lunes, 29 de septiembre de 2014

(trozos de carne seca para resistir el invierno, la travesía del desierto, las noches silenciosas en la casa del brujo)

miércoles, 24 de septiembre de 2014

(despierto y tengo las caderas aplastadas: la muerte del padre de mi padre me habla al oído, me llena la cara de nieve y barro, me agrieta los párpados, desnuda mi torso contra el frío)

lunes, 22 de septiembre de 2014

(la ciudad adquiere una forma caprichosa, gira sobre sí misma, se enrosca y retuerce, con calles y edificios —el corte inglés, la plaza espanya, el paral·lel, la casa de la muntaya, razz dos, república argentina, otra vez la calle riera— que no están donde deberían, que ni tan siquiera son como debieran. llueve y llego tarde, corro entre los coches, siento vértigo porque me cuesta orientarme, cuando despierto todavía es de noche: hay una mujer altísima que entra en un edificio abandonado, se peina ante un espejo que tapa el hueco del ascensor; un joven anarquista con un gato en brazos que crece por momentos, que se convierte en mandril y en niña vietnamita; un colchón húmedo de orín, del agua que deja la carne humana; un disco duro con la referencia cinco seis cinco en mi mochila; un amigo de la adolescencia con el rostro operado hasta ser otra persona; una escalera de reja metálica y alambre de púas; una fiesta llena de niños en la calle peatonal, con dioses de plástico flotando en el cielo y pétalos de corpus en el suelo de asfalto)

(comemos pollos pequeños en un bar antes del concierto, arrancamos la piel entera y blanda, como desvistiéndolos, los deshuesamos con las manos aceitosas, comemos por última vez porque después abriremos la tumba del sótano)

sábado, 20 de septiembre de 2014

(huesos como antorchas iluminando el hospital donde rezar, páginas y más páginas de entrañas y vibradores color fresa, otro día de los muertos sin nada que decir)

jueves, 18 de septiembre de 2014

(las semanas cuelgan en el vacío, se aguantan con esfuerzo, ladran pidiendo perdón)

viernes, 12 de septiembre de 2014

(vuelvo a casa, sin saber qué significa. mi amiga tiene el rostro hinchado por la ciclosporina y se deja cuidar. lavo su cuerpo: la cicatriz que abre su pecho es un hipnótico camino a ningún lugar)

sábado, 6 de septiembre de 2014

(sueño con lucía y la hija de lucía y cómo se peinan mutuamente, con los ojos cerrados, sintiendo el pelo rubio en los dedos, el bosque en la nuca y en la espalda, los insectos que después vendrán a mí: cucarachas americanas, cochinillas de humedad, peces de plata, arañas y ladillas habitando mi sexo, despertar gritando y con heridas de tanto rascarme)

(lucía ríe mientras baila, su espalda hierve en sudor, tiene las vértebras bendecidas por la mirada del hombre solo)

lunes, 1 de septiembre de 2014

(el mínimo poso del café para adivinar el futuro y la dirección del viento en los túneles, lo que dura el amor que es para siempre)