viernes, 11 de enero de 2008

ahora que me he acostumbrado a otros cuerpos es cuando descubro que apenas pertenezco, que ya no sé acariciar ni un coño ni una polla de la misma manera que te acariciaba a ti, cuando lo esperaba con deseo de verdad (no como el de ahora, que es tan de mentira como las monedas de chocolate)

llaman por teléfono. una comercial de fecsa-endesa me habla sin parar de las ventajas de una póliza que y que y que. diez minutos —o siete o cinco, no sé bien— después, le explico que no, que una vez muerto me da todo lo mismo, que gracias de todas maneras, jessica era tu nombre? en la televisión, yo soy bea, mastodóntico éxito de telecinco para las tardes de-entre-semana

pienso en mí mismo como una bolsa de plástico llena de agua y de agujeros, sin más misterios que esperar