domingo, 14 de septiembre de 2008

después de la cena y las cervezas en el concierto y las risas y los besos, es imposible dormir. una soledad espesa dibuja cada músculo de mi cuerpo. cambiar de canal, escribir un rato, chatear con conocidas y desconocidas intentando calmar la suma de ausencias. todos nosotros unidos por un alambre de insomnio. a medida que pasan las horas encuentro menos motivos para cerrar los ojos y sí más claridad azul entrando por la ventana abierta. hace frío y no me atrevo a levantarme a coger algo de abrigo. daría lo que fuera por un abrazo o un poco más de sexo sucio, pero no: ya no puedo más

a eso de las ocho, betty vomita como cien litros de bilis amarilla y espumosa sobre su manta azul. lavar con prelavado y agua caliente mientras bajo a comprar el país. fantaseo con un croissant caliente, pero hoy toca comer arroz, arroz hasta la náusea, hasta que uno no puede más

un avión se estrella en los urales. no hay supervivientes. la ciudad de perm está en medio de ninguna parte, según indica google maps. como tú, me digo. sí, exactamente como yo