jueves, 9 de octubre de 2008

hay veces que los muertos se vienen conmigo, intentando hablar a trompicones, caminar con mis pasos, ver con mis ojos, tocar con mis manos cualquier cuerpo. de todos los muertos, mi preferido es pau. primero es un recuerdo casual —esa esquina con su novia, por ejemplo— y después son todos los demás, deshilachándose detrás de él. creo que todo ésto viene a cuento de que ayer estaba leyendo a gipi. su álbum exterior noche es una maravilla azulada. habla como nadie de los muertos que murieron y de los muertos que somos sin apenas darnos cuenta. me late fuerte el corazón, se hace astillas, sí