sábado, 30 de junio de 2012


(la fiesta de rufus wainwright en mi cabeza, canta y baila, se queja, salta, muerde, gruñe, se enfarlopa, no me deja dormir, suenan las campanas y el aire inmóvil, sábado bomba y lapa)

jueves, 28 de junio de 2012

(pienso que floto en el mar, en la piscina, en el aire del mediodía y en las conversaciones a gritos. pienso que floto en la última noche de quien amo. pienso en la hija de isabel tocino escupiendo agua mientras sergio ramos desafía la física y la psíquica y al espíritu de antonin panenka. pienso en los gritos de mis vecinos y en el cláxon de los coches y en los fantasmas de rodillas en el suelo húmedo de orín, el momento más difícil y el danubio azul)

lunes, 25 de junio de 2012

(corro, me gusta correr, tramos cortos que no cansan, hasta allí, un árbol, otro árbol, una curva, caminos que atraviesan un bosque y una urbanización en mitad de la montaña, una sudadera roja atada con fuerza a la cintura, cada vez cuesta más subir y está anocheciendo, me ayudo de las manos, me rompo las uñas pero no siento dolor, llego a un banco de piedra, los trillizos analizan contratos de trabajo, esperaremos a claudia amorebieta, dice uno de ellos, el de los pendientes de plata cordobesa, despierto, es la una, es wc, es sangre y un dolor como de espetón llenándome la vida)

domingo, 24 de junio de 2012

(donde estaban las oficinas del viejo morte, en la carretera de barcelona, a la altura de la casa de julia, la puta rusa que no hace griego, allí hay ahora una tienda de moda. a la inauguración asiste todo el mundo y visten elegantemente, como de cóctel. allí está marta colomina y carles tubau y cinta castells. me siento ridículo y fuera de lugar, sin atreverme a tocar la ropa. sólo busco una excusa para que ellos sepan que yo también sé hablar bien. una frase cuidadosamente elegida, pronunciada con esmero, sé que nunca seré de ellos. hay cosas que no están en las palabras porque no tienen vida secreta. despierto, duele todo, pienso en ciro morte, el nieto del viejo, heredero de una fábrica de embutidos de lujo, era tadzio en venecia. me veo a mí mismo llorando como un niño, con las manos vacías, con hambre, incapaz de decir basta)
(el aire lleno de pólvora. me gustaría volver a ver gerry, de gus van sant. camino con una camiseta enrollada en la cabeza. me concentro en las gotas de sudor que bajan por mi espalda. la noche más corta del año no quiere acabar nunca)

sábado, 23 de junio de 2012

(llevo dos o tres días cagando sangre y me encuentro débil. la selección española se juega la clasificación frente a la gran azul. la vida es normal hasta que deja de serlo, por eso sólo soy un animal atropellado en la autopista. te quiero siempre, mi enfermedad)

viernes, 22 de junio de 2012

(cama sucia, cama establo, soy un animal caliente y húmedo que se tapa la boca mientras pamela dare me llena las venas de amor)

miércoles, 20 de junio de 2012

(son las seis de la tarde y apago el ordenador, me siento encharcado, bajo las escaleras de la tómbola con las manos en los bolsillos, un niño esqueleto corre con una pelota en equilibrio a pequeños toques, pienso en un joven y sudoroso isaac cuenca, me ducho con agua fría, llaman por teléfono, llaman al timbre, cavo una fosa común y apreto los muslos, aguanto la respiración, escribo y estallo, una mujer arranca las alas de una libélula, un hombre asa pescado, un hombre empala un cerdo, la vida en alcatraz rodeado de asesinos)

lunes, 18 de junio de 2012

(sueño que ya no trabajo y vivo en el piso de los nuevos padres de juank, son más o menos de mi edad, tienen un restaurante japonés, él me ofrece arroz y miso y leche de coco en un cuenco con forma de medialuna, siempre come lo mismo desde que salió del campo de concentración, camino hasta el puerto por una avenida norcoreana llena de neones apagados, disfruto de una sensación de libertad que no he tenido nunca, una sensación que se desvanece al despertar, lunes de fósiles vivientes)

domingo, 17 de junio de 2012

(el cuadro enorme es de napoleón napolitano pero sólo es una copia torpe y muy valiosa de tres cuadros —kiel, barbosa, de neulles— realizada sobre chapa, quizás con la mano izquierda. la pared es granate y la vista sobre el puerto de trieste desde el ventanal, la ciudad triste llena de vías de tren)

(agustí alcoberro me mira, es su casa y entra y sale del salón, perdido en conversaciones y cafés con los profesores de párvulos, hay un bidón de aceitosa pintura blanca que pierde suero cuando le enrosco el tapón, debo darme prisa: quiero tapar ese cuadro sin que nadie pueda impedírmelo y necesito una escalera de tres tramos, empezar por la firma —abajo a la izquierda, el nombre en grande, con las letras separadas y el apellido como un superíndice— y despertar con la vejiga llena de uranio enriquecido después de)

sábado, 16 de junio de 2012

(carlos y yo metemos su ropa en las cuatro maletas, gruesas chaquetas de lana tejida a mano a pesar del calor, días de vacaciones, el taxi nos lleva a través de bellvitge, comemos pipas en el tren, grandes y saladas, sed al despertar, recuerdo mis viajes, pienso en lourdes, siento pena, siento vacío, siento mi propio cuerpo envuelto en plástico, asfixiándose en la casa a oscuras)

(entramos en la iglesia, la luz cae sobre el altar a través de la estructura hiperboloide del visionario gaudí, un pequeño cofre de plata me llama la atención, filigranas con la vida de san juan bautista y jorge el redentor, lo robo porque pienso que está lleno de tesoros)

(al salir de la iglesia estamos en una playa de guijarros color carne, abro el cofre y está lleno de hostias, las dejo caer sobre el agua viendo cómo se deshacen, tres mujeres se ríen y tienen frío, tienen los brazos con quemaduras amarillas, pienso en chernobyl y pienso en pingüinos que se besan y se odian, lanzo la caja al agua y me arrepiento, consigo recuperarla pero ahora no puedo salir, casi puedo tocar la superficie, a mi alrededor flotan grandes trozos de piel humana, otra vez la luz de la iglesia, hermosa y dorada, limpia, azul, despierto, apreto los muslos, me muerdo la camiseta hasta empaparla)

(robo porque estoy cansado, porque estrello la puta cabeza contra cualquier pared buscando un túnel, porque estoy ardiendo y estoy desbocado, porque la violencia me apreta el corazón, porque siento que se acaban las cornisas y las excusas y sólo es sábado)

jueves, 14 de junio de 2012

(un tiovivo o una hoguera, las luces brillantes y los cuerpos ardiendo. sueño con periódicos italianos, con pilotos y motores, con aviones que vuelan por primera vez y los méritos de la familia bralmi. el día se congestiona poco a poco, camino porque tengo que caminar, no porque sepa dónde voy, por qué cada paso, por qué cada firma en cada contrato. abro la puerta, subo las escaleras, abro la otra puerta, subo las persianas, me lavo las manos, enciendo los ordenadores, me siento en la cámara de gas y respiro hondo mientras thunderbird descarga el correo electrónico y el aire caliente y las estafas que más sonríen)

martes, 12 de junio de 2012

(beviolence diggs es un negro alto y fuerte, me acaricia los muslos, me abre el escroto en la mesa de operaciones con un busturí afilado, no siento dolor, despierto, medianoche, hay voces en el patio, también risas, apreto los muslos)

(sueño con una carretera que atraviesa el desierto, con dos grandes columnas de cemento armado, irán montadas una sobre otra, hay una casa, un hombre y una vaca suiza, somos una familia feliz, dice él, el animal tiene el vientre hinchado y si apoyas la mano en él notas el movimiento de un niño)

lunes, 11 de junio de 2012

(sueño que kathleen tiene un traje de mujer embarazada, un traje que es un cuerpo de mujer embarazada, con cortes en las pantorrillas y cremalleras muy bien disimuladas en la planta de los pies. sueño que hay un tren y un puente y la desembocadura un río; cuando avance, la estructura colapsará y no habrá supervivientes, sólo cuerpos atrapados entre los hierros, hay edificios muy cerca de la vía, preciosas paredes de color morado, suena el despertador, hacía tanto tiempo)

domingo, 10 de junio de 2012

(el negro es el color de los autores, dice luna miguel con un vestido vintage de encaje y tul de pedro del hierro en yo dona, la revista femenina de tendencias que unidad editorial —el mundo, marca, expansión, telva— realiza para el periódico de catalunya y que distribuye los sábados con el diario, la quieras o no. el negro es el color de los autores, dice luna miguel; en mi armario tengo cinco vestidos low cost de ese color, añade, bonito reportaje sobre cómo las nuevas generaciones defienden el look estrella de ayer, de hoy y de siempre, la cara y la vergüenza. mientras, mariano pelotea en el centro de campo, contento de ver cómo la jugada le sale redonda: el rebaño bala contento, oé, bonita marea de ovejas ilusionadas, él abre los brazos y siente que todo está bien)

(huele a humo porque el mundo está ardiendo aunque no crea en él, estoy en una cama que no es la mía, no me atrevo a moverme porque hay una araña de patas infinitas en la pared, me mira fijamente porque tiene ojos de búho, pienso en louise bourgeois y en botes de insecticida, despierto, meo, escupo, apesto, me lavo la cara, busco el correo electrónico, pienso lentamente las respuestas, la edición digital de el país vomita las palabras mágicas, rescate a españa —el ministro luis de guindos defiende que no se trata de un rescate sino de un crédito en buenas condiciones, ayuda financiera, el disfraz y las palabras—, mariano se esconde, hoy hay fútbol, somos el mismo animal arrodillado ante la diosa roja, somos el mismo animal en el pasillo del matadero, la misma carne colgando del mismo gancho)

sábado, 9 de junio de 2012

(no conozco este barrio y necesito sellos, también papel de celofán, busco una papelería detrás de la línea de playa, de la carretera, de la vía del tren, casas bajas como cárceles que se caen a trozos, detrás de la horchatería vive mercedes sampietro, en el piso superior lava la ropa de sus vecinos, hace calor y follamos, me encanta su esfínter, tan dilatado y fácil, me pasaría la vida metiéndole el puño, teniéndola tan cerca, estallo en su cara sudorosa, se relame, me miro las manos y están llenas de mierda color azafrán, siento vergüenza, hay que montar la ducha —es algo que sé porque no es la primera vez que estoy allí—, apartando cajas y tubos de metal, despierto)

(lanzo a canasta, es de noche, hay luz en las casas cercanas, pienso en la guerra, en los aviones, en las bombas, el balón de cuero viejo a veces parece una cabeza humana, despierto)

(estos últimos días son un elefante haciendo equilibrios sobre una gran bola de metal de colores, uno se pregunta por qué y, sobretodo, hasta cuándo. ruido de camiones, un viejo que apesta, niñas sonrientes en shorts, españa se ahoga en su propio vómito, revienta sobre sus brasas)

jueves, 7 de junio de 2012

(el bar de siempre está lleno de gente que busca cerveza barata; adolescentes de ojos turbios, desesperados con la perspectiva del fin de semana; lidia y tino son tablones a la deriva después del naufragio, afonía sobre la música, vasos que suman jarras y tabaco de liar, una hora es una vida si aciertas el cable del detonador)

(patricia juega con un gato blanco diminuto, pienso en luka magnotta, en todas las canciones de new order que me gustan, mi camiseta azul con una calavera dibujada, el corazón de manolo preciado, las flores lejanas y doradas de ray bradbury, mi pecho es el incendio que dibujaría ariadna si no hubiera huido, tanto miedo)
(el lugar equivocado y el perro de los vecinos que no deja de ladrar, haydn de fondo. sueño que vivo en un piso diminuto en la calle padró, encima de la peluquería, enfrente de la tienda de cortinas y del viejo que envenenaba gatos, en la única ventana que da a la calle hay un adhesivo rojo brillante con forma de corazón)

(cierro todas las puertas, un grupo de ruidosos estudiantes franceses insisten en llamar al timbre, saben que ése es el sitio y lo saben por el corazón, callo, me escondo, tengo cada vez más miedo a que me encuentren)

(ahora estoy en la terraza, juego con un schnauzer miniatura de color negro, se llama fosca, la riego con la manguera, se encabrona, gruñe, ladra, me busca los tobillos, río, creo que estoy contento antes de despertar)

(antes de eso está ana, follamos en su cama inmensa, sus tatuajes se convierten en mi piel, despierto, he dormido un puto minuto, todavía está la televisión encendida: un jovencísimo y ausente christian bale es abrazado por su madre, el imperio del sol, de steven spielberg, pienso en ballard y en piscinas, levanto un poco la persiana, grandes aventuras y esperanzas)
(con paco de reparto y àngels en una presentación en el museu d'història de catalunya, sólo quedo yo en el estudio, un fantasma lleno de fantasmas, la boca llena de tierra de nadie, tenso, dolorido, peleado con todo, mirando cómo el aire caliente abre y cierra las ventanas. pienso en ana carbó —soñé con ella, al despertar se confundió con los recuerdos y ya empecé el día lejos de aquí, signifique aquí lo que sea que signifique—, cazo ballenas, cavo fosas, acaricio la frente de los muertos antes de)

miércoles, 6 de junio de 2012

(sueño que óscar tiene un salón recreativo, todo videojuegos, justo entre el bazar chino y la escuela de idiomas, al lado del dentista, enfrente de la heladería; sueño que hay un hombre que camina con los pantalones bajados, tiene la piel oscura, arrugada, aceitosa, se tambalea al cruzar la calle, en lugar de polla tiene una costra, un chancro, no tengo dinero en el bolsillo ni retrovirales para darle pero sí algo de metal dentro de la cabeza, algo que tiene forma de y griega y que me une los ojos a la garganta y es por eso que me cuesta tanto pensar, da igual el paracetamol que me meta, hoy tampoco las sandalias, despierto y sólo siento peso)

(el día se cae de rodillas y jadea, las paredes de la celda están húmedas, es fácil rascar en el yeso, una declaración de intenciones a arañazos que no deberían sangrar, son sólo palabras, son sólo un día, una fecha, unas horas, un calendario que es idéntico a otros calendarios, los perros y los collares, las hermosas y brillantes noches de carnaval, las mañanas sin excusa frente al ordenador, la huida con cualquier disfraz, mintiéndome hasta decir basta o pozo o leche con galletas)

martes, 5 de junio de 2012

(cerramos la puerta del estudio y la vida se queda allí, latiendo un poco en el suelo antes de quedarse dormida. paco y yo caminamos calle abajo; a pesar del calor, todavía llevo un jersey de viejo, azul marino, con botones de plástico; escondo las venas, escondo las manchas, finjo un plan de fuga entre todas las manzanas podridas, juego con las llaves, hablamos de todas las cosas que tiene que hacer mañana y nos reímos de gilipolleces, la vida tiene grandes planes para ti, paco, nos despedimos en la puerta del bar del centro cultural, sigo hasta la esquina, un rodeo, una casa en construcción allí donde antes había un garaje, un niño que corre en chancletas, un hombre que habla por teléfono a la salida del cajero de la plaza, una mujer de pergamino en silla de ruedas, pienso en marcel, en kenia, en la primera vez que nos vimos —yo hacía fotolitos con una repromaster; él, una pequeña revista de cotilleos—, en los años cuidadosamente doblados en un cajón, en los dedos manchados de tizne mientras la carne tarda en hacerse porque apenas hay brasas, sólo cenizas y tristeza, todas las pistas falsas)

lunes, 4 de junio de 2012

(marta dibuja planos sobre papel térmico en bobinas, amplía las fronteras de rusia para los estudiantes españoles, me enseña, tiene paciencia, sólo tienes que estirar de aquí y de allí —señala unos cuadrados negros que parpadean— y todo es más nítido, me cuesta despertar, toda la secuencia del tren, mi cuerpo vacío, la siguiente casilla y el dado)
(sueño que marta y yo cogemos el tren de las ocho y cincuenta y siete para ir a trabajar, ricard y ella tienen problemas económicos —pagamos el alquiler, apenas queda dinero para comer—, el andén está en la azotea del edificio en el que vivo, el colegio de los hermanos gabrielistas, quedan dos minutos, ella sube en ascensor, yo deprisa por las escaleras, la veo llegar corriendo por el andén, riendo, el tren se acerca, pasa un minuto de la hora, me abraza, siento que la quiero mucho y que no puedo hacer nada por protegerla, despierto, pausa y bisolgrip)

domingo, 3 de junio de 2012

(sueño que robaremos el tesoro enterrado en las raíces del níspero gigante del patio, nos costará trabajo pero sólo es cuestión de esfuerzo, nos ayuda el zapatero con sus pequeñas herramientas, nos ayuda ángela porque nos trae platos y cocido, nos ayuda gente que no conozco, mi madre viste de blanco y yo me enfado porque todo debería ser un secreto y nada más lejos)

(sueño que vivo al final de las escaleras mecánicas del centro comercial, en la jaula de los niños, jugamos y lloro todo el tiempo, elisabet dibuja pequeños elefantes en mi libreta, me gusta esa niña, tiene una cicatriz grande en el pecho)

(sueño que sigo la calle llena de gente, camino detrás de una mujer a la que no veo la cara, me atrae, no puedo alcanzarla, arrastro una trolley cuyas ruedas no giran, pronto será de noche y no debo estar en la calle, mi kipá es blanca con espigas celestes, la de los estudiosos del pecado y del esfuerzo de maimónides, siento amor y tristeza, frustración, despierto, si me masturbo todo es peor)

sábado, 2 de junio de 2012

(sueño que vendemos el piso y de eso se encargará el señor valls ludeña, el de la agencia de viajes, su secretaria nos invita a esperarle, me fijo en la moqueta roja y en la habitación de los niños, en la escalera de caracol, en la mesa donde un hombre nos mira fijamente, mi madre, mi hermano y yo)

(dice maría ramos que la pornografía combate la tristeza y me masturbo, es lo más cerca que estoy de sentirme vivo, el resto es un simulacro, actores llorosos fingiendo un incendio. la cabeza es un laberinto de imágenes atropelladas: detrás de cada boca sonriente, un mundo que no existe)

(los últimos días tienen agujeros en el corazón, una sensación física de caída libre que me paraliza, como de pausa infinita entre dos latidos. sucede varias veces al día —sucede mientras escribo ésto—, entonces pienso en esa vez que vi caer un hombre con la mano en el pecho, intentando retener la vida que se le escapaba, la vida entera en un último segundo)

viernes, 1 de junio de 2012


(cortázar diría la noche boca arriba y yo digo fiebre, digo ficción, digo derrumbe. sueño con un puente que no termina nunca, tengo vértigo, corro y caigo y sigo corriendo, arrastro una maleta con algo importante, llego tarde al trabajo, despierto, meo, apesto, en el espejo sólo hay un señor viejo con arrugas)