miércoles, 14 de noviembre de 2007

se acerca la navidad. días en los que la añoranza pintarrajea las paredes. tengo un millón de personas a las que echar de menos y, a la vez, muy pocas. y mientras, visiones

duermo en el sofá desde hace días, con todas las luces de la casa encendidas a todas horas. mi madre ha muerto y he pedido unos días en el trabajo. me muevo como un autómata mientras preparo la comida. poco a poco voy apagando las luces. a veces viene alguien a verme y yo no hablo mucho. me siento bien, eso digo

ella está encima de mí y follamos mirándonos a los ojos. siento miedo al tocar su piel tan blanca porque temo romperla, mancharla para siempre de mis miedos. me corro un arcoiris blanco que ella bebe sin sonreír

en la plaza al final de la calle, quizás el verano pasado. hablo con alguien que no recuerdo y de repente, imagino cómo sería la escena si yo mismo caminase calle arriba y me viese allí, con las manos en los bolsillos y aburrido de esa conversación floja. me desconecto por un momento de las palabras y siento que estoy malgastando mis días

se acerca la navidad, cualquiera de hace años. tengo la cabeza llena de regalos para la gente que quiero. disfruto comprándolos desde dos meses antes, a veces tres. compro también papeles bonitos en que envolverlos en la tarde de los sábados. me ilusiono con facilidad, con patética facilidad

y ahora sí, buenas noches