miércoles, 9 de julio de 2008

la verdad es que no tengo hambre. pongo a hervir el arroz de mañana por puta costumbre. me encuentro cansado, sin demasiadas soluciones para el funcionamiento a trompicones de mi vida. mañana tengo hora con el acupuntor justo al salir del trabajo. mi cuerpo sudado en su camilla, lleno de agujas que tiemblan con la respiración. me quedaré dormido y, al despertar, la polla se me pondrá dura cuando empiece a pensar en tonterías, en algún demonio con las uñas pintadas de rojo