miércoles, 14 de mayo de 2014

(subo en ascensor hasta el ático con las paredes llenas de flores. allí, los hijos de mis amigos —convertidos ya en adolescentes flacos y ruinosos— bailan skrillex y se drogan con una tierra negra que separa sus dientes, que encoge sus cuerpos como si fueran insectos en un rincón, que apaga sus voces hasta convertirlas en un ronquido. siento que tenía que haber cuidado de ellos pero ahora es tarde: he fallado a sus padres, a sus madres, despierto, es medianoche, mientras le compraban esa mierda al hombre sin piernas del mitsubishi, yo dormía en un pozo, subía en ascensor hasta el ático con las paredes llenas de flores)