sábado, 18 de abril de 2015

(los pequeños gitanos compran un caballo que encerrarán en el cobertizo, entre calderos de cobre y espadas a medio forjar. cuando suba la corriente del río y convierta la calle en un lodazal, cuando mi padre entre las bolsas de comida, cuando mi madre encienda las velas y tome nuestras manos para rezar alrededor de los pétalos de corpus, los relinchos desesperados del animal, el pánico en sus ojos a cada mordisco: colgará de su vientre un racimo de niños como lobos empapados)