelona me he cortado el pelo, me he duchado, he cenado y he bajado al bar de siempre. sólo hay una persona a la que me apetezca ver y sé que no estará allí. toda esta película va de ausencias, creo
menú para dos en un restaurante al lado de santa maria del mar. el calor hierve en las calles llenas de turistas mientras hablamos de cualquier cosa, sonriendo muchas veces. también es agradable cuando nos quedamos en silencio. somos dos personas que se ven por primera vez un sábado de julio, sábado de pulserita y summercase

viernes, 18 de julio de 2008

como un animal calmado que se da cuenta de todo y habla sin mirar a los ojos. he salido sobre las ocho y pico y no he bebido alcohol. ruth me ha llamado y nos hemos visto un rato. ella se ha comido un bocadillo lleno de grasa y yo un poco de ensalada. la música ha sido una mierda hasta que ha sonado la banda sonora de kill bill. no nos hemos dicho adiós muy tarde, con abrazos. las calles estaban llenas de gente

(acaricio sus pantorrillas. me gusta acariciar a la gente que quiero. me pregunto si sabría prescindir del contacto físico. la respuesta es no, pero querría)

jueves, 17 de julio de 2008

pasos adelante, pasos atrás. vuelvo a tomarme todas las medicinas, a levantarme media hora más temprano para poder respetar los minutos en ayunas antes de, a tener la boca áspera por esas gotas rojas como el óxido o la sangre que se me escapa por el culo. en fin. la verdad es que no puedo quejarme: a la primera que estoy bien vuelvo a beber como un cerdo y a pensar más de lo que debería. el resto viene solo. cuando me doy cuenta está durmiendo junto a mí. hola, monstruo, buenos días. y me coge de la mano o me la chupa, depende del día y de las ganas. a veces creo que me quiere demasiado

vuelvo a preferir estar solo sin estarlo realmente, como si estuviera esperando que murieran, una a una, todas las personas que amo, como si el futuro fuera ser el último de mi especie sentado en la barra de un bar mientras me hago pajas pensando en cómo era todo antes de la guerra nuclear. era un mundo más feliz: había putas y comida y uno tenía la esperanza de seguir odiando cada vez que encendía el televisor

creo que hay algo que me impide pensar con claridad, ahora y todo el tiempo

miércoles, 16 de julio de 2008

martes, 15 de julio de 2008

ayer soñé con que volvía al piso donde viví hasta los diecisiete. antes viví en más sitios, sí, pero los he ido olvidando con el tiempo y ahora apenas sabría situarlos en un mapa o un callejero

el caso es que las paredes estaban negras por la humedad y, al levantar las persianas y abrir las ventanas, entraba todo el ruido de la autopista. aquí, coches en dirección barcelona. allí, coches en dirección terrassa. más allá, el río como una cloaca y más allá, el muro de cemento donde vivo ahora. estaba lloviznando

el cuarto de baño ahora no tiene bañera, tan sólo un plato de ducha semicircular y sucio. el techo del comedor está curvado, como si aguantase un gran peso. no tengo miedo. no tengo miedo ni cuando una mujer enlutada que no conozco sale de la nada, avanza por el pasillo y me dice, sin rostro, por fin has vuelto

(me fui a dormir temprano. tenía algo de fiebre y una especie de katana clavada en el vientre que no me dejaba moverme mucho. he dormido nueve horas y me he levantado algunas veces, sí, pero apenas llegaba a despertarme. era como si tuviera todo el tiempo del mundo para desaparecer)

lunes, 14 de julio de 2008

era el cumpleaños de mi hermano y volvimos a aparentar que éramos una familia. comimos juntos, hubo regalos, apretones de manos y besos. también el llanto de víctor y sí, ya dice papá. la felicidad entraba por la puerta de la misma manera que el cansancio me vencía. me encogí un ratito en la cama y pude dormir algo antes de que sonara el teléfono. después me puse triste y pensé qué coño de sentido tenía seguir escribiendo
no sé desnudarme. tengo la polla demasiado demasiado pequeña y el corazón negro y duro, casi como un trozo de alquitrán. así es imposible hacer feliz a nadie, y menos cuando siento que tendría que ser transparente para poder tocar las pieles de los demás

domingo, 13 de julio de 2008

cambio las sábanas, me ducho, pongo una lavadora, me lavo los dientes tres veces. el sabor a quemado que me sube del estómago hacia el cielo de la boca es una columna de humo con un millón de judíos muertos llorando

ayer comí mucho y bebí más. es un milagro que siga vivo después de las cosas que hago. he puesto interpol en el itunes. buenos días
correo electrónico. he bebido mucho. no quiero pensar. dos fotografías de aitana sonriendo en mis brazos. me encuentro vacío. la necesidad de llegar lejos con mi puta vida

a pesar de poner muecas. a pesar de mis manos horribles. a pesar de mis ojos verdes hasta la náusea

(begoña nos saca fotos. soy incapaz de estar tranquilo. la cerveza se calienta en un bar de turistas. el asco que siento arrastra todos los sentimientos bonitos que pueda tener)

sábado, 12 de julio de 2008

la lluvia en la autopista es una cortina blanca que apenas deja ver. vómitos eléctricos en el cielo que vuelven la noche del revés. el interior del coche, la cápsula del tiempo, está lleno de russian red. ella canta flojito y yo tengo los pies negros y mojados. cindy lauper en una canción de cuando era joven

(flotamos en la piscina como peces muertos. hablamos mientras el vaho se escapa de nuestros cuerpos. sábado de barbacoa con daniel y juank, con marina y edurne, con josep maria, con isa. un millón de moscas quieren asustarnos mientras fumamos y nos bebemos el mundo)

(y la cara del cerdo al fuego para nosotros, que somos dioses)
tiendo la ropa con pinzas de plástico quemadas por la intemperie. el sol en la pared de enfrente, haciendo brillar las ventanas de los pisos altos, la mañana fresca en la sombra del patio, la brisa que hace temblar las hojas del limonero. una felicidad pequeñita y dulce me recorre la espalda desnuda

y ahora la ropa blanca

viernes, 11 de julio de 2008

me quito las sandalias en el tren de vuelta. un mensaje en el móvil que me hace sonreír. un enjambre de viejos que hablan alto entre ellos. miro por la ventana. lafarge asland, la gigantesca cementera de montcada i reixac, se pudre como una herida en la falda de la montaña. es un inmenso animal de hierro que se tambalea. pienso en el mundo al que pertenezco. hay algo que se rompe para siempre en cada paso que doy, en cada persona con la que me cruzo, en cada vez que hablo y alguien me escucha. a veces siento que me protege el amor que siento por algunas personas. sé que puedo avanzar seguro a su lado hasta donde soy capaz de ver. otras, por el contrario, descubro que nada es de verdad y que la caída es infinita

y el daño que hago con sólo mirar

jueves, 10 de julio de 2008

todas las tragedias se quedan encerradas en píxeles que se encienden y se apagan, vibrando en tres colores a una velocidad que nunca podré entender. nueve bebés, quince cuerpos ahora, miles mañana, flotando hinchados en kilómetros de agua negra como dios

miércoles, 9 de julio de 2008

la verdad es que no tengo hambre. pongo a hervir el arroz de mañana por puta costumbre. me encuentro cansado, sin demasiadas soluciones para el funcionamiento a trompicones de mi vida. mañana tengo hora con el acupuntor justo al salir del trabajo. mi cuerpo sudado en su camilla, lleno de agujas que tiemblan con la respiración. me quedaré dormido y, al despertar, la polla se me pondrá dura cuando empiece a pensar en tonterías, en algún demonio con las uñas pintadas de rojo
acabo de despertar. toda la tarde durmiendo en un charco de penumbra. la muerte de sergio algora, treinta y nueve años y un corazón que se rompe de madrugada. un cuerpo dulce y amable que sepa siempre quién es su dueño. la letra de una canción en la cabeza. después, una persiana bajada y un periódico abierto encima de la mesa. camino descalzo por el suelo más frío del mundo y cojo el teléfono

(hablé con bego un ratito después de comer. todo es fácil cuando sonríe. cada vez me cuesta menos imaginar su cara, su sonrisa. eso es una buena señal, supongo)

martes, 8 de julio de 2008

una golondrina muerta en la mano. el cuerpo aún tibio, negro y suave. ha caído de uno de los nidos que hay arriba, allí donde se acaba el patio de luces. levanto la vista. otra, aún pequeña, vuelta torpemente intentando escapar. el cielo de la tarde es una rajita azul que también se apaga
soy incapaz de recordar esas fotografías, aunque a veces algo eléctrico me las pone de nuevo en las manos. un instante después, se desvanecen en ceniza y manos sucias y vuelta a empezar. horas después, la tranquilidad —la línea de puntos de color de grisáceo que me separa del mundo— hace lo propio con la primera cucharada de arroz hervido
él tiene las mejillas pintadas de naranja y el pelo lacio y rubio. todos sus recuerdos caben en una caja de zapatos. tenía cinco años y montaba en bicicleta, me dice. no sé dónde he estado hasta ahora, pero intentaré recordarlo para ti. entonces suena el despertador y enciendo la luz
hace días que sueño con la misma historia. conozco a alguien que me explica cómo mató a sus padres y me enseña fotos. tú también tienes que hacerlo. tengo frío por las noches porque duermo con el ventilador al máximo. fantasmas bajo la colcha gris

lunes, 7 de julio de 2008

ayer. un gorrión vuela en el aire caliente de la tarde, batiendo las alas muy deprisa antes de posarse lentamente justo al lado de una hoja de tilo seca por el sol. la hoja se levanta y flota un instante infinito antes de volver a caer mansamente. la luz es gris y sé que acabo de ver algo maravilloso

domingo, 6 de julio de 2008

apenas he dormido esta noche. me siento agresivo al afrontarlo. toda la puta noche con dolor en el vientre. una vez más, una vez más, una vez más. día de arroz hervido. he perdido dos kilos en dos días. intento calmarme pero me resulta difícil cuando todo es una mancha de color rojo. buenos días

sábado, 5 de julio de 2008

hank se ha convertido en mi héroe personal de las últimas cuarenta y ocho horas. incapaz de ver cuál es el funcionamiento de la vida en sus esquemas más simples, se mueve dando tumbos entre relaciones que sólo aportan orgasmos, un amor no correspondido, el daño a las personas que ama, un trabajo con el que ya no es feliz y mucho alcohol en el que perderse. hank moody necesita seguir ardiendo para redimirse. hank moody es el animal que me come por dentro
las dos de la mañana y el bar vacío. sebas y yo fumando porros en la barra, una cerveza tras otra y sólo habla él. no me interesa nada de lo que me pueda contar, pero es igual porque me he disfrazado de persona normal, exactamente como hace dexter. sonríe: es lo que hacen las familias ante una cámara de fotos

(hoy tengo resaca. he tenido un par de momentos difíciles mientras estaba dando vueltas por el centro. momentos de los de buscar un bar mientras me tiemblan las piernas. momentos de casi llorar mientras la mierda se me escapa. vulnerabilidad total. la sensación de estar jodido. begoña me llama. me siento en un banco de passeig sant joan con alí-bei. una chica embarazada pasa delante de mí y nos miramos. es alta y delgada. viejecitos cogidos de la mano. he comprado el primer volumen de american elf, de james kochalka, en el norma còmics)

(atrapa un detalle del día y conviértelo en imágenes. haikús dibujados, palabras sencillas. la vida —con mayúsculas— de una persona late en mis manos mientras lo leo en el tren de vuelta a casa. es el acto más valiente del que he tenido noticia recientemente. me encuentro realmente cansado. soy un espectro que camina entre los barracones de un campo de concentración. desnudo, mi cuerpo es una máquina gastada y sucia que apenas se tiene en pie. una voz anuncia las paradas. tengo la sensación de tener algo dentro que me está comiendo a bocados. un cáncer que soy yo mismo)

viernes, 4 de julio de 2008

tendría que tener algo que explicar, pero no. un día tras otro, la sensación de obra de teatro crece y fermenta. figurantes muy quietos en el escenario, sin apenas papel, sin frase, esperando que suceda algo. un desperdicio de día que espero redondear con algún borracho cercano dentro de un rato, en los bares de siempre, en el rollo de siempre

(hoy he leído un montón de artículos sobre las niñas de alcàsser. siete horas leyendo mierdas y mirando fotos de las autopsias. nada que hacer está acabando con mi cabeza. al llegar a casa, tenía una foto en el móvil. jaume vila ha sido padre de un niño de sexo indeterminado, un niño con gorrito en la foto y teta en la boca. tardaremos en vernos, esta vez sí. mucha suerte)

jueves, 3 de julio de 2008

bajan las temperaturas y se me ralentiza la cosa vital. dejo de pensar, duermo toda la tarde, me hago una paja, pienso en lo sospechosamente bien que está ingrid betancourt, en la boda de isaac y meritxell, en los capítulos de dexter de ayer, en mañana y pasado, en qué canción poner, en begoña, en esa pareja que sale en el diario de patricia, en que si me pongo a preparar las vacaciones, a mí me sale una mierda. un vaso de gazpacho y buenas noches

miércoles, 2 de julio de 2008

llueve como nunca antes y francesca no se atreve a abrir la puerta del coche, a cambiar de vida. no es la escena final de los puentes de madison, pero sí es el final de la película

enciendo la luz, enciendo el ventilador, enciendo el televisor, me desnudo, me tumbo en la cama. clint eastwood espera bajo la lluvia y yo cierro los ojos. su nombre es robert

(begoña sonríe y se despista. miramos ropita de bebé, miramos zapatos, bebemos cerveza, un roce en la escalera mecánica, en el ascensor lleno de gente. es otro día más, uno de rebajas)

martes, 1 de julio de 2008

eructo y la boca se me llena de un vómito ácido. escupo la selva esmeralda y me lavo los dientes con los ojos rojos. es martes y camino por una carretera que me llevará, tarde o temprano, al mar a mí también. remolinos de ceniza por el calor y las olas negras, lo he visto esta noche
cero trabajo. las horas pesan lentas aquí. hasta las tres de la tarde, un millón de minutos para comerme la cabeza. un niño llora en la calle, mamá no te vayas. lágrimas por la ventana como rayos de sol inundándolo todo

(estuvo bien la cena, los regalos, la nuca de rafa y una cerveza más, la que te deja abierta la caja de los truenos)
las pesadillas se hacen fuertes dentro de mi cabeza. despierto llorando. una sensación de angustia grande. diarreas. sed. nudos en la boca. ganas de mandarlo todo a la mierda. el silencio de la madrugada. ahí fuera ya no hay nada que valga la pena. no te muevas, porque estás líquido por dentro. deja que el ventilador al mínimo te acaricie los pies. cierra los ojos y intenta calmarte, por favor