domingo, 3 de mayo de 2015

(capitanes que muerden imperdibles dorados, el anzuelo: antes de que se entumezca y pierda valor, abrimos la carne roja y áspera con las manos en el suelo de la dársena, manos y cuchillos oxidados en el lomo. perros sin dueño se pelean, gruñen, ladran, muerden por el charco de tripas aún brillantes. el sudor moja nuestras camisas, oscurece esta vieja ropa de reyes. levantamos los brazos en señal de triunfo mientras corremos hasta las vallas que nos separan de la fiesta, de la gente que se besa y felicita después del combate y la victoria)