miércoles, 4 de junio de 2008

escucho a glenn gould tocando el piano. las notas vibrando en la piel de mi espalda suenan a exilio. cualquier ciudad es buena para empezar de cero, si tienes un cero desde el que comenzar. un triángulo gris y lluvioso formado por bucarest, hamburgo y errenteria. se ha estropeado el teléfono y bajo el volumen de la música. un listado mental de cosas que querría hacer. encerrarme en una habitación a escribir. mirar por la ventana cómo ese perro de mierda le ladra a un viejo con una bolsa llena de verdura. masturbarme o follar, da lo mismo. y tirar las fresas porque apestan y están blandas