martes, 30 de septiembre de 2008

el día tranquilo, negro por dentro. como yo, carbón quemando. un jersey tan azul como el cielo para compensar. una llama sin apenas oxígeno

mis días raros chocan con los días raros de begoña. la explosión es silenciosa y los muertos somos nosotros. cada día un poco más, separados por una carretera en línea recta que se pierde en el horizonte. enciendo la radio. me gusta escuchar música clásica. el mundo se derrumba a nuestro alrededor mientras solbes promete seguridad, un futuro

estoy seco por dentro. me cuesta decirlo. me quedo en blanco con facilidad, encallado en mi desierto personal. un desierto de palabras rotas y distantes. pelo un plátano mientras ceno. imagino una mamada dulce y espesa que me llena la boca. me tomo la pastilla con el último bocado