sábado, 24 de enero de 2015

(una mujer que moquea sobre una conversación de whatsapp y cómo me reflejo en su páramo de maquillaje y en la piel tensa de su vientre a través de una indiscreta blusa negra y en el cristal que está detrás de ella y que separa este mundo de uno que arde y llora y vomita sobre un hombre que duerme envuelto en asfalto y una manta mientras un millón de coches y autobuses y turistas y semáforos gravitan a su alrededor como una nube de polvo atrapado en la luz que me ahoga la boca al toser. una mujer que se desintegra en hombres que rezan en voz baja y hombres que miran su reflejo en otros hombres que sólo desean llegar a un lugar seguro en el que poder masturbarse como animales furiosos mientras consumen horas y horas de pornografía pixelada en cuentos de hadas y horizontes)