(sueño que óscar tiene un salón recreativo, todo videojuegos, justo
entre el bazar chino y la escuela de idiomas, al lado del dentista,
enfrente de la heladería; sueño que hay un hombre que camina con los
pantalones bajados, tiene la piel oscura, arrugada, aceitosa, se
tambalea al cruzar la calle, en lugar de polla tiene una costra, un
chancro, no tengo dinero en el bolsillo ni retrovirales para darle pero
sí algo de metal dentro de la cabeza, algo que tiene forma de y griega y
que me une los ojos a la garganta y es por eso que me cuesta tanto pensar, da igual el paracetamol que me meta, hoy tampoco las sandalias, despierto y
sólo siento peso)
(el día se cae de rodillas y jadea,
las paredes de la celda están húmedas, es fácil rascar en el yeso, una
declaración de intenciones a arañazos que no deberían sangrar, son sólo
palabras, son sólo un día, una fecha, unas horas, un calendario que es
idéntico a otros calendarios, los perros y los collares, las hermosas y
brillantes noches de carnaval, las mañanas sin excusa frente al
ordenador, la huida con cualquier disfraz, mintiéndome hasta decir basta
o pozo o leche con galletas)