sábado, 10 de enero de 2015

(me duele la puta cabeza, me duele como pocas veces antes, me deshace los ojos en los pómulos y en la garganta, se hinchan en mi estómago como mil caballos furiosos o cuerpos que la nieve termina por cubrir, derramándose dentro de mí hasta llenarme de océanos negros y fríos y motivos para hundirme)

(ahí hay pastillas en multitud de cajitas y sirven, o eso creo y por eso están, de tantos colores diferentes. ahí hay necrológicas y fotografías de culos y coños y bocas y pollas y sirven también, sí, sirven, sirven palabras y píxeles empapándose de aplausos. ahí estoy yo y apesto, con las manos abiertas y llenas de cosas robadas, intentando llegar a la meta porque ésa y no otra era la antártida)