viernes, 11 de enero de 2008

lo peor de todo es no saber en qué momento puede venir alguien a romperte los cojones de una patada, pensé un segundo antes de meterme en la ducha. allí, bajo el chorro de agua caliente y sin jabón, recordé momentos claves de mis dos últimas semanas, intensos y asimétricos. de repente, empezó a dolerme mucho la cabeza y me tuve que sentar, con un millón de luces oscuras bailándome detrás de los párpados. cerré el grifo y la imagen de los pantanos vacíos y de una españa desértica se confundía con la de la cortina rosa

hoy saldré con juank y con daniel por la noche y por la capital, empezando en el valentino's y acabando quién puta sabe