domingo, 19 de octubre de 2008

el último ejemplar de un libro con el que desvelarme. una película francesa en el alexandra. terrazas señoriales vacías por la lluvia, algunas recogidas. la ciudad se convierte en un desierto a medida que me alejo del centro

una cerveza sin alcohol para hacer tiempo. nadie más en el salón. en la mesa de color granate, un platito con servilletas. hojas cuadradas y dobladas de una celulosa especialmente fina. disfruto de la sensación de ser la última persona viva en el mundo

callejear. rambla de catalunya, pelai, ronda de sant antoni, ronda de sant pau, parlament de catalunya, avinguda del paral·lel y nou de la rambla. un bar, dos bares, tres bares, cuatro bares. un millón de cervezas, todas con alcohol. beber hasta que todo hace pum dentro de mi cabeza, desintegrarme y desaparecer

(antes, un concierto eléctrico, bellísimo y doloroso. la mejor banda del mundo en el escenario. antes, hablar con ionyu y karlos y eneko, gente increíblemente normal. el mejor momento de tu vida es una mano que recordarás siempre)

(antes, hablar con juank y esconderle un cubo de mis mierdas en el corazón. pedir disculpas sin que me oiga)

(después, sí, ver el mar)