jueves, 10 de enero de 2008

en esa fotografía, a la chica le pusieron cinta aislante en los pezones formando una cruz. después me miró y me invitó, con el coño enrojecido por un uso indebido, a unirme a ella. yo me cagué en mi puta vida y vi cómo la polla empezaba a desaparecerme hasta convertirse en un charquito mustio que estaba sacudiendo por costumbre, no por ganas ni instinto. pensé inmediatamente en todos mierdosos que piensan en el diseño inteligente de la vida —en contraposición a la cosa ésa de la evolución natural de las especies que propuso darwin el barbudo—, buscando qué clase de vida era ésa, qué clase de inteligencia había ahí, en ese momento, dentro de mis centímetros de perímetro craneal