miércoles, 6 de agosto de 2014

(una mujer hace trucos de magia junto a la sala de despiece de reses de la calle villarroel, junto al número ciento cuarenta y uno. mientras camino a su encuentro —ambos, aunque ella no lo sabe, esperamos el mismo regalo envenenado, la misma descarga eléctrica, la vuelta al hogar, al útero enfermo, al matadero de la habitación del fondo—, chisteras y pozos ciegos, vísceras humeantes de conejo y picos de paloma, un nudo de pañuelos de seda derramándose sobre el suelo y los mendigos, sobre el rastro de migas de pan que hansel y gretel pierden en la playa de sant sebastià, sobre la piel que insiste en regresar bajo otras pieles, futuros y parásitos)