jueves, 8 de enero de 2009

la tarde apenas se anima. bostezos y ojos rojos y peso en la espalda hasta no poder más. mañana es viernes. mañana podrás dibujar una puerta de rouge en la pared, una puerta a través de la cual desaparecer aquí y aparecer allá, con el sol golpeándote en la frente como si fuera la primera vez que

(caldito de verduras para cenar. dos minutos y medio en el microondas a máxima potencia. me acurruco sobre el plato. el vapor me empaña las gafas mientras muevo la cuchara en el mismo círculo. ahora soy feliz o, por lo menos, estoy tranquilo)