domingo, 11 de mayo de 2014

(una niña escucha paraíso una y otra vez en su smartphone, no hay nada como estar contigo, mientras paso las páginas del suplemento cultural de la vanguardia, sin más interés que el de quemar el tiempo sin tener que levantarme de la silla, echar raíces como un árbol yanda. la cerveza se convierte en agua pesada, algo imposible de tragar, no hay nada como estar contigo, la penumbra de la sala es lo único soportable dentro de mi cabeza)

(mila payo camina a través de mí, rompiéndolo todo con violencia de tsunami azul yves klein. en la misma línea de tiempo, ante la mansión hässler, cristina corta las piernas de la estatua del asesino rafael peña, los muñones son el trofeo que guardará en la alacena de la casa de sus padres, esperando que yo no los encuentre nunca)