martes, 2 de septiembre de 2008

el primer día de trabajo después de las vacaciones suena a último día en mi puta vida. todo exactamente igual, cero novedades, el sudor en la espalda y la música en el repeat. pero mejor no me quejo más y miro las cosas positivas: trabajo de algo que me gusta, al lado de casa y tengo un sueldo que no está mal. tengo hasta tiempo para mí. podría estar moviendo cajas de tornillos del montón a al montón b y eso sería, definitivamente, mucho peor