jueves, 6 de junio de 2013

(la voz de àngels retumba y rechina en mi cabeza, me cierra los ojos, me empapa la piel, diez horas junto a una persona que no se calla nunca, que habla a gritos aunque esté fingiendo silencio detrás de su pantalla llena de marcas de dedos, dedos como pequeñas pollas sin circuncidar. llevo una camisa marrón y pienso en la última vez que fui feliz de verdad y soy incapaz de recordar cuándo)