lunes, 11 de agosto de 2014

(el mauser sueco aquí y ahora. el temblor entre las nalgas de esa mujer, la que es un racimo de hijos que se desesperan detrás de las bolsas de patatas fritas con sal de eivissa mientras me lavo la cara y el papel de las toallas se convierte en la carne del golem y más alcohol, el hijo contra el padre)

(el mauser sueco en las antípodas. la bala entre las piernas de quien amo como un hermoso vibrador negro que me llena los ojos de lágrimas, la música borrosa, la garganta dorada y eterna en el fondo del mar)