martes, 28 de agosto de 2007

un aire caliente quema las calles. una persona de abrazo afable a quien hacía tiempo que no veía. estás desaparecido, me dice. sí, tienes razón: estoy más que desaparecido. me gusta este hombre. es como un oso grande y moreno, de esos que te harán feliz siempre. gente de ésa que tiene sueños, no como yo. todo el mundo le llama por su apellido: garcía

la chica del veterinario de la plaza se ha rapado la cabeza. está bonita así, mucho más niña de lo que es. hay un perro grande y flaco que espera su turno. un tipo al que conozco de vista con su mierda de perro marrón. compro un hueso para betty, uno negro, de goma o de silicona o de algo así blandito. la chica mira en todas las cajas, pero no existe en otro color. el de antes era azul cobalto. y el de antes, de color carne. betty duerme ahora. quizás juguemos más tarde. no tenemos prisa

sigue el dolor en el pecho, en la espalda. un dolor que no sé describir bien pero que produce ahogo y frío

hay tantas cosas que producen ahogo y frío, que