viernes, 7 de septiembre de 2007

te mueres y desapareces. pasas de ocupar un espacio físico cambiante pero propio, a ser una ausencia en los demás. te conviertes, de repente, en un agujero que todo el mundo ve, incluso más que antes. un agujero rodeado de neones que ahora es imposible ignorar. antes pasabas desapercibido y ahora que estás muerto, que ya no eres, que no estás, todo el mundo piensa en ti y te reinventa en su memoria, maquillando lo que eras y también lo que no eras. sirve si eres pescador de atún a tres millas de la costa, niña de cuatro años en el algarve portugués, tenor sin canas y do de pecho magistral

porque te mueres y, entonces, dejas de ser tú para ser una excusa en los demás