lunes, 29 de febrero de 2016
domingo, 28 de febrero de 2016
sábado, 27 de febrero de 2016
(soy incapaz de retener la diarrea en el vientre, en el espejo, en la madera que recubre la pared de esto que debería ser mi hogar. cada mancha en la piel es una pavesa de sangre, pienso, y sueño con duddy y con claudia y con ese bosque de carne que se levanta al final de la calle, entre los perros y los yonquis)
jueves, 25 de febrero de 2016
miércoles, 24 de febrero de 2016
domingo, 21 de febrero de 2016
(yo, que llevo treinta años muerto como muertos están todos los amigos del invisible salvador sans —las mismas manos encogidas, los dientes negros clavados en treinta kilos de derrota—, toso y camino, escucho con claridad la voz de su madre hablando desde la quemadura atroz de sus nudillos, llorando en sus huesos enfermos, tejida en la ropa sucia)
sábado, 20 de febrero de 2016
viernes, 19 de febrero de 2016
jueves, 18 de febrero de 2016
miércoles, 17 de febrero de 2016
martes, 16 de febrero de 2016
lunes, 15 de febrero de 2016
domingo, 14 de febrero de 2016
sábado, 13 de febrero de 2016
viernes, 12 de febrero de 2016
jueves, 11 de febrero de 2016
lunes, 8 de febrero de 2016
(en esos treinta años de recuerdos de cristin, las llamas empiezan el sábado al mediodía, con las calles de wilno llenas de brujas sobre las que escupir y mear, son llamas pequeñas y voraces, concentradas en la palma de las manos y en los ojos, en la verdad abierta en la frente, llamas que se retuercen y arañan el aire, llenan la boca, convierten el camino a la colina de las cruces y las piras en nuestro único futuro)
domingo, 7 de febrero de 2016
(la calle cot, la noche en el túnel de los deportados andaluces, una torre humeante, una cantera después de un bosque de cuerpos huecos o un laberinto de espejos de antracita con el cadáver del envejecido pintor albert alcázar atrapado en su interior)
(wiegala: mi mismo cadáver sonriendo sin sonreír, sin dientes ni encías, con los ganglios inflamados y escupiendo sobre el ruidoso recuerdo abandonado de la niña leticia richol maudil —trinidad, nuria, matilde, sofía, leonor, júlia, otra vez sofía—, la diosa ácida en la discoteca las palmeras, la derrota y los demonios de hace treinta años, la nana que se eleva desde el prat hasta alcàsser en las nubes)
(wiegala: mi mismo cadáver sonriendo sin sonreír, sin dientes ni encías, con los ganglios inflamados y escupiendo sobre el ruidoso recuerdo abandonado de la niña leticia richol maudil —trinidad, nuria, matilde, sofía, leonor, júlia, otra vez sofía—, la diosa ácida en la discoteca las palmeras, la derrota y los demonios de hace treinta años, la nana que se eleva desde el prat hasta alcàsser en las nubes)
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