martes, 1 de julio de 2008

cero trabajo. las horas pesan lentas aquí. hasta las tres de la tarde, un millón de minutos para comerme la cabeza. un niño llora en la calle, mamá no te vayas. lágrimas por la ventana como rayos de sol inundándolo todo

(estuvo bien la cena, los regalos, la nuca de rafa y una cerveza más, la que te deja abierta la caja de los truenos)