martes, 27 de marzo de 2012

(también sueño con pedro arrabal jiménez, estamos en las gradas de una pista de cemento cubierta con planchas de metal, ahí jugábamos con dieciséis años, bajamos, hablamos, botamos, reímos, lanzamos a canasta y entran fácil porque todo es fácil —todo es tan fácil—, el sol que entra por los ventanales me deslumbra, despierto, martes sin excusas, estoy sentado en el borde de la cama, empapado de sudor, me seco con la camiseta, no veo nada, estoy medio dormido y son las dos de la mañana en el despertador negro que está en el suelo)