miércoles, 5 de diciembre de 2007

es tarde para estar abierto. el suelo está sucio después de todo el día. ecos de voces llenando el humo que respiro. sentado en una esquina de la barra, bebo anís. bebo penumbra y copas de anís que me hipnotizan con su línea roja. tengo un ancla tatuada en el brazo izquierdo. fumo mierda. vagué por un millón de puertos y bebí en mil bares como ése. nada podía retenerme. pero aquí estoy ahora, con el cuerpo vencido y hinchado, con casi todo olvidado, esperando que me pase algo, lo que sea. la calle está llena de putas y hoy no volveré a casa

despierto, preparo té, vengo a trabajar, escucho todas las canciones que me podían poner triste y, pese a ello, sé que hoy todo irá bien. prometido