martes, 23 de septiembre de 2008

la lluvia rompe las hojas de los árboles y el suelo resbala si no caminas con cuidado. esta mañana he visto urracas en el tejado de la casa de enfrente, la de los albiñana. las mañanas cada vez son más frías. acabo de descubrir a adrian tomine y me ha cautivado. hay una línea invisible y silenciosa que lo une con ballard. frío, distante, aséptico y, a la vez, íntimo y cercano. por la tarde, pablo, mi acupuntor coreano, me ha clavado treinta y cuatro agujas. ha apagado la luz y ha cerrado la puerta. descanse, dice. no me ha costado dormir. el dolor se desvanece mientras respiro cada vez más lentamente

el ardor de estómago se come las ganas de follar. cuando vuelve a abrir la puerta dice algo sobre el brillo del metal en mi piel. no entiendo bien, pero sonrío cortéstemente mientras él empieza a quitar las agujas. hoy todas me han hecho daño y creo saber qué significa eso. buenas noches