sábado, 9 de mayo de 2015

(por una sevilla distorsionada en la que los muros antiguos se convierten en túneles y osarios, el fantasma de lourdes se me revela como una mancha en la piel que crece y aúlla, rompiendo la luz que entra por la ventana entreabierta durante dos horas que son eternas, mientras sus padres y sus hermanos y toda la gente que quiere muere en sucesivos accidentes de avión)