viernes, 30 de enero de 2009

el doctor navalón me mira y sonríe. una animada charla sobre la enfermedad en la que se muestra incrédulo ante la evolución del brote. hablamos como hablan dos viejos amigos. muevo mucho las manos. me encuentro animado. él está sentado frente a mí, sin mesa de por medio y con una pierna cruzada sobre la otra. mueve los dedos de los pies dentro de unos zapatos viejos de rejilla. tiene los calcetines morados y no puedo dejar de mirarlos. el doctor navalón aquí es un sueño del que despierto a las once de la mañana