martes, 3 de junio de 2008

un rayo fulmina a pepu hernández mientras volaba hacia pekín. se me cae la luz de las manos. con diez minutos —como dijo sartre— tengo suficiente para estar hasta los cojones de mí mismo. compro el rockdelux. lecciones de ortografía en la editorial. mientras, cago una mierda sanguinolenta. es como tener grilletes en los tobillos todo el tiempo. se me quitan las ganas de todo. la gente se preocupa por mí, pero yo me veo gordo, con los ojos como pollas feas. seguimos sin correo electrónico en el trabajo. todo se ralentiza hasta el colapso. ya no copio a otros diseñadores, directamente me deprimo ante las mierdas que hago. la tele dice que seguirá lloviendo y sí, mira